Arco III: Un nuevo mundo
Cap. 4—Mira quién tenemos aquí: Ash Ketchum. Por tu culpa no hay muchos participantes para la próxima liga.
—¡No es mi culpa que hayan entrenadores tan malos!
—Primero que nada, Ash, quién es él— pregunté.
—Pues el famoso Gary Oak. El Campeón de la Liga.
—Mucho gusto— me extendió su mano.
—Igualmente— estreché su mano.
—Vine a buscarlos a ambos.
—¿Para qué?—preguntó Ash.
—Para acabar con los Flare...
.........................
Estábamos en jardín de la casa entrando a la noche.
—He firmado acuerdos con varios campeones que me apoyarán. La idea es que ellos se lleven a personas con gran potencial. Arceus ha enviado ángeles personales, como el Absol de Serena.
—¿Qué tanto potencial hay en mi región?
—Mucho y muy desperdiciado. La opresión de los Flare es enorme. Hay personas que podrían ser entrenadores. En Kalos, los pokémon nativos han sido llevados a otras regiones, como tu Greninja, Ash.
—¿Cuál es el objetivo de ese tal Lysson?— preguntó Ash.
—No lo sabemos. Solo sé que evitaría que la gente salga de Kalos para conocer la libertad. Por eso, los trabajadores de Seal S.A que van a Kalos son todos de Kanto, para evitar escapes cómo el tuyo.
—¿Hay alguien más de camino?—pregunté.
—Una tal Miette. Pero ella va hacia Hoenn.
Esas palabras me iluminaron los ojos.
—¿La conoces? —preguntó.
—Es amiga mía. Me pregunto como le irá con el viaje.
—La estrategia de escape no es la misma que tu usaste. Eso es para evitar sospechas.
Gary terminó de hablar con nosotros. Ya era de noche. Ya habíamos cenado. Yo tenía ganas de dormir.
Mientras tanto en Kalos...
Lysson estaba recorriendo mi antiguo pueblo.
—¿Cómo diablos logró escabullirse? Es imposible esconderse de nosotros.
Lysson se fue hacia un río que quedaba cerca.
—Señor Lysson— llamó un hombre algo gordo.—¿No cree que haya escapado?
—Es imposible, Xero. Ella estaba vigilada, todos los reportes decían que ella no salía de casa.
Un aura extraña rodeó a Xero. Estaba bajo un control mental. Después de unos segundos de sufrimiento, Xero quedó bajo merced de una Mega-Gardevoir.
—Este asunto no te concierne...—dijo la pokémon.
Bajo el control psíquico, Xero se lanzó al río. Lentamente se acercó una mujer vestida con un kimono blanco. Al lado izquierdo de su cintura, traía una extraña espada katana.
—Nos volvemos a ver, Diantha, ¿o prefiere que la llame, "Campeona de Kalos"?
—No vendría mal que me llame así. Es el título que me corresponde.
—"Correspondía"—corrigió el pelirrojo.
—Si no fuera por tu intervención, la llamarían con ese título más a menudo—interrumpió la Gardevoir. Lysson solo suspiró.
—¿Sabes algo de mi hija?
—Abandonaste a tu novia con unas cuantas semanas de embarazo. ¿Ahora te preocupa el fruto de su relación? Han pasado 16 años—dijo Diantha.
—Esa chica tiene determinación. Me gusta como piensa—dijo Lysson.
—La quieres solo para que sea tu muñequita al mando.
—¿Y que tiene? Es mi hija.
—¡Abandonaste a TU novia y a TU hija! Dime la verdad. ¿Mandaste a matar a Grace solo para quedarte con Serena?
—Si te soy honesto, sí.
—Eres un desvergonzado.
—¿Acaso sabes dónde está?
—Fíjate que no. Además, ni te importaría.
—¡Claro que me importa!—Lysson sacó de su saco una pistola y apuntó a Diantha.—Me encargaré de que ese kimono tan ridículo deje de ser tan blanco.
El hombre disparó. Gardevoir se interpuso al disparo y lo repelió con un escudo psíquico. Luego, usó teletransportación para lanzarse al río.
—No te deseo suerte, sería de mala educación— dijo mientras caía lentamente al río. Sacó una pokéball de su manga para sacar un Lapras. Gardevoir usó teletransportación para que ella, Diantha y el Lapras se fueran sin dejar rastro.
—Acabas de escapar por un río... ¡un minuto!—Se fue donde habían unos cuantos soldados— ¡Revisen todos los ríos y costas, busquen rastro de ella!
Mientras tanto en la costa, sobre ese Lapras estaban la mujer y su ángel-pokémon.
—¿A dónde vamos?—preguntó Diantha.
—A Johto, recorreremos un poco esa región.
—¿Ahí es dónde está la otra espada cómo esta?
—No. La otra Mega-Katana está en Kanto, en Pueblo Lavanda.
—Ya veo... ¿Crees que esa chica esté a salvo?
—Serena ya encontró familia y trabajo. Pronto ella y su Absol encontrarán la otra Mega-Katana.
—Ya veo.
En mi casa, Lysson seguía isnpeccionándola.
—¿Cómo hizo para llevarse tanto? No hay nada de ropa, la alacena está vacía.
Salió de la casa y suspiró.
—Esa chica debe ser muy astuta para poder salir de Kalos.
Espero que le esté gustando.
767 palabras :v

ESTÁS LEYENDO
Serena y el Ángel-Pokémon
FanfictionKalos... una región que vivía con alegría y... libertad... Pero llegó un día, día en el que algo o alguien destruyó esa Kalos. Si tu tienes un ser querido que luchó contra ese alguien, y ese alguien es el responsable de que pierdas a ese ser querido...