Where you belong | The Weeknd

Capitulo 9

— TU TE DAS CUENTA EL NIVEL DE HUMILLACIÓN QUE SENTÍ EN EL RESTAURANTE.

— Por favor no grites Isabella.

— ¿PUEDES DEJAR DE VER LA MALDITA TELEVISION? ME HUMILLASTE FRENTE A MIS AMIGAS Y FRENTE A TODA ESA GENTE DEL RESTAURANTE.

— Estas exagerando.— Dije subiendo un poco más el volumen a mi partido de NBA.

— ERES UN MALDITO DESGRACIADO.—Tomó el control y apagó la television.— ¿TANTO TE IMPORTA ESA MALDITA RAMERA?

— Ya te dije que es mi mejor amiga, ¿Podrías correrte y dejarme ver el partido?

— TE ESTOY HABLANDO ABEL, ESTOY HARTA DE QUE ME TRATES COMO MIERDA.

— Tu eres la que esta gritando, es un partido importante de NBA.— Mi teléfono sono, era Antonella.— ¿Hola gorda?

— DIME QUE VISTE LA ANOTACIÓN DE IBAKA.

— No gorda, Bella me apagó el televisor.

— Es el partido más importante de los Toronto Raptors ¿No podrías elegir otro momento para discutir? NOOOOOO, NORMAN SE LESIONÓ.

— ¿ESTAS HABLANDO CON ESA PUTA? ABEL POR DIOS, ESTO ES MÁS IMPORTANTE QUE TU MALDITO PROGRAMA.—Tomo mi teléfono celular.— Mira maldita ramera, deja en paz a mi novio.

— Hola Bella ¿Cómo estas? Es un partido muy importante de nuestro equipo favorito de baloncesto, tienes que dejar que Abel lo mire.

— VETE AL DEMONIO.— Cortó la comunicación y estrelló mi teléfono contra el suelo.— NO VOY A SOPORTAR MÁS QUE PREFIERAS A ESTA PUTA ANTES QUE A MI, VETE, VETE DE UNA VEZ, NO QUIERO VERTE.

— No me echaras de mi casa ¿Acaso te volviste loca?

— TE DIJE QUE TE VAYAS MALDITA SEA.— Bella estaba enfurecida, comenzó a lanzarme todas nuestras fotos juntos que había en el living.

— Okei okei, me ire.— Baje hasta el estacionamiento y tome mi Mclaren, conduje hasta el edificio de Anto, subí en el ascensor y toque su puerta, alli estaba. Con una camiseta grande y unos pantaloncillos de pijama, descalza comiendo palomitas de maíz.

—¿Gordo qué paso? Entra, hace un frio de morirse.

— Bella me echo de mi propia casa ¿Cómo termino el partido?

— Ay gordo, toma un poco de palomitas, el partido un asco perdimos por cuatro puntos y Norman parece que se lesionó la rodilla.

— Maldición, este dia no podría empeorar más.

— Ey tranquilo, prepararé un poco de té.— Me recosté en su sofa mientras veía como calentaba el agua y preparaba unas tasas ¿Por qué seguia viviendo en un lugar donde era infeliz si podría quedarme a tiempo completo con ella?

— No me mires el trasero idiota. No te olvides que tengo ojos en la espalda.— Me rei de su comentario.

— ¿Puedo quedarme esta noche contigo? Bella... Ya sabes.

— Por supuesto ¿Qué quieres que cocine para cenar?

— Pidamos pizza, yo invito.

— ¿No quieres comer algo más sano como no se vegetales?

— JA JA JA No, ni loco y tu tampoco quieres comer eso.

— Tienes razón grandulon.— Se sentó en mi regazo, se veía tan hermosa sin maquillaje, sus manos acariciaron con delicadeza mi rostro, nuestra distancia era minima.