__ ¡¿Que?!
Antes de siquiera cambiarse de ropa al llegar a casa, la agente rebuscó en la nevera de aquel tequila de tapa zul que actuaba como su salvavidas cuando todo salía una desgracia; después de tomar tres chupitos se animó a llamar a su padre para informarle los acontecimientos de su primer día infiltrada, recibiendo de él un monosílabo demasiado alto, tanto que tubo que alejar el teléfono de su oido.
__ ¡¿Que?! Pero que mierda, sabía que esto era un error ¡Carajo!
Dejó a un lado el pequeño vaso y cogió del pico de la botella mientras se sentaba en el piso con sus piernas cruzadas aún escuchando en la otra linea las maldiciones de su capitán, las maldiciones de su padre.
__ ¡Pero que estabas pensando Hanna! Solo tenías una tarea y a la primera oportunidad la jodes ¡Por un demonio, que estupidez!
Cerro sus ojos después de que el liquido ahora dulce recorriera su garganta, ya iba dos bocados de aquel trago y la sensación de ser una inútil iba desapareciendo. Si alguien pudiera verla tirada en una esquina de su apartamento, con algunas cajas aún sin desempacar, con el celular en su oido y la manera en que se aferraba a la botella; sentiría lástima por ella y tal vez le tirarían unas monedas por compasión.
__ ¡Mañana vuelves a la dependencia, estás retirada del caso!
__ ¡Esto es una mierda!
El alcohol la volvía valiente.
__ ¡Una palabra más y juro que no tendré consideración de que eres mi hija!.
__ ¡¿Acaso alguna vez la has tenido?! Por favor, padre, sabes que las normativas no van conmigo pero siempre, siempre he conseguido sacar a flote mis misiones.
__ ¿Entiendes que esta misión no es como las que has tenido antes? ¡Esto no se le compara! ¡Aquí juegas con tu vida!
__ ¡Claro que lo sé! Me dejé llevar pero no volverá a suceder.
__ Mi respuesta es no.
__ Padr...
__ ¡Le he dicho que no agente! - la interrumpió - Y es una orden de su capitán.
__ Quiero vengar la muerte de mi madre, si me quitas de esta investigación juró que también morirás para mi - sus palabras salieron aglomeradas mientras apretaba la mandíbula y raspaba los dientes; en este punto, el alcohol hablaba por ella.
El silencio al otro lado del teléfono le indicaba que sus palabras habían afectado al interlocutor. El remordimiento trataba de entrar en su cabeza pero la rabia y el alcohol impedían que siquiera se asomara. Jamás desearía la muerte de su padre, por más duro que fuera era la única familia que le quedaba, por ello aquella frase que salió por primera vez de sus labios no solo afectó al que lo escucho si no también a la que lo dijo.
__ Esta bien. Solo trataba de cuidarte, eres lo único que me queda pero si tu decisión ya ha sido tomada no puedo hacer nada al respecto.
La imagen que apareció en su mente al escuchar esas palabras fue la misma de cuando su padre lloraba desconsoladamente la muerte de su amada cuando ella tenía quince años. Y con esa imagen sintió repugnancia de ella misma.
__ Señor no tiene de que preocuparse, se cuidarme sola y se lo he demostrado.
__ Si, de ahora en adelante mi trato y preocupación será la misma que la de cualquier agente.
Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Hanna pues ella siempre pensó que el trato de su padre hacia ella era ese sino es que peor.
__ Tendré mas cuidado y no cometeré mas errores.
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Mirando al Cielo
Fiksi RemajaLa vida seguía a pasos agigantados dejando atrás a aquella mujer madura de mirada perdida, los suspiros salían de sus labios con más frecuencia; miraba al cielo tratando de encontrar respuesta a su sufrimiento, a su falta de vida. Hasta que la vió...