九 ━━ Pyromaniac.

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Tenían una salida permitida Eddie, Stan, Ben y Mike, así que pensaron en ir por un helado

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Tenían una salida permitida Eddie, Stan, Ben y Mike, así que pensaron en ir por un helado.

Kaspbrak seguía engañando a los enfermeros, pero se había prometido que era hasta alcanzar el peso que debía tener. Luego no más.

Stan había mejorado en ese último tiempo que estuvo ayudando a Bill. Tenía que permanecer tranquilo, ocupando su cabeza en él en vez de su depresión. Sí, por supuesto le había costado demasiado, pero lo había logrado. Quizás luego, cuando se distrajera de la salida, todo volvería a la normalidad.

Mike no tenía un problema que pudiese solucionar, pero andaba bastante bien. Comenzó a tener ataques de ira cada vez que olvidaba algo, y se lastimaba. Últimamente habían logrado que los pudiese controlar, así que había mejorado.

Ben podía salir solo con un enfermero encima suya, ─o, más bien, dos─ aunque le pareciera ultra molesto. No tenía permitido agarrar ningún tipo de cosa filosa o algo dañino, por lo cual no lo sacaban de su vista. Dentro de lo que se podría decir bien, lo estaba, ya que tenía un poco más de autocontrol. Pero, aún así, seguía teniendo aquel deseo de lastimar a los demás.

A Bill y a Richie no les permitieron la salida, aún cuando Eddie y Stan intentaron convencer a la doctora. Van a estar bien, podemos cuidarlos, le dijo Uris a la mujer. Sino, vienen con algún enfermero... ¡así como Ben! Por favor, señorita María, agregó Kaspbrak. Pero la chica no se torció, ni cambió su opinión. No iban a abandonar el hospital.

Bill aún estaba en recuperación por su episodio y una herida que se había hecho poco antes de que llamasen a Stanley para que lo acompañe. Le habían permitido salir por un rato de la enfermería, y se sentó en un sillón a un lado de Richie.

El chico no lucía del todo bien. Se notaba bastante decaído, aún más de lo que solía ser. No era solo por la ausencia de los demás, sino que había algo aparte. No sería la primera vez que les permitían salir a ellos y a Richard no, y eso no le molestaba en lo absoluto.

Lo que lo entristecía era su poco ─y casi nulo─ mejoramiento en aquel tiempo, además de la molesta presencia de Ellie en el ambiente. Lo observaba, penetrante, con su rostro paliducho y sonriente. Estaba claro que lo hacía para molestarlo, era más que evidente.

Richie respondió que estaba bien, y salió un rato al patio a tomar aire.

El cielo estaba despejado: de un color celeste sublime y unas nubes blanquecinas y aterciopeladas. El sol, despejado, emanaba una inmensa y enérgica luz, que podría incinerar su sentido de la vista si lo mirase por muchísimo tiempo.

Tozier se sentó en el césped, tan verde como lúcido y bien cortado. Era un bonito día, pero simplemente él no podía pensar lo mismo. Unos sonidos de pisadas lo sacaron de su trance, y volteó su vista hacia la chica que lo seguía.

── Hola, Tozier. ¿Por qué tan solitario en un día tan resplandeciente como el de hoy? ¿Tus amigos te abandonaron otra vez? ──Le ofreció una sonrisa insolente, seguido de una risilla irritante.

𝐏𝐒𝐘𝐂𝐇𝐈𝐀𝐓𝐑𝐈𝐂,⠀⠀reddie. [pronto en corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora