Medallas

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Las medallas de la orden de Merlín fueron entregadas unos años después de lo previsto, algunas regulaciones habían dificultado el trámite, pero después de todo fue posible.

-Mamá, ¿esa medalla que le han dado a papá y a ti es muy importante? - Teddy miraba a su madre con unos ojos color miel que desbordaban curiosidad.

-Muchísimo -Tonks se encontraba de cuclillas para hablar con su hijo.

A unos pocos metros de ellos se encontraba Remus con una débil sonrisa en los labios, mientras veía a los gemelos en brazos de sus padrinos.

Después de la entrega que se llevó acabo en el colegio la gran familia se desplazo a la madriguera, al final de cuentas, el dos de mayo era cumpleaños de Victorie.

Remus se había disculpado con todos, la luna llena había sido hace unos días, pero se sentía increíblemente indispuesto, así que Molly lo mandó a descansar por lo menos una hora. Tonks entró al cuarto donde se encontraba su esposo, los niños estaban abajo jugando con sus respectivos padrinos.

-Quiero el divorcio -dijo Tonks probando la atención que Remus tenía en la conversación.

-Nunca estaré lo suficientemente distraído para no escuchar eso -Remus se hizo a un lado en la pequeña cama y abrió los brazos para que Tonks se abrazara a su cuerpo.

-¿Qué te ha pasado, Remus? Deberías estar contento por lo que nos dieron hoy.

-¿Sabías que estas medallas se debieron de dar hace años? -Remus asintió antes de depositar un beso en la frente de Tonks-, Kingsley me lo dijo.

-Sí, bueno, tardaron un poco más, ¿eso qué?

-No me mal interpretes, estoy feliz... es solo que estoy abrumado, todos ustedes tuvieron que esperar por mí.

-Y lo haríamos cuatro años más -Tonks se sentó en la cama comenzando un beso tierno que pronto subió de nivel.

La puerta se abrió de par en par, Arthur y Teddy habían abierto la puerta de manera increíblemente rápida que los ocupantes de la cama se separaron de inmediato. Arthur tenía las mejillas coloradas y repetía 'lo siento'.

-Oh, no se preocupe -dijo Teddy con un ademán quitándole importancia-. Ellos hacen eso todo el tiempo cuando estamos en casa.

-Edward -dijo Remus negando con la cabeza y los ojos cerrados.

-¿No sentiste una especie de deja-vu, Arthur? -Tonks se paraba de la cama seguida por Remus.

-Es la costumbre, con siete hijos tienes que aprender a abrir las puertas así de rápido -el color en las mejillas del señor Wesley poco a poco iban desapareciendo.

Arthur se adelantó a bajar, con la llegada de los bebés Teddy disfrutaba de muy poco tiempo a solar con sus padres, aunque nunca se quejaba de eso.

-¿Qué te pareció la ceremonia? -Remus miraba a su hijo que rápidamente cambió su cabello a un morado intenso.

-Brillante, ¿viste cuántas personas les aplaudieron? -Teddy levantaba los brazos-, son como superhéroes, salen en los chocolates y todo.

Tonks cargo a Teddy apachurrándolo contra ella mientras le llenaba de besos la cara y él reía a carcajadas.

-Que bueno que te gustó -Remus tomaba ahora a su primogénito.

Los tres bajaron a comer, todos estaban listos para los dos años de la hermosa Victorie, Teddy cargaba una flor como la primera vez que la vio, claro que ahora ya estaba del mismo tamaño y no más grande que él. Cantaron feliz cumpleaños y poco a poco se fueron esfumando, el día había sido cansado y al día siguiente las labores se retomaban. Los gemelos, que rozaban ya su primer año llegaron dando pequeños ronquidos, jugaban a perseguir a Teddy o a Victorie y aunque parecía que su energía era infinita, una vez que el sueño los invadía podían quedarse dormidos donde sea. Al llegar a la casa de los gritos subieron estratégicamente rápido a acostar a los gemelos mientras Teddy se ponía el pijama y se cepillaba los dientes, al entrar sus padres a la habitación de Teddy, él estaba de pie frente a un gran calendario con una sonrisa inmensa en los labios.

-Mi tío Draco me ha dejado un mensaje -Teddy señalaba con una mano unas elegantes letras que aparecían en un costado-, ¿qué dice papá?

-Buenas noches Teddy, cada día falta menos. Draco Malfoy -dijo Remus.

El calendario tenía un gemelo en la habitación que Teddy tenía en la mansión Malfoy y todo lo que fuera escrito en uno, aparecía reflejado en el otro.

-Gracias, ¿me ayudas a escribirle algo? -Teddy tomaba una crayola y bostezaba frotándose los ojos.

Teddy tomó la crayola y a su vez Remus tomo la mano de Teddy.

-Yo te guío, ahora dime qué es lo que escribiremos.

-Ya duérmete, tío.

Tonks no pudo evitar reír.

-Te mando un fuerte abrazo y te veo el sábado -añadió Teddy.

Con una caligrafía poco entendible las letras en color verde reemplazaron el mensaje de Draco. Tonks tomó el lugar que sobraba en la cama de Teddy y Remus se sentó en la silla del costado, esa noche no fue un libro lo que arrulló a Teddy, sino la historia de como Tonks algunas veces recibía dinero a cambio de pasar tiempo en detención por alguien más, hasta que Madame Sprout la descubrió y la hizo pasar más de la mitad de su año en detención.

Al final del relato ambos salieron del cuarto, no sin antes darle un beso a Teddy, ahora se dirigían al dormitorio siguiente para revisar que los gemelos estuvieran bien.

-Amor, notaste que ese par de desgraciados ni siquiera se tomaron la molestia de invitarnos -Tonks hablaba bajito.

Estaban sentados en las bancas que tenían en el dormitorio de los gemelos y estos dormían plácidamente.

-Han estado más preocupados por Teddy que por nosotros, pero me sorprende que realmente pensaban que los dejaríamos solos con nuestro pequeño -Remus señalaba la puerta para que pudieran hablar con más libertad.

Ambos salieron y se sentaron hombro con hombro en las escaleras frente a ellos.

-¿Te hace emoción?

-Mucha, sí, no me puedo imaginar todo lo que me has contado.

-Te va a encantar, pero antes, esos dos van a ser un problema. Viajar en traslador con las pirinolas que tenemos por hijos, no sé, creo que tendremos que usar la red flu de la casa de campaña.

-Dora, yo sé que no estás tan familiarizada con los objetos muggles como yo, pero créeme que ninguna casa de acampar tiene chimenea.

-Te sorprendería la cantidad de cosas que tienen las tiendas mágicas, corazón.

-Está bien, ahora vamos a descansar.

-Estoy agotada, creo que puedo dormir en las escaleras hoy -Tonks se ponía en posición fetal.

-Amanecerás con la espalda adolorida, vamos, te ayudo -dijo Remus ayudando a Tonks que ponía un puchero que a Remus le parecía hermoso.

Al día siguiente Remus, Tonks, Teddy, Hope y Alastor fueron en la noche al callejón Diagon. Los gemelos traían cada uno una pluma de caramelo, mientras Teddy comía una rana de chocolate con el cromo de Albus Dumbledore. Muchos magos se quedaban observando la peculiar carriola de los gemelos, al fin de cuentas había muchos que no estaban tan familiarizados con las cosas muggles.

Habían comprado una modesta casa de campaña,chocolates, algunas cosas para completar su vestimenta en apoyo al equipo deViktor y unas túnicas nuevas para cada uno. Teddy tomaba la mano de su madremientras platicaba con ella las debilidades y fortalezas de los equipos, todomundo daba por hecho de que el futuro de Teddy estaría en el quidditch.











Luna de colores: FamiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora