°• Mi Linda Sirena •° [TERMINADA]

Prólogo.

Narrador.

Ahh... Que linda es la vida, llena de animales hermosos, paisajes tan bellos que puedes apreciar acompañado o a solas, pero la vida es mejor bajo el mar.
Llena de criaturas como peces, mariscos, animales más grandes que otros, plantas como el coral, las algas marinas, etc, es... Perfecto, pero hay algo que se me olvida... Que será?
Oh! Ya recuerdo, bajo el mar hay un gran reino que es Atlántida que es gobernado y habitado por seres mitológicos, seres que pensaron los humanos nunca existieron pues eran sirenas... De la cabeza hasta la cintura parecían humanos pero de la cintura para abajo tenían una cola de pez, se les conocía por tener una gran voz y cantar hermoso, era cierto pero no lo usaban para atraer a algún humano para devorarlo, claro que no! Las sirenas cantaban solo por qué querían o las hacia felices hacerlo.
Todas las sirenas y tritones  Vivían en paz y armonía puesto a qué el rey era el más bondadoso tritón que habían conocido, siempre se disponía a ayudar a los demás si necesitaban ayuda, aquel rey era Yagi Toshinori o también conocido como All Migth, que era un tritón con músculos, era muy grande, cabello rubio, ojos azules, piel por decirlo así... Moreno(?, y su aleta era de un color dorado,  el nombrado estaba solo aunque no le importaba mucho. Hasta que encontró a una hermosa sirena llamada Inko Midoriya con ojos verdes al igual que su cabello, piel blanca, de baja estatura, con una aleta color verde chicle. A primera vista se enamoraron, años después se casaron y tuvieron a un pequeño tritón al cual llamaron Izuku Midoriya, Los reyes fueron felices ya que su primogénito era parecido a su madre, cabello verde, ojos saltones pero a la vez hermosos color verde, su aleta era verde con un tono más oscuro, si, era perfecto. A la vez que en su pequeño rostro mostraba inocencia, pureza, y felicidad.

Los subordinados estaban contentos con el nuevo miembro de la familia real, incluso celebraron por una semana su llegada a esta mundo.
Toda esta felicidad duro por cuatro años... Antes de que ocurriera una tragedia:
Un día, todos los tritones y sirenas salieron a la superficie cerca de unas grandes rocas para pasar el rato, obviamente también estaban los reyes para proteger a sus habitantes y el príncipe Izuku que estaba jugando con sus amigas, pensaron que todo estaría bien, pero, sin previo aviso llegó un barco lleno de piratas que fueron a emboscar aquellos seres. Todos volvieron al fondo del mar menos la reina que estaba ayudando a su hijo que se había atorado en una roca, después el pequeño se sumergió al fondo, como a Inko no le quedaba mucho solo se dispuso a sonreír y dirigirle la mirada a su amado esposo que la observaba desde abajo, diciéndole sus últimas palabras:

– Te amo♥.-

– INKOOOOOOO!!!-

Muy tarde para salvarla, el barco le callo encima matando la al instante. En ese momento Yagi sintió todo el dolor que nunca había sentido en su vida... Había perdido a su esposa, la amaba, en serio que si.
Unas horas después fue a la superficie para ver qué quedaba de todo ese ajetreo, para encontrarse con su corona echa de oro que era de Inko. Rápidamente la recogió y  la puso en un altar en su castillo, quedando solo él y su pequeño. Desde ese momento todo fue diferente tanto para los habitantes como para Midoriya. Casi nunca lo dejaba salir del palacio, rara vez se lo permitía. Los sirenos y sirenas ya no veían al rey tan animado como siempre, el aura era algo triste y así continuaron durante años.

(...)

Se encontraba durmiendo plácidamente en su cama que parecía una concha marina gigante. Midoriya ya tenía aproximadamente 17 años y pronto cumpliría los 18, aunque su padre el rey no le permitiera salir constantemente aún así él era feliz.
Se removía de su cama intentando volver a dormir, cosa que algo o mejor dicho alguien, le estaba despertando y ese alguien era su mejor amigo que había entrado por un agujero que simulaba una ventana. Era un pequeño caballito de mar, su nombre era Kaminari Denki.