15. ¿Qué le pasa al tío Lunático?

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Una mañana cuando Harry se despierta empieza a oír ruidos. Es como si alguien estuviera dolido. Preocupado, sale de su habitación. Con su peluche de ciervo en mano, se dirige a la fuente de aquel ruido. Este proviene del salón. Al llegar puede ver que su tío está tumbado en el sofá mientras que está siendo atendido por sus padres y padrino. Durante días Harry pudo observar cómo su tío Lunático no se encontraba bien. Se preguntaba qué le estaría pasando a su nuevo tío. El hombre lobo parece sentir dolor insufrible.

James, al ver a Harry, se acerca a él.

- Buenos días, campeón. – Saluda James a su hijo mientras lo toma en brazos.

- Buenos días, papi – Devuelve el saludo. - ¿Qué le pasa a tito Lunático?

James mira a su hijo. El niño lleva un tiempo preguntando sobre qué le pasaba a Remus. Este se niega rotundamente a contarle a su sobrino sobre su verdad. James, respetando los deseos de su amigo, decide no contarle a su hijo lo que pasa.

- El tío Lunático está enfermo. Mamá lo está curando. No te preocupes. Ya verás que en unas horas estará muy bien y podrá jugar contigo.

- Lleva mucho tiempo así. ¿Por qué está tan malo? – Pregunta Harry muy preocupado.

- Hey, cachorro, tranquilo, nada le va a pasar a tito Lunático. Jamás permitiremos que algo malo le ocurra – Dice Sirius acercándose a su amado ahijado.

- Chicos, creo que será mejor llevarlo a la cama para que descanse – Propone Lily una vez le ha aplicado un tratamiento que tranquilizaría al hombre lobo y le permitiría descansar mejor.

James se acerca a Lily y le entrega Harry mientras que él y Sirius se encargan de llevar a su amigo a la habitación para descansar. Mientras tanto, Lily y Harry se quedan en el salón abrazados.

- ¿Cómo estás, mi amor? ¿Qué tal has dormido? – Pregunta Lily a su hijo con una sonrisa antes de besar su frente.

- Bien, mami.

- Estoy segura de que tienes hambre. Voy a preparar el desayuno. – Dice Lily.

- ¿Puedo ayudarte? – Pregunta el niño queriendo estar con su madre.

La pelirroja sonríe con ternura y asiente.

- Está bien, pero nada de hacer mucho esfuerzo. Bien, ¿qué te gustaría desayunar? Hoy tú decides qué comemos. – Pregunta Lily a su hijo.

El pequeño debe empezar a sentir confianza con sus padres y pedir lo que quiere como cualquier niño, algo que Harry está muy lejos de hacer. Hace unos días, los Tonks vinieron para visitar a Sirius y los Potter. Ellos aprovecharon para hablar con Ted, un reconocido psicólogo infantil en el mundo mágico, y explicarle todo lo que ocurría con Harry. El hombre les aconsejó ir haciendo a Harry partícipe de decisiones que se toman en el día a día. Por ejemplo, podría proponer la comida, el lugar adónde a salir, el cuento que quiere leer, etc. Él nunca pudo escoger nada y ahora le cuesta mucho tomar una decisión sin tener miedo.

- Con un poco de práctica, veréis como Harry se irá abriendo más a vosotros. – Les había dicho Ted.

Harry, sin ser consciente en lo que piensa su madre, baja la cabeza. Un fenómeno como él no puede decir lo que quiere. Eso le habían enseñado desde que comenzó a tener uso de razón.

- Cariño, venga, dime. Si no me dices, no sabré qué hacer y nos quedaremos con hambre – Dice Lily.

Harry la mira, él no quiere que nadie se quede hambriento.

- Sea lo que sea lo haremos. Mira, mañana escogeré yo, la comida. Luego le tocará a papá, a Sirius, a Remus y a Severus. Ahora te toca a ti. – Explica Lily usando otra estrategia. - ¿Quieres que vayamos a la cocina y así vemos qué te podría gustar?

El niño asiente.

Al llegar a la cocina, Lily abre la nevera. Con Harry en brazos le va enseñando los alimentos de los que disponen en casa. Finalmente, tras varios momentos de silencio, Harry ya toma su decisión. La mirada amable y llena de cariño y amor de su madre le ha animado a decir lo que piensa. Su madre era un ángel y los ángeles son buenos y nunca hacen daño a nadie.

- ¿Podemos comer crepes? – Pregunta Harry cauteloso.

- Hmmm, ¡qué ricos! Claro que sí, mi amor. Además, a papi le encantan con chocolate. También les echa plátano.

- ¿Y a Canuto?

- También solo que él se los come con jamón o pavo.

- ¿Y tito Lunático? – Pregunta Harry queriendo asegurarse de que a todos les guste la comida que se va a hacer.

- Es como papi, les echa kilos y kilos de chocolate. ¿Sabes? Haremos crepes, tito Lunático será muy feliz al verlos. – Dice Lily mientras deja a su hijo en el suelo para ponerse a preparar el desayuno para su familia.

- Mami... - Dice Harry mientras ve a su mamá sacar los ingredientes para hacer la masa de las crepes.

- Dime, cariño.

- ¿Qué le pasa a tito Lunático? – Pregunta Harry a su madre. Ella jamás le mentiría.

Lily deja lo que está haciendo y se agacha para ponerse a la altura de su pequeño. Le acaricia suavemente su dulce carita mientras piensa en lo que va a decirle. Ella no quiere traicionar la confianza de Remus en ella. El hombre lobo es quien debe confesarle a Harry lo que le pasa, pero sus inseguridades no se lo permiten.

- Cariño, tito Lunático tiene una condición que hace que cada mes se encuentre un poco malito.

- Si siempre le pasa, eso es malo. ¿Se va a morir? Le quiero mucho y no quiero que le pase nada – Pregunta el niño.

Lily siente sus ojos humedecerse al ver los ojos llorosos de su pequeño y su mandíbula temblorosa. Harry tiene miedo a perder su nueva familia y por eso no puede evitar preocuparse por cada miembro de ella. Ha pasado un mes desde que se reencontró con sus papás y sus verdaderos tíos. Ya siente que los ama y no se ve capaz de perder a ninguno de ellos.

- Hey, mi amor, nada pasará a tío Lunático. Confía en mí. Él estará bien y cuando esté preparado, él te dirá lo que le pasa y te explicará todo. ¿Está bien, mi amor?

Harry asiente. Si su mamá le dice que nada le pasará a su tío Remus, confiará en ella.

- ¿Ahora qué te parece si preparamos esos riquísimos crepes? – Propone Lily con una enorme sonrisa mientras seca las lágrimas de su bebé y lo abraza.

El chico asiente y se pone a ayudar a su mamá a hacer el riquísimo desayuno que se van a comer. Él saca el chocolate y lo pone en la mesa. Luego, empieza a acercar los ingredientes a su mami que se lo agradece con un abrazo y un beso. No obstante, nada evita que Harry piense en si algún día él podría saber algún día qué es lo que le pasa a su tío Lunático. 

El retorno de los Potter PAUSADA TEMPORALMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora