Me senté en mi lugar sintiéndome agotada mentalmente, ya era el segundo día de colegio. Ya no me sentía triste sino irritable, y eso era malo más que nada para mí. Cuando alguien se siente mal y trata de la misma manera a las personas los comprendo de alguna manera porque sé que están pasándolo mal y a veces es difícil controlarse en ciertos casos, pero cuando yo me siento mal no soy capaz de tratar mal a alguien, porque pienso que tal vez esas personas estén pasándola mal y se van a sentir peor, así que me lo guardo todo. No sé qué tan orgullosa debería sentirme de decir que soy muy buena reprimiendo esas cosas, pero soy buena aguantando y casi nunca exploto.
El día de hoy tenía química a primera hora y yo no soy muy buena en química, ¿No entender nada no los pone de malas? A mí sí. Fui al baño en mitad de la clase porque me estaba doliendo la cabeza, pensar tanto le hacía daño a mi cerebro. En el camino encontré a Patricia y a Sebastián peleando, en cuanto me vieron dejaron de pelear y Sebastián se fue al salón, Patricia tenía una expresión colérica, pero la veía comenzar a lagrimear. Corrió al baño y yo la seguí, no sin antes mirar por donde Sebastián se había ido.
−Patricia, ¿Qué pasó?
− ¡Sebastián, eso me pasó! ¡Yo no sé si es que el me ve cara de idiota o qué!
− ¿De qué hablas? Cálmate y me cuentas.
Ella se frotó la nariz y se lavó la cara, respiró profundamente y se sentó en el lavamanos mirando al suelo. No eran ni las ocho de la mañana y ya la gente tenía un horrible día.
−Hace una semana todos los amigos de Camila volvieron de sus viajes, entre ellos estaba Geraldine, sólo que ella se vino antes de tiempo y no se quería quedar sola o alguna estupidez así y llamo justamente a Sebastián para pasar el rato con ella, como si no tuviese amigos de su otro colegio o algo así.
−Bueno, a lo mejor y él quería ser buen amigo.
−Dalila, un día él y yo fuimos al cine para una cita, él le contó a ella y ¿Sabes qué hizo? ¡Fue a aparecerse allá en el cine! Dijo que no veía problema porque eran amigos. Obviamente me enojé, pero él no se veía ni un poco molesto por que ella nos arruinara la cita. ¿Sabes qué es lo peor? Fuimos a ver una película de suspenso y ella se puso a hablar toda la película diciendo "No entiendo, no entiendo" como una estúpida y se "asustaba" en partes que no daban nada de miedo sólo para agarrarse del brazo de Sebastián. Dice que le da pena dejarla solita y un montón de tonterías más. Sebastián es sólo un idiota.
Cada palabra que lanzaba la decía con tan tensa y con tanta rabia que me daba miedo que fuese a romper algo de la rabia, también tenía la mandíbula muy apretada y podía escuchar el rechinar de sus dientes y presentía que iba a romperse los dientes si no se detenía ya.
Se lavó la cara y respiró profundamente. Entramos juntas ya clase y ella ni le dirigió la mirada a Sebastián. Decidí que al rato le preguntaría a Sebastián su versión de los hechos, porque puede ser un idiota, pero no estoy muy segura de cuál es el límite de su estupidez.
La siguiente clase era arte y la profesora (una mujer bajita y regordeta, bastante agradable) nos pidió que nos hiciéramos en pareja y dibujáramos a nuestro compañero con las bases de dibujo que nos había enseñado el periodo escolar pasado. Marcia y yo pensábamos decidir quién de las tres iba a tener que hacerse con alguien más (las desventajas de ser un trío), pero Marta se adelantó y dijo que no había problema, que Marcia y yo nos hiciésemos juntas. Marta miró tras de mí y vio a Michael, sin pensarlo le preguntó si quería hacerse con ella y Michael aceptó trastabillando.
Hice como si nada y me senté junto a Marcia. Tomé dos de las hojas que la profesora tenía en el escritorio y volví a mi asiento. En el camino noté que Patricia y Sebastián estaban juntos, uno frente a otro con el ceño un poquito fruncido y en silencio con las hojas en sus manos. Yo seguí derecho hasta el fondo del salón.
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Damage.
Teen FictionDalila solo quería terminar sus últimos dos años en la escuela viva y tranquila, pasando desapercibida como lo había hecho desde que el salón se dividió en populares e impopulares. Desgraciadamente la vida no es como tú quieres sino como el azar y l...