🌸Cap XXIX🌸

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-POV Narrador
Takato despertó en un apartamento completamente desconocido y su mente se llenó de confusión y temor, pero se tranquilizó al sentir el aroma de su alfa en el lugar. Se sentó lentamente en la cama y a un lado de él había una nota con una letra que reconoció inmediatamente.

Takato:
Tranquilo gatito, estás en mi casa rusa, fui a resolver el asunto de la Bratba, llegare en la mañana.
Te amo.

Junta.

Una sonrisa se plasmó en el rostro de Takato, aún faltaba mucho tiempo para la salida del sol, pero aún sentía incertidumbre por la ausencia de su alfa, decidió esperarlo en la habitación en la que había despertado y tal vez leer algo mientras tanto... o hacerse un pequeño cambio de imagen.

Con Junta

El personal de la Bratba se comportaba como si ya esperarán al rubio, todos estaban en sus posiciones, siempre alerta, pero ninguno tomaba al español como una amenaza.

Sus pasos resonaban por todo el lugar, solo los acompañaba el sonido del tacón de Yurie. El pasillo se hacía cada vez más corto, la oficina de líder de la mafia roja estaba más cerca. Como si fueran automáticas las puertas de madera se abrieron de par en par dejando ver la negra silla empresarial de cuero.

?- señor Azumaya, le estábamos esperando.

El hombre señaló las sillas frente a su escritorio indicando que sus visitas tomaron asiento.

J- soy alguien a quien le gusta ir al punto del asunto sin rodeos Sr. Dimitry Morozov así que quiero suponer que sabe por qué estoy aquí.

Ambos alfas se miraron fijamente sin decir o hacer movimiento alguno, estaban estáticos, acuchillándose con la mirada mutuamente el uno al otro hasta que Dimitry por fin asintió con la cabeza.

J-no respondo a su ataque inmediatamente con violencia ya que respeto el tratado que hizo con mi padre en antaño, pero que le quede claro, si volviese a ocurrir no dudaré en tomar represalias contra usted. No soy alguien con quien se pueda jugar así que espero y tome en serio mis palabras.

El rubio se levantó y acomodo su saco para luego ofrecerle la mano a Yurie para que se levantara de su asiento. El sonido de un arma siendo desenfundada fue lo que puso a Junta en alerta, Morozov le apuntaba con su arma y como si fuese cámara lenta el oji verde pudo ver cómo era jalado el gatillo, la figura de la bala acercándose hizo que reaccionara para poder esquivarla.

Otro disparo se escuchó y un pequeño hilo de sangre caía por una pálida mejilla -fue solo una advertencia, la próxima será entre las cejas- el rubio volvió a guardar su arma y salió de aquel lijar junto a su asistente.

El camino de regreso a casa fue más corto de lo que pensó, la sensación de ansiedad por no estar al lado de su omega recién marcado comenzaba a hacerle un hueco en el pecho, bajo del auto y subió hasta la habitación donde avía dejado a su minino.

Una hermosa cabellera azabache lo recibió con un fuerte abrazo.

T-te extrañe -dijo el menor entre ronroneos mientras tallaba su cabeza contra el pecho de su alfa, su frente recibió un cálido beso que lo hizo ver los hermosos jades que anhelaba volver a observar.

J-ya llegué...- la mano de junta se pasó por el cabello de Takato, ahora estaba corto y dejaba ver su cuello con gran facilidad -cortaste tu pelo?

El menor asintió con efusividad para volver a ver las esmeraldas.

T-quería que el mundo viera la marca de mi alfa y mi cabello largo no lo permitía ¿te molesta?

El rubio negó con una sonrisa en su rostro mientras acariciaba el contrario -no, para nada, me encanta todo de ti mi tesoro más preciado- un casto y largo beso fue depositado en los labios del menor poniendo sus mejillas de un carmesí adorable.

T-el desayuno está listo, ven a desayunar.

Takato lo tomo de la mano y lo llevo a donde descubrió que era la cocina, Junta se sentó en la isla mientras su omega servía los platos.

J-mmh~ paella, se ve deliciosa Takato

Le dio un beso en la mejilla y comenzaron su desayuno.

El ambiente era tranquilo, pero algo incómodo ya que las palabras no salían.

T-... iré a que me acomoden el cabello... quieres venir, digo, si en tu trabajo estás libre...

J- claro! Me encantaría.

Gracias a ese pequeño y tímido comentario el lugar se puso mucho más alegre.

La mañana en Rusia era bastante fría a comparación del clima al que estaban acostumbrados, Takato parecía un oso de peluche entre tantos abrigos, gorras y orejeras, en cambio Junta solo se puso un abrigo y una bufanda.

Las calles estaban llenas de gente, algunos riendo, otros en llamadas, tal vez de trabajo o algún asunto personal, pero para ellos no existía nadie más, las calles de Moscú eran solo para ellos y nadie más.

Junta hizo que Yurie investigara la mejor estética omega de todo Moscú para llevar a su lindo omega a que le acomodaran sus finos hilos de obsidiana, Takato pasó una relajante hora en aquel salón mientras le arreglaban el cabello, las uñas y el rostro, hora en la que como cualquier hombre que acompaña a su esposa Junta se la pasaba sumido en aburrimiento.

Saliendo de la estética se volvieron a topar con el paisaje citadino ruso con la nieve a las orillas de la calle y el viento gélido azotando contra sus rostros poniendo sus narices y orejas de un color rojo asemejando una granada china.

T- Chu-n-ta~ se me antojaron unas palomitas de caramelo y queso- en la cara de Takato se pintó un puchero de cachorrito mientras tomaba del brazo a su alfa para hacer más demandante su petición del raro antojo.

Con una sonrisa dulce Junta guió a su minino hasta el cine más cercano para comprar la petición de su pareja, compró las golosinas con la condición de que, aunque la baba de escurriese por su boca Takato no podría comer ninguna hasta llegar a casa. En cuanto lo hicieron el azabache se dirigió corriendo a la habitación por una cobija que llevó hasta el sofá de la sala, serró las cortinas para que no entrase luz y buscó alguna película en la tele mientras Junta tan solo lo miraba con ternura.

Al final termino por escoger "la princesa y el sapo" ya que era parte de los pocos recuerdos felices de su infancia, se colocaron en el sofá con la manta cubriéndolos, las palomitas en medio de ambos y Junta abrazando a Takato quien estaba embobado con sus tan amadas golosinas.

T-" Ya llegaré! Ya llegaré, todos querrán visitarnos ya, pero llegaré, ya llegaré" "no importa no tú origen, no importa incluso que serás, un can, lechón o res barbón. Todo cambia aquí (todo cambia aquí)"- Junta estaba más entretenido viendo como su pequeño cantaba las canciones y comía que en la película que creaba tales sonrisas. Cuando la reproducción de entretenimiento hubo acabado el menor ya había devorado todas las palomitas (las cuales Junta apenas probó) su cara y dedos estaban llenos de queso el cual lamió gustoso.

Terminando el momento de película Y golosina Takato se aferró a la espalda y pecho de su alfa el cual comenzó una pequeña sesión de mimos y caricias hasta que su minino cayó profundamente dormido en sus brazos y los de Morfeo.

A pesar del congelado clima ruso los días allí fueron en exceso cálidos. Ese departamento en Moscú se llenó de risas, mimos, caricias, besos y afecto que alfa y omega sentían por el otro. Sumidos en un mar de chocolate, nubes de algodón y flora de caramelos en días cálidos como el verano.

Mi Destinado (suspendida hasta nuevo aviso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora