Orden de Merlín

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Desde el día siguiente después de la batalla de Hogwarts, se había cambiado de ministro, Kingsley ocupaba ese lugar, una de sus primeras tareas sería otorgar las correspondientes O.M. a cada uno de los héroes de guerra. Había tomado un poco más de lo que pensaba, pero ahora estaba decidido que este año, durante la ceremonia anual por fin serían entregados.
-Señor ministro, ¿quería verme? -Tonks estaba de pie frente a la puerta del gran despacho.
-Esto solo, Tonks -respondió la voz firme del ministro.
-Oh, en ese caso, ¿qué necesita el moreno más brillante de todo el mundo mágico?
-Las medallas por fin se entregaran este año, el asunto de Remus quedó resuelto.
-¿Eso quiere decir que él será el primero en recibirla? -Tonks se acercaba al escritorio.
-Exactamente, el primer hombre lobo en recibir está condecoración -Kingsley veía como Tonks se acercaba a él a llenarle la cara de besos-. Gracias, gracias, pero esto es solo un pequeño paso, todavía nos falta pelear por las que impiden que trabajen, o que se casen, Dolores dejó muchas trabas.
-Esto es lo de menos, esto ya significa mucho. Muchas gracias por avisarme, ¿podemos no decirle a nadie? -Tonks rogaba con las manos-. Que esto sea una sorpresa.

Febrero había comenzado y Tonks sabía que sería un estupendo mes, la noticia de la orden era un secreto que tenía que guardar, no quería arruinar la cara de sorpresa que pondría su esposo al escuchar su nombre durante su nombramiento.

-En casa -gritó Remus cuando llegó, había pasado la tarde cuidando a los chicos de detención.
-¿Cómo te fue en detención? -decía Tonks mientras Remus se sentaba en el sillón junto a ella.
-Ya había olvidado cuánto odiaba estar en detención, ¿dónde está Teddy?
-Está viendo tele, le ha gustado mucho la película de los fantasmas esos.
-¿Los cazafantasmas?
-Sí, según mi mamá lleva todo el día viéndola, pero al menos no es Dora la exploradora.

Remus se levantó y fue hasta donde Teddy, él se encontraba en el sillón de cabeza viendo la película, apenas vio a su papá entrar se incorporó corriendo a él.
-¿Te ha gustado la película?
-Sí papá, Egon es mi favorito.
-El mío también. Te he traído una rana de chocolate, vamos para que le invites a mamá.

Regresaron a la sala de estar, Tonks se encontraba arreglando unas cosas sobre el ministerio, Teddy comía la mitad de su rana y la otra se la extendía a Tonks. Ella solo pudo oler el aroma del chocolate y salió disparada al baño más cercano que estaba en uno de los cuartos del segundo piso.
Remus salió corriendo tras ella mientras Teddy los seguía un poco más despacio, tenía prohibido subir las escaleras corriendo.
Tonks se encontraba vomitando al parecer todo lo que había comido en el último año, Remus tomo su cabello y con una mano en la espalda le decía que sacará todo.
-¿Qué comiste hoy? -dijo Remus pasandole un pedazo de papel para que se limpiará.
-Nada del otro mundo, es solo que cuando olí el chocolate me dió mucho asco. Necesitamos un baño en la planta de abajo.
-Me recuerda a cuando esperábamos a Te... ¿no estarás...?  -Remus la vía nervioso.
-No, no, nos hemos protegido... ¿qué dí...?
-¿De que se protegen papá y tú? -Teddy estaba sentado en el piso de la habitación.

Ambos se miraron, no era momento para la plática de la abejita y las flores.

-De no atrapar un resfriado -se apresuro a decir Remus-. ¿Te encuentras mejor, amor?
-Sí, creo que necesito un calendario.
-Teddy, ¿por qué no vas por un poco de agua para mamá?
-Claro -Teddy se levantaba del suelo-. ¿Puedo bajar en escoba?
-No, y no bajes corriendo las escaleras -Tonks asomaba la cabeza por la puerta.
-Dora, amor, ¿hay alguna posibilidad de que sea lo que pensamos? -Remus caminaba a ella con los brazos extendidos.
-Cariño, necesito que vayas a la farmacia muggle y compres dos pruebas en lo que yo hago cálculos -Tonks no había terminado de hablar cuando Remus giro sobre sí mismo.

Teddy subía con un vaso de agua y ambos se sentaban en la cama solitaria de aquella habitación que no se usaba. Remus tardo no más de diez minutos.
-Aquí están -Remus mostraba al menos quince paquetes.
-¿Por qué tantos?, Te dije dos, Remus.
-Lo siento, me siento un poco mareado.

Tonks tomo el paquete y ahora fue Remus quien se sentó a un lado de Teddy, pasando veinte minutos Tonks chillo desde el otro lado de la puerta.

-¡¿Qué pasa?! -Remus de un brinco llegaba a la puerta del baño-. Dora, responde.
Tonks abrió la puerta con los ojos llenos de lágrimas.
-Estoy embarazada -susurró.
Remus la tomo entre sus brazos riendo de felicidad mientras daba vueltas, la bajo y deposito un largo beso en los labios de Tonks mientras tomaba su cara entre sus manos.
-¿Eso que significa? ¿Es malo, mamá?
Remus cargo a Teddy, con los ojos húmedos de la emoción igual que Tonks.
-Esto significa que vas a tener un hermanito, Teddy, vas a ser el hermano mayor.
Los tres se abrazaron y estaban contentos, Tonks sabía que esta vez no sería como la primera, Remus se veía tan feliz y lleno que no puedo evitar comenzar a llorar.
-¿Qué pasa, Dora?
-Es que estoy muy feliz y las estúpidas hormonas me hacen llorar.
-¿Qué es un estúpidas? -dijo Teddy.

Remus y Tonks se miraron, y le explicaron a Teddy que era una mala palabra.

-Hay que decirle a Andrómeda, y a Tedd y a mis padres y al mundo entero.
-¿De verdad estás tan emocionado?
-Las primera vez fui un imbécil que no sabía lo que hacía, esta vez no será así. Te lo juro.
-¿Qué es un imbécil?
-Oh-oh, papá dijo una mala palabra -dijo Tonks divertida-. Que mal educado eres.
-Creo que vamos a tener que dejar de hablar frente a Teddy -susurró Remus cerca de Tonks.

Le mandaron una carta a Andrómeda, que en diez minutos ya se encontró en la casa gritando de emoción.
-Voy-a-seer-abuela -decía mientras abrazaba a su hija-, otra vez.

También se lo dijeron a los cuadros, los tres dejaron escapar lágrimas de felicidad, Alastor en especial, aunque después invento una temeraria escusa para decir que era una alergia.
-Moody, los retratos no tienen alergias -dijo Tedd que se sentía orgulloso.
-Felicidades lunático y también a ti sobrina, lo harán perfecto como hasta ahora.
-Felicidades hijos, estamos muy felices por esta noticia -Lyall era el único que no había soltado una sola lágrima pero se veía igual de contento que los demás.

Esa noche fue muy difícil que Teddy se durmiera, había hecho tantas preguntas de por qué no podía tener a su hermano en ese preciso momento y porque tendría que esperar hasta Octubre para cocerlo o conocerla, pero al final cayó.

-¿Tú te encuentras bien? Tendremos que ir al medimago pronto, ya sé que es improbable que él o ella tengan mi condición, pero aún así, no sé...
-Remus Lupin, nada de echarse para atrás -Tonks lo apuntaba con el dedo.
-Para nada, te he dicho que esta vez será diferente, no me voy a separar de ti, es más, voy a ir contigo al ministerio, seré tu sombra.
-No es para tanto, simplemente respira, todo saldrá bien, será como con Teddy y estaremos bien.

Luna de colores: FamiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora