5. Una nueva vida para Harry

1.4K 75 17
                                    

Al día siguiente, Lily y James se levantaron muy temprano para prepararse. Por fin, podrían llevarse a su hijo con ellos. Remus estuvo acondicionando una casa que James heredó. Los dos Potter se negaron a ir a vivir en el valle de Godric ya que aquel lugar les traía muy malos recuerdos, además, no sería el lugar más seguro para ellos por más que intentaran reconstruirlo.

Cuando terminaron de alistarse, fueron a despertar a Harry quien estaba dormido plácidamente mientras abrazaba un peluche de ciervo que su papá le regaló.

Los orgullosos padres del niño se quedaron observándolo varios minutos con cariño. Se veía muy tierno. No entendían cómo alguien podía hacerle daño a un niño tan pequeño. James juró que aquello no iba a quedarse así. Aquellos criminales pagarían por lo que hicieron a su niño.

- Harry, pequeño, despierta – Lily intentó despertar a su hijo con suavidad para no asustarlo. Tras varios intentos, por fin Harry despertó. – Buenos días, cariño – Dijo Lily antes de besar la mejilla de su hijo.

- Buenos días, pequeño – Saludó a su vez James.

- Buenos días – Respondió el niño con una sonrisa. Se sentía muy feliz. Él pensaba que todo lo que le había ocurrido no era más que un sueño. Ahora podía ver que aquello era verdad y no producto de su imaginación.

Lily se llevó a su hijo al baño donde le ayudó a lavarse la cara, las manos y los dientes. Después le cambió de ropa. Le puso un pantalón vaquero y una sudadera de Gryffindor que James hizo para él. No quisieron ponerle una túnica ya que el niño todavía no sabía nada sobre la magia y querían esperar antes de ponerse a hablar de aquel tema con él. Temían que Harry odiara su magia por culpa de aquellos dos monstruos. Esperarían hasta que terminara de desayunar para explicarle todo.

- Estás precioso, bebé.

Harry se sonrojó. Aquella era la primera vez que alguien le decía algo así. Harry miró a su madre a los ojos y vio mucho amor y cariño en ellos. Una sensación hasta aquel momento desconocida para él llenó su pecho.

- Gracias, mami – Agradeció el niño el cumplido de su mamá.

- De nada. Ahora dime, cariño. ¿Tienes hambre? – Preguntó Lily. Harry se puso nervioso. Era verdad que tenía hambre pero temía que se enfadaran con él por decirlo.

- Cariño, si te sientes hambriento nos lo tienes que decir. – Le animó James

- Nadie se enfadará contigo por querer comer – le aseguró Lily. – Ahora dime, ¿te traigo el desayuno?

El niño asintió tímidamente. Lily le acarició su mejilla con cariño. James fue a preparar una bandeja de comida para su hijo.

- Muy bien, cielo, antes de comer esto tan rico que papi te trajo, tienes que tomar tu medicación. ¿Está bien?

Harry volvió a asentir. Lily le administró la poción protectora de estómago que Poppy recetó al niño. Después de desayunar, le daría la otra.

Cuando Harry vio lo que había en la bandeja se quedó boquiabierto. ¿Toda esa comida era para él? En la bandeja había tortitas, fruta, tostadas de mantequilla y mermelada de melocotón.

- Mira, cielo, como no sé qué te gusta, te traje un poco de todo. – Le dijo James. – Escoge lo que más te guste. Lily sentó a Harry en sus piernas y convocó una mesa para que el pequeño pudiera comer a gusto.

- Vamos, cielo, ¿Qué te gusta? – Le preguntó Lily.

- No...no...sé – Respondió Harry con la voz entrecortada. Él jamás había comido aquellos alimentos. Él había preparado muchos platos en casa de los Dursley pero nunca los llegó a probar. A veces comía sobras pero eran tan pocas y él solía estar tan hambriento que no alcanzaba a saborearlos.

El retorno de los Potter PAUSADA TEMPORALMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora