🌸Cap XXIX🌸

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POV Junta
Por fin el tedioso vuelo había acabado, Takato estaba recostado en mi pecho mientras yo acariciaba su cabello, en parte me molestaba que lo haya cortado, pero supongo que es una forma en la que los omegas representan cambios en su vida "serrando siclos"... aun no entiendo por qué hacen eso. me reí ante mis pensamientos lo cual atrajo la mirada de mi gatito.

T-que pasa?

J- jaja, nada pequeño, debemos bajar. Conocerás a un buen amigo. si bien tengo territorio en Asia no significa que no existan otras manadas. - le guiñe el ojo y tomamos lo necesario para bajar.

Como es costumbre tengo una casa aquí en Japón, es una clásica de un piso, de madera y puertas corredizas... clásica, a fin de cuentas.

Entramos a la habitación principal y él empezó a sacar las cosas de las maletas mientras yo me metía a mi computadora para ver el archivo que me había mandado Yurie sobre el problema en Japón que a comparación con lo que sucedió en Rusia esto era por tratos comerciales y no por pelea de territorio.

T-Chunta...

J-...si amor?

T-como haces teniendo tantas casas si la principal está en España?

Deje mi trabajo por un momento y me dirigí a donde mi pequeño se encontraba, pase mis manos por su pequeña cintura dejándolas sobre su cálido estómago, pose mi barbilla en su hombro y exhale lentamente.

J-tengo personal que se encarga de mantenerlas en buen estado, limpieza y esas cosas. si ellos no tienen casa se las presto en lo que encuentran un lugar el cual hacerlo su hogar. - sentí como su boca se torcía y una pequeña sonrisa, dejé un beso en su mejilla a lo cual el soltó una risilla y seguimos con nuestros trabajos.

Eran las 6:10 de la tarde y aun no comíamos, mi estomago gritaba por alimento y mis ojos por separarse de la tediosa luz artificial que emitía la maquina frente a mí, eh estado tan sumido en mi trabajo que hasta ahora no había notado que el olor de Takato era tenue, indicándome que ya hacía tiempo que había salido de la habitación, deje la computadora en la mesilla que estaba frente a mí y me levante algo alterado, no sentía algo relevante a través del lazo lo cual me preocupaba más.

Sali algo alterado de la habitación con dirección a la salida de la casa, pero algo me detuvo en seco, escuche la voz de mi pequeño gatito hablando con alguien.

T- Hai, tasukete kurete arigato. (si, gracias por su ayuda) -por las rendijas vi como una señora ya de edad se alejaba con las manos descansando en su espalda algo encorvada.

En el piso se encontraban algunas bolsas con diferentes ingredientes e instrumentos para cocina, me dirigí a donde se encontraban para tomarlas y al levantarme besé a mi gatito en la frente, dejé las cosas en la cocina para luego ver a Takato recargado en la puerta de la cocina esperando a que fuera hacia él.

J-a donde fuiste? - me acerque con los brazos extendidos para darle cancha libre de que se acurrucara en mi pecho.

T- había algunas cosas que hacían falta y fui por ellas- me miro con una sonrisa de niño travieso para luego separarse de mi e ir a cocinar, la vista era hermosa, quería congelarla en ese momento y guardarla para siempre, mire el anillo negro que posaba sobre mi dedo anular y recuerdos de hace algunos años vinieron a mí, recuerdos de cuando me revolcaba con Yurie incluso después de haber encontrado a Takato y lo molesta que se puso cuando se encontró con él por primera vez.

Sentí como mil cuchillos se clavaban en mi pecho con cada imagen que pasaba en mi mente, con cada toque que le di a una piel ajena, cada beso, cada estocada era una nueva puñalada de culpabilidad. Sentí unas manos delgadas y tibias en mis mejillas, un par de zafiros me miraban con preocupación, apoyo que no merezco.

T-estas bien? ¿Qué pasa? Aquí estoy para ti, lo sabes ¿verdad? - sus labios tocaron los míos tratando de plantar ese pensamiento en mi sin embargo no me abandonaba la culpa, pero no era lo suficientemente valiente como para plantarle la cara y decirle lo ocurrido a mi omega, no tenía el coraje para decirle que su alfa era un patán que le había puesto los cuernos.

Le sonreí débilmente mientras besaba la palma de su mano que estaba en mi mejilla. La cena fue tranquila, escuché como Takato la paso cundo fue de compras y lo feliz que estaba de ver nuevamente el país de sus raíces.

🌅🌅🌅

Desperté algo aturdido, el sol me resultaba molesto y el canto de las aves comenzaba a darme jaqueca, el malestar en mi cabeza no me dejaba siquiera soportar el ruido de la radio y no sé si una fiesta sería buena idea el día de hoy, simplemente me apetecía quedarme en cama, en silencio y abrazado de mi omega.

T-que te disgusta Chunta? - Takato entro con una bandeja de desayuno, unos panqueques con mermelada y huevo junto con té de manzanilla. Me senté en la cama y recibí la bandeja para que el pudiera entrar a la cama junto a mí.

J- te he dicho que te amo? - deje la comida de lado y comencé a devorar su cuello con pequeños besos haciendo que riera como tanto me encanta.

T-jaja basta, basta ya ángel hambriento - deje de jugar un momento para verlo a sus hermosos ojos azules con un toque de preocupación en ellos. - un matrimonio se basa en la confianza, cariño, que pasa? puedo sentir tu molestia- por un momento había   olvidado que una de las cosas que hacia nuestro lazo era sentirnos mutuamente, no di detalles de mi culpa, y claro, no le iba a decir lo de Yurie, no quería que me viera como el alfa patana del montón que soy. Pude notar que no se tragaba del todo mi cuento y es comprensible siendo el mejor agente de ONU, aun ante su duda no insistió y dejo el tema, puede que haya notado que no quería continuar con esa conversación.

Mi Destinado (suspendida hasta nuevo aviso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora