✨Amor en la mafia✨

✨Capítulo 10✨

Dedicado para una amiga muy especial, Reyna❤️
Te amo <3
Gracias por todo el apoyo bb
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Bajamos las escaleras y pasamos la sala de estar hasta llegar a la cocina.

-¿Qué quieres que te pida para comer?- Habla Nathan, muy relajado.

-Nada, quiero que tú me cocines pizza- Le digo poniendo mi carita tierna.

Él ríe.

-Ni lo pienses- Dice, y llama a una señorita de servicio.

-Se puede retirar por favor- Le habló cordialmente a la señorita, esta asiente confundida y se va.

«-En serio Nathan quiero que me hagas de comer tu solito- digo y él me da una manzana.

-Listo, ahora ¡vámonos!- Responde rápidamente y se da media vuelta para irse, cuando pasa la puerta le grito para que el solo me escuche.

-¡Y yo que te iba a dar un beso!-

El se para y se da media vuelta en mi dirección.

-Entonces, ¿Pizza?- dice felizmente y río.

Asiento y me subo a la barra mientras me como mi manzana.

Veo cómo Nathan abre todas las gavetas, el refri, las alacenas y no encuentra nada, pone una cara de confundido y me mira.

-No puelo, toy tiquito- Dice haciendo un puchero.

-Bueno, está bien que la señorita cocine- Digo y él me sonríe.

-Dame mi beso- Dice y se empieza a acercar, hasta estar muy cerca de mi.

-¡Pero si no me cocinaste!-

-¡Te di una manzana!-

Soltamos varias carcajadas hasta quedarnos sin aire, empujó a Nathan y empiezo a salir de la cocina en dirección a mi cuarto.

-Nathan por favor pide de comer, voy a mi cuarto-

No escucho respuesta suya y empiezo a subir las escaleras, abro la puerta de mi cuarto y entro.

-¿Oye te sientes bien?- Pregunta Nathan al entrar a mi cuarto para después cerrar la puerta.

-Si- respondo y me tiro en la cama.

Estos días he andado un poco deprimida.

-Oye y ¿Qué pasó con Marie?- Pregunto y él se sienta en mi cama.

-¡Oh si! ella está bien, la instale en un cuarto mejor, vino un doctor para revisarla y eso- Dice y asiento.

Suspiro aliviada, el hecho de que Marie está de vuelta sana y salva me tranquiliza.

Y los que la tenía en ese lugar, ya deben estar muertos, así que ni me molesto en preguntar.

-¿Oye y para qué querían a Marie?- Pregunto de nuevo, esa es una duda que no se me quitaba.