🌸Cap XXV🌸

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POV. Narrador
Después de ese pequeño drama de parte de Takato (que por cierto a Junta le pareció adorable) decidieron hacer sus maletas para poder ir lo antes posible a París.

Takato no había pasado ni una semana en esa casa y ya se estaba marchando, ese viaje era probable que durará tres semanas o poco más ya que pensaban pasar una semana en cada una de ellas.

El tren salía a las 8:30pm así que llegarían a Francia a las cinco de la mañana, el plan de transporte después de Francia era en avión.

T- junta, a donde vamos a llegar? No vi que tuvieras propiedades en París.

J- no tengo, o al menos no casas, pero si soy propietario de una cadena de hoteles internacionales y uno de ellos está en París.

Ante la respuesta de su mate Takato pudo dedicarse a mirar por la ventanilla como el paisaje nocturno Español iba cambiando a uno de naturaleza nocturna para llegar a Francia.

Rondando las once de la noche el ojos de zafiro de quedo completamente dormido mientras que Junta trabajaba en su laptop echando de vez en cuando una mirada rápida a su minino.

La madrugada en París era fría pero los techos curvos parisinos suavizaban el ambiente transformando lo que en USA sería un ambiente lúgubre a uno ligero y tranquilo

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La madrugada en París era fría pero los techos curvos parisinos suavizaban el ambiente transformando lo que en USA sería un ambiente lúgubre a uno ligero y tranquilo.

Bajaron con el equipaje para tomar un taxi al hotel de Junta, al llegar las recepcionistas los recibieron en bandeja de oro para dirigirse directamente a la suite.

El encargado de acomodar el equipaje en el armario de la había fue Takato mientras que Junta permaneció en la sala pegado a su laptop, el constante "tin tin" del buzón de archivos era un recordatorio para la pareja de que el alfa estaba repleto de trabajo.

La programación de su reunión de trabajo quedo para las tres de la tarde, durante ese tiempo el rubio pocas veces pudo despegarse de la mesa.

Quedaba solo una hora para su reunión y desde que llegaron hasta ese punto lo único que habitaba en el estómago de Junta era una milanesa con ensalada u arroz rojo que le había llevado su omega.

Para fortuna de ambos el ordenador ya había liberado a su dueño para darle una hora de esparcimiento en lo que llegaba su reunión así que decidieron ir a algún restaurante tradicional parisino.

El sol brillante se reflejaba en las aguas cristalinas del río Sena, el restaurante al que habían entrado tenía esa aura romántica, los colores eran una agradable combinación entre rojo, blanco y café.

Los platillos eran tan suaves y deliciosos que se deshacían en la boca, las bebidas tenían la cantidad idónea de azúcar y sabor.

Tan inmersos estaban que no se daban cuenta del paso del tiempo, cuando menos lo esperaron apenas tenían tiempo para regresar al hotel y que Junta se cambiará para llegar a tiempo a su trabajo.

Mi Destinado (suspendida hasta nuevo aviso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora