5.Benignidad

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La noche había llegado y ambos estaban acostados mirándose, el silenció reinaba en el ambiente, sus cuerpos estaban cerca y sus miradas mostraban la esperanza y pasión que había en sus corazones.

-¿Estás seguro de esto?- Dijo despacio el albino
-No creo que..-

-Shh solo disfruta el momento- Interrumpió el contrario
-Cierra los ojos y deja todas tus preocupaciones, vivamos este momento juntos-

-Tienes razón pequeño, ven aquí- Tiro del otro en un abrazo aplastador

Escanor dormía plácidamente apoyando su cabeza en el pecho del otro escuchando los latidos de su corazón. En cambio Estarossa envolvía su brazo por su espalda y abdomen acercándolo cada vez más.
Ambos se veían felices y tranquilos siendo que tenían miles de preocupaciones.

En otra habitación había una maga inquieta, había estado demasiado preocupada por la aceptación del mandamiento, ella no le quería ahí..algo en él le parecía desagradable, cada vez que se acercaba a Escanor ella apretaba sus puños y eso que solo era la primera noche.

-No puede ser posible, estoy segura de que ese..le debió hacer algo- Dijo mientras intentaba hacer un análisis de la actitud de ambos

Parecía demasiado sincero y bonito como para ser cierto, eran enemigos no sé pudieron enamorar, así no funcionan las cosas él debería estar protegiéndome a mí.
Algo le hizo estoy segura y lo averiguaré sin importar como, yo le quitaré esa maldita máscara de enamorado que tiene.

-Maldito jamás debiste subestimar me, se que planeas algo. Escanor me pertenece-

Un par de golpes en la puerta les despertó, había sido una buena noche.

-¡Hey chicos! ya está lista la comida- Se escuchó detrás de la puerta la voz del rubio

-Vamos, levántate- Dijo aquel que se alza entre todas las razas, su majestad Escanor (Ups lo siento en algún momento tenía que hacer eso) intentaba apartar al albino

-No, no quero- Y envolvió cada extremidad de su cuerpo para detener al otro
-Solo quédate un rato mas, por favor-

-Esta bien, dormilón- Acarició el cabello suave y sedoso del otro

Cuando volvió a mirarle este ya había caído rendido nuevamente, se alejó y salió de la cama.

-Duerme un poco- Le tapó con la manta y le dio un beso en la frente

Busco un poco de vestimentas y suspiro, junto con el mandamiento se habían comprado ropa bastante bonita.

-Maldición, él no trajo nada de ropa-

Busco prendas qué le cayeran al contrario, pero no encontró nada, todo le quedaría pequeño o grande, así que fue en busca del capitán para pedirle algunas que le pudieran quedar al albino.

-Capitán ¿Tendrá usted algo de ropa que le quede a Estarossa?- Preguntó

-No lo creó, pero cerca de aquí hay un pueblo, tal vez encuentres algo de ropa para él- Respondió animado el de ojos verdes

-Si, gracias- Subió a su habitación y se dio una ducha

Salió del baño con tan solo una toalla cubriendo su virilidad, para su muy mala suerte el de cabellos alborotados yacía sentado en la cama mirándolo directamente.

Ámame (Escanor x Estarossa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora