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3-Noviembre-2023.

Dejó la última de sus cajas en un costado, sobre las otras, y soltó un suspiro de alivio. El viaje la había agotado, asi que simplemente se dejó caer en la cama, a pesar de que esta no tuviese las sábanas puestas. Cerró los ojos durante un par de segundos, luego los abrió y se dedicó a observar la que, de ahora en adelante, sería su habitación.
Era espaciosa, pero demasiado blanca para su gusto, eso no era realmente un problema, ya empezaría a tomar color en cuanto pusiera sus mantas y almohadones de colores. En la pared a su derecha podría hacer un mural con fotos, parecido al que tenía en San Francisco, podría mover el escritorio que tenía frente a la cama y colocarlo bajo la ventana, la cual le proporcionaba una bonita vista hacia el enorme parque que rodeaba la base...

-¿Se puede?- una voz femenina al otro lado de la puerta la sacó de sus pensamientos.

-Adelante-. Respondió.

April y Wanda entraron, esta última haciendo flotar una bandeja con tres vasos de jugo de naranja y sándwiches, ambas con una gran sonrisa.

-¡Hola, hola!- Saludaron al mismo tiempo.

-¡Hey, chicas! Pensé que iban a dejarme sola desempacando- bromeó.

-Fuimos a buscar un refrigerio- contestó la mayor, mientras se acomodaban en el suelo.

-Además, llamé a Michelle para decirle que prepare su bolso porque Happy pasará por ella en media hora y la traerá aquí- comentó April, como si nada.

-Genial, ya quería verla.

-¿Emocionada?

-Oh, sí ¡demasiado!- Chilló-. Es decir ¿quién no estaría emocionado de vivir con los Vengadores?

-¡Eso es injusto!- Protestó la hija de Stark, haciendo un puchero-. Ustedes vivirán juntas ¡sin mi!

-No exageres mujer. Prácticamente te la pasas aquí- bromeó Wanda, dándole un golpecito en el hombro.

-Pero el lunes es mi primer día de clases y, obviamente, tendré que ponerme al día asi que ya no tendré tanto tiempo para venir.

-Mira el lado positivo, este año me tendrás contigo- comentó Cassie, mientras le daba un mordisco a su sándwich.

-¡Eso es injusto! Ustedes irán a la escuela juntas ¡sin mi!- Dijo la mayor de las tres, imitando a April, quien le sacó la lengua de manera infantil.

La joven Lang miró a las dos castañas reír y se sintió muy afortunada. Aquellas chicas eran magníficas: una de ellas contaba con poderes inimaginablemente grandes y tenía varios años más que ella; por otro lado estaba la hija de el mismísimo Iron Man, con habilidades extraordinarias para las computadoras y portadora de una armadura estupenda. Ambas habían participado en dos de las peleas más grandes del universo (sin contar con todas las otras en las que Wanda se había visto involucrada), estuvieron dispuestas a dar su vida por los demás y perdieron a personas muy cercanas a ellas. Sin embargo, estaban allí, sonriendo, junto a una simple niña de San Francisco. Estaban sentadas en el suelo de su habitación, rodeadas de cajas de mudanzas y comiendo un simple aperitivo.

-Gracias...- Aquel susurro se le escapó de la garganta.

Las mayores la observaron un momento, buscando en su mirada el por qué de lo que acababa de decir. Sintió un flechazo en su mente, la Bruja Escarlata le estaba leyendo el pensamiento.
Una sonrisa apareció en el rostro de la Sokoviana, quien le dijo algo al oído a la otra muchacha, haciéndola sonreír también.

-Gracias a tí, Cassie.

***

-Entonces... ¿ya te vas otra vez?- Carol saltó en su asiento al escuchar la voz de Rhodey a sus espaldas.

Avengers: Social Media.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora