Las manos le dolían y estaban blancas de tanto apretarlas. Llevaba toda la tarde tratando que el dolor se esfumara, pero ya había probado de todo, los calmantes, la crema, los guantes y el agua caliente, nada cesaba el dolor que sentía esa tarde de lunes.
Ya a la mañana siguiente Mika se encontraba mejor, por lo que no le costó tanto tomar la ducha y bajar a desayunar con su familia. Su madre vestía un vestido parecido al que había usado el domingo en la iglesia, y cada vez más notaba ese pequeño gran cambio que crecía en su interior.
—Má, ¿cuándo tienes cita con el doctor? Me gustaría acompañarte.
—Ayer era la única hora libre que tenía el doctor, lo siento pequeña. Por eso le pedimos a Harry que te acompañara —se acercó a besar su frente y sonrió levemente—.En la próxima iremos juntas, lo prometo.
Los ánimos en el instituto estaban por el piso a esa altura del años, tan sólo faltaban dos días para que el semestre acabara y con ello, tres meses a libre disposición para los chicos, los que aprovecharían patinando, en fiestas o simplemente durmiendo. Cosas no muy complicadas.
Liam y Niall al parecer habían olvidado su discusión del día anterior, debido a que Liam había dado vueltas en su cabeza al asunto durante toda la tarde y tomó una decisión: ella elegiría. No sacaba nada con perseguirla si ella se enamoraba de Niall, y si era sincero, ya lo tenía previsto, su amigo siempre era el que llamaba la atención, él sólo era el chico que sonreía y contaba buenos chistes, para pasar un rato tal vez, no para formar un lazo más grande que eso.
Niall y Mika no se vieron durante todo el día, sin embargo, ninguno olvidó su compromiso: puntualmente ambos estaban en la puerta de salida, aguardando por el buen momento que pasarían.
—¿Quieres una soda?, hace mucho calor —ofreció Niall después de algunos pasos dados fuera del edificio.
—No te preocupes, estoy bien.
—¿Y Danhy?
—Le pedí a Cassie que viniera por él.
Obviamente ninguno de los dos diría algo que pudiera delatarlos, pero antes de lo que pensaron habían llegado a una especie de feria, pero llena de puestos con cosas de gran valor y antigüedad. Sin cruzar palabras ambos recorrieron casi todos los puestos buscando el libro verde, pero no podían hallarlo. Caminaban uno al lado del otro, a una distancia prudente para evitar roces innecesarios.
Fue exactamente una hora después de su llegada que lo encontraron, claro, no era el mismo, ese era mejor, era una recopilación casi completa de William Butler Yeats. Lo habían visto los dos pero se habían acercado cada uno por su cuenta a revisarlo y sin darse cuenta, lo habían tomado al mismo tiempo.
—Anda, velo tú. Yo puedo esperar.
Mika hojeó con cuidado de no romper ni una sola parte del libro, el cual parecía que en cualquier momento se desvanecería de entre sus dedos. Allí estaba su favorito, además de poemas que a penas habían sido publicados pero estaban desaparecidos.
—Debe costar una fortuna, mira el empaste. —Comentó Mika una vez que Niall terminó de verlo. El chico volvió a observarlo en busca de alguna etiqueta o algo que indicara su valor, pero no había nada.
—Disculpe, podría decirme el precio de este libro, por favor.
—¿En dónde estaba? —era un hombre de voz rasposa que tenía un cigarrillo entre los labios, dándole un aspecto rudo y hasta desconfiable. Mika señaló un espacio vacío y él asintió—. Son veinte euros, pero te lo puedo dejar a dieciocho.
Mika buscó entre sus bolsillos y encontró tan sólo once euros y algunas monedas que no le servirían de mucho para su adquisición.
—Yo puedo poner la diferencia Mika.
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La chica de los mil pañuelos.《Niall Horan》|corrigiendo|
FanficLa Tierra es el lugar de lo transitorio, de aquello que pasa, de aquel que cae, de aquel que yerra, de aquel que muere...nada es prefecto. El Cielo es el lugar de la perfección, de lo inmutable, de lo eterno, donde nada perece. -Cuentos con alma. E...