CAPÍTULO 10

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Las semanas pasaron rápidamente hasta llegar al día anterior de la kermés. Estábamos organizando el salón para que realmente pareciese una cafetería y, a mi parecer, todo estaba quedando perfecto.

De un momento a otro el director del colegio entró al salón. Todos detuvimos lo que estábamos haciendo y saludamos respetuosamente al hombre, en respuesta él hizo un gesto con la cabeza y se secó la frente con un pañuelo.

−Sólo pasaba para ver si las cosas están terminadas, ¿Cómo están, muchachos? ¿Emocionados por la kermés de mañana? −Los estudiantes respondieron afirmativamente y el director sonrió− Vale, pues, espero que se diviertan el día de mañana.

Todos corearon un "gracias" antes de que el director se fuera. El hombre se disponía a irse, pero Camila lo detuvo.

−Disculpe, señor, ¿Los padres pueden venir?

−Oh, señorita Aguirre −Respondió el director−. ¡Claro que pueden asistir, pueden traer los invitados que quieran!

Ella dio un saltito de felicidad y soltó una exclamación, el director sonrió y se fue. Camila salió un momento al baño y yo me quedé hablando con Michael.

− ¿Van a venir tus papás? −Me preguntó.

−No sé, mi mamá no estará trabajando a esa hora, pero estará descansando. Mi papá tal vez venga. ¿Y los tuyos?

−Supongo que no. Mi papá está ocupado en su trabajo y no quiero molestarlo, y a mamá no le importo.

− ¿Por qué dices que no le importas?

−Porque ella es así.

−Bueno... −Intenté cambiar el ánimo de la conversación− ¿Y si intentas decirle a tu papá? No pierdes nada con intentarlo.

−Tal vez debería.

−Al fin y al cabo, eres el protagonista, es más importante que un barista.

−Barista y todo, pero probablemente tu papá te tomará mil fotos recordando tu primer empleo.

− ¿Esto cuenta como empleo? −Reí.

−Supongo. ¿Qué van a hacer con las ganancias?

−Las vamos a usar para reponer el dinero que usamos en los materiales o haremos un viaje. Cuando termine lo de la kermés lo pondremos a discusión con todo el salón. También depende de cuánto ganemos, claro.

Michael asintió y se sentó en el suelo recostándose contra la pared. Palmeó el suelo a su lado y me senté yo también.

− ¿Cuándo es el cumpleaños de las gemelas?

−Dentro de 10 días.

− ¿Crees que me inviten a su fiesta de cumpleaños?

− ¡Hablado de eso! −Grité recordando algo− ¡Patricia, ven un momento!

− ¿Qué? ¿Qué dije?

Él se vio notoriamente confundido y su expresión lo confirmaba. Patricia se acercó a nosotros con curiosidad. Miré con cautela dónde estaban las gemelas y vi que estaban ocupadas organizando el menú en una pared.

−Oigan, ¿Me pueden ayudar en algo?

− ¿En qué? −Preguntó Patricia sentándose en modo indio frente a mí− Mientras no sea nada ilegal yo te ayudo.

−Es que las gemelas van a cumplir años, así que quería saber si me podían ayudar con su fiesta de cumpleaños.

− ¿Las gemelas cumplen años? ¿Cuándo?

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