¿Quieres Ser Mi Amante? | Emiliaco

15 - FINAL

Es Vivir O Morir, Pero Contigo.

Ha pasado una semana, una semana en dónde Emilio iba al departamento que había comprado para que Joaquín y él vivieran juntos después de ser consumado el divorcio tan solo para ducharse y acaso dormir de 3 a 5 horas y regresar al departamento de Joaquín para tocar la puerta esperando que ese muchachito maravilloso abriera la puerta pero llevándose una decepción al ser Nikolas abriéndole la puerta y ésta era una de esas veces.

- ¿No se cansa de tocar la puerta? - Nikolas acariciaba los rizos de Joaquín, durante la semana que había cursado, Joaquín mejoró bastante.

- ¿Irás a ver? - Joaquín a su vez acariciaba el pelaje de Delilah.

- Insistiré en que debe ir a casa, ya vuelvo.

Nikolas posó la cabeza de Joaquín en una almohada mullida del sillón y se levantó, caminando directo a la puerta, abriendo la misma y asustandose con la persona detrás de ella.

- ¿Emilio?, Pero, ¿No haz ido a casa?.

- Bueno... Tenía la esperanza de que... Quiero verlo.

- Sabes que eso... Hombre, debes ir a casa y darte una ducha larga porque apestas y dormir un poco.

Era cierto, Emilio necesitaba eso y mucho más, dos días sin ir al departamento, sin bañarse, dormir y comer algo, las ojeras eran consecuencia de eso más el aroma corporal nada parecido al aroma varonil que tanto lo caracterizaba.

- Solo una última vez y prometo no volver, necesito escuchar de su propia boca que no quiere verme jamás y yo voy a desaparecer.

- Nunca te cansas, ¿Cierto?, Emilio entiende que le haces daño, desde que llegamos a casa no haz dejado de venir, meter notas bajo la rendija de la puerta, mandar arreglos florales y tocar todo el día la puerta, debes darle tiempo, él...

- Niko, déjalo entrar - La voz suave de Joaquín lo llenó de esperanza, su corazón palpitaba desenfrenado en su caja torácica, la vida regresaba a su interior.

- Joa, ¿Estás seguro?.

- Sí.

Nikolas asintió y se hizo a un lado, Emilio entró con cautela, mirando con atención el rostro cansado de Joaquín.

- Bueno, iré a surtir la despensa, ustedes hablen - Nikolas agarró una bolsa de tela, la llave, el dinero y salió, dejándolos solos.

- Te traje flores - Emilio estiró su brazo derecho un poco, poniendo enfrente un ramo de tulipanes marchitas frente a Joaquín, sacándole una pequeña sonrisa.

- Gracias... - Tomó el ramo y lo puso en la mesita de centro.

- También traje un chocolate, tu preferido, chocolate blanco con trozos de galleta pero me dió hambre y me lo comí.

- Emilio... Yo... Me iré de Washington.

- ¿Qué?, ¿Cuándo?, ¿Por qué?.

- Me voy mañana, no puedo seguir aquí, quiero y necesito tiempo para sanar mis heridas y simplemente no puedo sí estás todos los días llamando a mi puerta.

- Pero, ¿A dónde irás, en dónde vas a vivir y trabajar? - Emilio luchaba contra sus lágrimas picando por salir.

- Brian ha resuelto eso.

- Bien, ¿Por cuánto tiempo?.

- No lo sé... Puede tomar mucho.

- ¿Puedo venir a despedirte? - La esperanza se mantenía latente en su corazón, rogándole a la vida que Joaquín aceptara.