Final

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Los días habían pasado sin demasiado interés, simplemente yendo de aquí para allá en su búsqueda de empleo, porque ahora que su contrato con Jeon se había acabado era hora de buscar algo permanente y... diferente, por supuesto. El fin de semana llega antes de lo que le hubiera gustado. Tenía cajas a su alrededor, las cuales guardaban las pocas pertenencias que se había traído al apartamento. No puede evitar soltar un suspiro de pura nostalgia al observar el lugar. Decida lo que decida, este lugar no era más que un santuario temporal y tenía que regresar a su propia casa. Jungkook le había dicho que el alquiler cubría todavía otras dos semanas, pero no tenía sentido quedarse más tiempo.

¿Qué se supone que iba a hacer con su vida cuando acabe esto? Por fin estaba libre de deudas, ya no tenía que cuidar de Yoongi e incluso su mejor amigo estaba a punto de casarse. Jimin se tumba en el sofá, disfrutando de su reciente sensación de libertad cuando su laptop hace un sonido anunciando un e-mail nuevo.

Con cierta pereza, abre su correo electrónico y lee con incredulidad el mensaje de una de las empresas a la que le envió el currículum hace un par de días. Vuelve a echarse hacia atrás y se pasa una mano por el cabello mientras una sonrisa se plasma en su rostro. Joder, acababan de enviarle una invitación a una entrevista de trabajo, era increíble. Por fin su vida vuelve a la normalidad, ya podía imaginarse trabajando en una de esas oficinas, ser el asistente del CEO no estaba nada mal para él.

A modo de festejo, prácticamente corrió hacia la heladera y sacó el pote de helado que había estado reservando para ocasiones como esta. Después de llevarse la cuchara a la boca, sus ojos se cierran de pura satisfacción. La felicidad sabe a esto.

Pero, por supuesto, no puede aprovechar demasiado de su tiempo porque la hora avanzaba y tampoco podía olvidar el evento que tendría esa noche. Así que, con una receta en mente se ocupó la próxima hora de cocinar algo lo medianamente comestible y apetecible para ellos tres, esperando que sea de su agrado. Y no, no quería impresionar a nadie... No demasiado.

Todo el asunto de organizar una cena, de darle su espacio para pensar con claridad y elegir entre ambos no tiene mucho sentido después de darse cuenta de que estaba pensando en nadie más ni nadie menos que en Jeon Jungkook mientras cocinaba. Se moría de ganas de verlo, tenía que admitirlo. Echaba de menos la dulzura que oculta tras su actitud dura y lo mucho que se preocupaba por su bienestar cuando estaban juntos. Porque si en algo tenía que ser honesto, entonces eso era que Jungkook era en realidad la persona más cariñosa y bondadosa que alguna vez conoció. Incluso cuando este fingía no serlo.

Y sí, puede que Taehyung le nuble la razón, le robe el aliento cada vez que lo veía. Había sido una total sorpresa el darse cuenta de que él también podría ser un buen partido, pero su corazón ya había elegido con quien estar. El único problema es que no quería lastimarlo.

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Taehyung es el primero en llegar, siempre presumiendo aquella sonrisa arrasadora y actitud dominante cuando Jimin le abrió la puerta, no tardando demasiado en extender su mano con una rosa en ella.

- Estás precioso- le dice después de darle una rápida mirada. Y Jimin tenía que darle un punto ahí, porque apenas había tenido tiempo para vestirse apropiadamente.

Y como si se hubieran puesto de acuerdo, el pitido del ascensor suena y después de abrirse las puertas aparece Jungkook. Su caminar es tan cautivante como lo es su mirada a la hora de posarse en los ojos de Jimin, guiñándole un ojo después de señalar la botella de champagne que tiene en sus manos- Para celebrarlo cuando me escojas- su tono presumido les saca un par de risas y después entran en el apartamento.

Lessons in Lust // KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora