CAPÍTULO 7

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−Entonces esperas que nos volvamos carnada, ¿Verdad?

Pablo estaba cruzado de brazos y apoyado en su moto. Me miraba con una ceja levemente alzada expectante por mi respuesta. Estábamos todos a las afueras del colegio charlando.

−En términos más coloquiales −Dije−, sí.

Él alzó la ceja lo que más pudo mientras que el resto se quedaba serio y en silencio. Sentía que Pablo era como el líder, pero tal vez fuese porque es el mayor entre todos.

−Si el plan funciona podría, no solamente Michael y yo salir bien librados, sino muchas personas más.

− ¿Cómo estás segura de que ellos van a aceptar el soborno? −Preguntó José− Quiero decir, ¿Cómo tu amiga está segura de que ellos aceptarán ese soborno? Ella sólo lleva unos meses de conocerlos.

−Pero yo llevo casi toda mi vida con ellos, la madre de una de ellas nunca permitiría que se arriesgaran si llegaron a un callejón sin salida, además ellas les enseñó a saber cuándo ser precavidos. Ellos no tomarán riesgos innecesarios.

− ¿Basas tus suposiciones en lo que una mujer loca les enseñó? −José tenía las manos en la cintura y el ceño fruncido−

− ¿Mujer loca? No son suposiciones sobre mujeres locas.

−Es una suposición de una niña entonces. −Comentó Pablo.

− ¿Una niña?

−Sí, una niña que apenas y puede cuidarse sola.

− ¿Perdón? ¿Eso soy para ustedes? ¿Una niña que no puede cuidarse sola? ¿Quiénes se creen ustedes?

−No nos vamos a arriesgar por un plan hecho por una niña de 16 años que a duras penas debe saber lavarse los calzones.

− ¿Quién hizo el plan de llevarme en moto hasta mi casa y entre todos ser escoltas para asustar a estos imbéciles?

−... Pues Michael, pero...

−Pero nada. ¿Cuántos años tiene Michael?

−... 16.

-Ah, qué interesante dato. Un niño de 16 años que a duras penas debe saber lavarse los calzones.

−Pero es que a Michael lo conocemos.

− ¿Saben qué? Me importa un carajo. Si no querían participar del plan está bien, pero no era necesario que me trataran de una "niñita que no se sabe cuidar sola". Esta pelea es estúpida.

Había dejado mi maletín a mis pies para que no me pesara mientras hablaba, pero ahora lo había acomodado en uno de mis hombros para comenzar a caminar.

No iba a irme con ellos. Entendía que no querían arriesgarse, pero esa no era la forma de decir que no.

−Dalila, espera.

Escuché la voz de Michael detrás mío, pero no aminoré el paso. Escuché sus pasos acercarse y luego sentí su mano en mi hombro.

−Oye, no te vayas sola. Los P o como les digas te pueden emboscar.

−Déjame en paz.

−Dalila, no actúes como una niña pequeña.

En ese momento me detuve en seco. Le quité la mano de mi hombro con brusquedad y lo miré a los ojos con expresión enojada.

− ¿Niña pequeña? ¿Es enserio? Si no querían participar hubiesen dicho "Hey, no queremos participar, muérete sola jajaja, vete por la sombrita" y yo hubiese dejado el tema ahí, no era necesario que dijeran que todo son suposiciones y que soy una niñita.

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