Lessons in Lust // Kookmin

8- Te deseaba

- Fue de lo más romántico, y cuando volvimos a la playa...- Jin hace una pausa dramática- ¡Me pidió matrimonio!

- Wow, ¿en serio?- lo mira asombrado- ¿Y le dijiste que sí?

- ¡Claro que le dije que sí! Estuve a punto de enviarte un mensaje en ese mismo momento, pero es la clase de noticia que es mejor dar en persona, así que...

Jimin sacude su cabeza con incredulidad, no podía creer que su mejor amigo iba a casarse- ¡Felicidades! Así que, por fin está listo para comprometerse.

- Sip- Jin asintió- Ha dicho que nuestra última ruptura le afectó de verdad. Fue tan dulce, nunca lo había visto así. Estoy tan feliz- ambos se abrazan por un rato, mientras que Jimin lo sigue felicitando. Cuando se apartan, Jin vuelve a hablar- ¿Y qué hay de ti? Llevamos mucho tiempo sin hablar.

- No tengo mucho que decir- le dice él, sonando desinteresado- He estado ocupado.

- ¿Tu nuevo trabajo va bien?

- Sí. En realidad, sí. Hasta ahora estoy teniendo bastante éxito- le es inevitable no recordar el rostro de Taehyung y su agradable sonrisa, ¿estaba mal que quisiera volver a verlo?

Su amigo ni siquiera se da cuenta de que Jimin tenía la mente en otro lado- Eso es genial. ¿Y qué haces exactamente? Dijiste que tenías que mudarte...

- Bueno, trabajo para un tipo rico excéntrico y antisocial- explica él- Soy asistente personal.

- ¿Asistente personal?

- Um, sí- ¿por qué se le daba tan mal mentirle a su mejor amigo?- Mi jefe necesita a alguien que le organice el día, conteste llamadas, le recoja la ropa de la lavandería, le pida la comida...

-Suena horrible- le interrumpe Jin con una mueca, a lo que Jimin ríe.

- He estado trabajando día y noche, pero la paga es magnífica.

El chico asiente en comprensión- Así que así es como has salvado la casa.

- Básicamente.

Entonces, su amigo mueve ambas cejas con picardía- ¿Y quién es ese tipo rico?- la cara que le pone Jimin es suficiente para dejar su broma de lado- Ya, ya. ¿Sabes si busca a otra persona para algún trabajo? Porque yo odio el mío.

De sólo pensar en su amigo trabajando para Jungkook se le revolvía el estómago. No, no, eso no podía suceder.

- Creo que no- le dice- Es muy introvertido.

Jin se echa hacia atrás con evidente desánimo- Eso apesta. De no ser porque voy a casarme, ahora mismo estaría muy deprimido. Es sólo que tengo la impresión de no estar yendo a ningún sitio- este mira de reojo la ropa de Jimin y su bolso, y no había que ser un genio para darse cuenta que se había fijado que todo era de marca. Tal vez podría tener envidia, o tal podría estar sospechando.

Sea como sea, Jimin tenía que cambiar de tema. Puede que sea bueno mintiéndole a Taehyung, pero no lo era tanto cuando se trataba de su mejor amigo.

- En fin, ¿cuándo es la boda?- y la sola mención de aquella logra iluminar el rostro de Jin.

- No tengo ni idea, harán falta meses para planearlo todo. Y Namjoon tiene que invitar a todos sus colegas, y sus agendas son incluso peores que las mías. ¡Y deberías oír lo que dijo mi padre!

Cuando Jimin vuelve al apartamento esa misma tarde, Jungkook ya estaba allí, esperándolo. Y, como siempre, no luce demasiado contento. Ni siquiera llegó a quitarse el abrigo y cerrar la puerta que el pelirrojo empezó a hablar.