9.Empedernido

678 39 27
                                    

Sh:Escuchen la canción pliss

Estarossa sujetaba fuertemente al pecado, estaba temeroso y fastidiado, Zeldris no era alguien en quién confiarle la estabilidad de su amado, era demasiado obsesivo y despiadado. El pasado que tenían juntos no se podía borrar pero el azabache lo había malinterpretado tanto..solo era amor de hermanos, nada más.

El mandamiento de la piedad estába hundido en sus pensamientos, su sonrisa siniestra amenazaba con salir.

Su maestro le observaba desde las sombras algo preocupado..ese ya no era el príncipe Zeldris, ya no era su niño.. Cusack suspiró frustrado la mirada de el demonio más joven estaba llena de maldad y lujuria ya no quedaba nada de lo que algún día fue..un pequeño niño lleno de astucia y osadía, que podía hacer el para ayudar.
-Uno de mis corazones te pertenece Zeldris- Se marchó dejando solo a su alumno

Te he extrañado tanto..her.. no, Estarossa.

Vuelve a mi.

Eliminaré ese mandamiento.

Y serás libre..

Mataré a ese pecado y por fin serás mío, solo mío..por siempre.

Así las cosas deben de ser, ya no puedo seguir permitiendo que te vayas de mi lado, me perteneces..y haré que lo sepas, que lo recuerdes por siempre.

-Nadie más morirá- Apretó su mandíbula
-No lo permitiré-

Flashback

El lugar estába en ruinas y su amada seguramente estaría muerta.

-Gelda, ¡Gelda! ¿Dónde estás?- Gritaba el pelinegro con desesperación
-Por favor responde- Sus ojos ardían pues las lágrimas no paraban de brotar

-Ngh- Se escuchó el sonido de una voz tan quebrada y lastimosa que el solo hecho de escucharla generaba escalofríos

Entre los escombros se asomaban el cuerpo de una mujer, la mayor parte de su cuerpo estaba siendo brutalmente aplastado, el líquido cobrizo formaba un charco, era una escena sanguinaria que provocaba gran pesadez en el demonio.

-¿Gelda?- El chico corrió con todas sus fuerzas para levantar la pesada roca y salvar al amor de su vida

Ella lo era..le amaba de una forma pura e inefable, no lo dudaba Gelda era la primera y la última mujer a la que amaría..no encontraría jamás a alguien como ella, capaz de hacerle sonreír solo con verla..era su todo, si ella no estuviera se sentiría vacío y perdido, sin convicción..sin amor.
Y ella se estaba muriendo frente a sus ojos, su corazón se destrozaba poco a poco al ver a la hermosa chica sollozar y quejarse. Todo estaba perdido...

-Zel..te amo- Murmuró mientras sus ojos se hacían cada vez más oscuros, su cuerpo se retorcía de una forma dolorosa, ella se estaba yendo.
-Sigue..se que puedes, sonríe y no mires atrás, se fuerte por favor y recuerda yo siempre estaré contigo- Sonrió levemente mientras gotas de sangre fluían por sus labios hasta unirse con el charco
-Te cuidaré por siempre- Esa última frase sonó tan desgarradora y vino acompañada de una tos seca donde más sangre fue arrojada por su boca

-No, ¡No! Esto es una pesadilla, ¡No puede estar pasando! ¡Noo!- Agarró fuertemente a la mujer y la puso en su regazo
-Por favor no, lo prometiste, ¡Lo prometiste! Dijiste que no me dejarías ¡Y lo estás haciendo! ¡Gelda! No, no..- Lágrimas gruesas recorrían sus mejillas
-¡¡Me mentiste!!-

Ámame (Escanor x Estarossa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora