Lessons in Lust // Kookmin

13- Sumisión

Llegada la tarde fue cuando decidió adelantar un poco las cosas. Se había dejado llevar tanto por todo el juego con Taehyung, las lecciones de Jungkook y la seducción por ambos que casi se había olvidado de su vida, su verdadera vida. Así que citó a Kim en su club esa misma noche, era hora de terminar con todo de una vez por todas. Una parte de él se preguntaba si Taehyung se merecía que lo hiera de ese modo, pero sabía que se lo merecía; fue él en primer lugar quien había provocado todo esto al empezar su estúpida venganza, y Jimin sólo estaba ayudando a Jungkook a defenderse, además de estar protegiendo también los empleos de la gente como Lalisa y Felix.

Pero, a medida que se acercaba la noche, su nerviosismo iba aumentando. Antes de marcharse, comprobó que las cámaras espías que puso Jungkook sigan en su sitio y, una vez que todo estaba listo, se dirigió al club.

Al entrar en el Stigma un poco más tarde, se encontró con Taehyung hablando tranquilamente con unos amigos, ni siquiera podía saber lo que le esperaba.

Tocó el hombro del castaño y le sonrió en cuanto este se giró hacia él- ¡Sorpresa!

Taehyung se pone de pie al instante, dándole la bienvenida con una amplia sonrisa- Cariño, me alegro tanto de verte- lo besa en la mejilla y se despide de sus amigos con un ademán.

Ambos salen del club y se suben al coche para luego dirigirse a un restaurante. No uno demasiado lujoso, sino más acogedor e inclusivo familiar.

- Espero que una cena informal como esta te parezca bien- le dice una vez que se ubican en una de las mesas libres- A veces me gusta ir al sitio más cercano que tenga buena comida. Nada de platos elaborados ni camareros franceses- termina con una leve risa.

- Una cena relajada en un restaurante sencillo funciona para mí- concedió Jimin- Lo único que necesitamos es buena comida y la compañía del otro- le sonríe, tragándose la ansiedad, incluso sus manos parecían sudar debido al nerviosismo. Era muy probable que sea la última vez que Taehyung lo mire sin odiarlo por completo.

- Cuando terminemos de cenar, ¿qué tal si vamos a un sitio más íntimo?

Y sus palabras no lograban para nada calmar los nervios en él. Sin embargo, se las arregló para asentir- Me has leído la mente- extiende la mano sobre la mesa y la pone sobre la del castaño. Humedeciendo sus labios, lo mira a los ojos- ¿Qué tal si vamos a mi casa? Quiero conocer a tu yo real. Se acabó esperar, quiero dar el paso. Experimentar todo lo que quieras ofrecerme. Quiero que nos pertenezcamos por completo el uno al otro.

Sus palabras lo toman por sorpresa, puede notarlo en la expresión en su rostro y el silencio en él. Entonces se percata de aquel brillo en sus ojos, diciéndole cuánto le gustó escuchar aquello.

- Esa es una buena idea. Pero me has cogido sin preparar.

- ¿Qué quieres decir?

Taehyung nota la decepción en la voz del pelinegro y extiende rápidamente la mano para acariciarle la mejilla- Oh, no te preocupes, bonito. Sólo tengo que buscar algo de mi oficina en el Stigma. En donde guardo...- parece buscar las palabras correctas, entonces su sonrisa se vuelve algo lasciva- el equipo.

¿Debería preocuparse? Jodidamente sí, no podía pretender que no se pusiera nervioso si mencionaba algo como "su equipo". ¿Qué diablos era eso? ¿Sus herramientas para torturarlo?

Dejando sus pensamientos de lado, dió un corto asentimiento- Claro, Tae.

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Una vez que volvieron al club y Jimin se quedó esperando a Taehyung en la entrada, sacó su teléfono para enviarle un mensaje a escondidas a Jungkook.