2. El rescate

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AVISO: Este capítulo contiene partes violentas, abuso infantil y vocabulario no adecuado para ciertas edades. Leer bajo responsabilidad del lector. 

***

31 de octubre de 1985

Ese mismo día, en un ala de San Mungo, Lily y James terminaban su última sesión de rehabilitación. Llevaban desde septiembre haciendo varias terapias. Afortunadamente, habían sobrevivido aquella noche gracias al experimento de Dumbledore, sin embargo, no era sencillo despertar de un coma.

Las primeras semanas no podían hacer nada por sí mismos. De hecho, ni siquiera podían pronunciar palabra lo que les fastidiaba mucho ya que tenían muchas preguntas y muchas dudas, por no hablar de que se morían por ver a su hijo.

Poco a poco gracias a la ayuda del equipo médico, de Poppy quien a veces venía a ayudar, Severus y Remus, la pareja se fue recuperando. Empezaron recuperando sus movimientos, luego, poco a poco fueron recuperando el habla.

Fue un proceso largo y duro para los Potter, sin embargo, pensar en su hijo les animaba y les impedía venirse abajo. No se lo podían permitir. Su pequeño estaba fuera esperándolos y ellos no le podían decepcionar.

Durante esos meses de rehabilitación, pasaron muchas cosas. Los Potter hicieron las paces con Severus. James se disculpó con él por su comportamiento pasado. Remus también hizo lo mismo. Durante ese tiempo, se fueron conociendo más y se dieron cuenta de todos los prejuicios que se tenían el uno con el otro.

Otra cosa que descubrieron fue la inocencia de Sirius pero no podían hacer nada hasta que salieran del hospital.

Flashback (unos días antes)

James y Lily se sentían cada vez mejor, finalmente, ya podían hablar. Estaban abrazados en la cama besándose y hablando sobre cómo estaría su pequeño bebé. Se enteraron de que estaba con Petunia.

Dumbledore les dijo que ahí estaba a salvo de los mortífagos. Aun así Lily no podía evitar preocuparse. ¿Y si Petunia trataba mal a su hijo?

- Amor, tranquila, estoy seguro que Petunia se arrepiente de haberte tratado mal y estaría haciendo todo para remediar su error y cuidar bien a nuestro hijo. -Le susurró antes de depositar un beso en la frente de la mujer que amaba.

-¿Cómo puedes estar tan seguro? -Le preguntó sollozando.

-Porque mi amor, si a tu hermana y su marido les pasara algo y su hijo tuviese que quedar con nosotros le cuidaríamos como si se tratara de nuestro hijo. -
Le respondió - Es lo que cualquier persona haría. -Terminó diciendo antes de besar los labios de su pelirroja. Odiaba verla llorar, sentía su corazón desgarrarse con cada lágrima, con cada sollozo, con cada llanto. Pasados unos minutos, alguien entró,
aquel era Remus.

-Buenos días, James, Lily.- Les saludó sonriente. Al hombre lobo se le veía más sonriente ahora que ha recuperado dos de sus mejores amigos. Lástima que jamás recuperaría a los otros dos. Uno en la cárcel por haber asesinado al otro.

-Buenos días, Remus -Respondió Lily.

-¿Qué tal, Lunático?

-Bien y ¿vosotros? -Preguntó Remus.

-No muy bien, solo quiero salir ya de aquí. Quiero ver a mi bebé. -Dijo Lily al borde de las lágrimas.

-Hey, amor, pronto, muy pronto saldremos. Poppy nos dará el alta en unos días. - Le intentó consolar su marido. - Shhh, tranquila, mi amor.

Los dos chicos pasaron el tiempo tranquilizando a Lily a pesar de que ellos morían por salir de ahí ya. Si por Remus fuera ya tendría a su pequeño sobrino con él pero no podía acercarse a Privet Dive por las barreras. Las barreras se tenían que levantar o Lily tenía que ir hasta ahí. La primera opción no era posible ya que podría poner en peligro a Harry y eso es algo que nadie aceptaría bajo ningún aspecto.

El retorno de los Potter PAUSADA TEMPORALMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora