6. Hogar dulce hogar

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James le explicó a Harry cómo pasar por la chimenea, cogió a su hijo en sus brazos y ambos se fueron a su casa. Lily se despidió de todos y les siguió. Al llegar se encontraron a Remus esperándolos con una gran sonrisa. Todos sonreían, todos estaban felices. Por fin iban a vivir juntos en un cálido hogar.

- ¡Hogar dulce hogar! – Suspiró James mientras abrazaba a su hijo y su mujer.

La casa era preciosa y muy bien iluminada. Contaba con tres habitaciones, un despacho, una cocina, un amplio salón y una biblioteca. También había un bonito jardín.

- Bienvenido a casa, cielo – le dijo Lily a su hijo mientras lo cogía en brazos. Los ojos del pequeño brillaban de emoción. No podía creer que tenía padres y que iba a vivir con ellos.

- ¿Voy a vivir con vosotros? ¿No volveré nunca más con los tíos? – Preguntó Harry con voz muy baja.

- Nunca más volverás con ellos, cariño. – le tranquilizó Lily – Además, ellos ya no son tus tíos.

- ¿Por qué? – Preguntó el niño.

- Los tíos quieren a sus sobrinos y les cuidan. No les hacen daño – Explicó Lily mientras se sentaba en el sofá con su hijo en su regazo.

- Por ejemplo, Remus es mi mejor amigo. Él te quiere mucho y se preocupa mucho por ti. – Le dijo James a su hijo. Lo que daría por que su hijo olvidara a aquellos miserables, sin embargo, sabía que tenían un largo camino por recorrer para hacer que el pequeño superara todo el maltrato que sufrió.

Harry dirigió su mirada a Remus y vio que este le dirigía una gran sonrisa radiante.

- Hola, cachorro, sé que no nos ha dado tiempo para conocernos. Yo soy Remus Lupin y soy el mejor amigo de tu papi y de tu mami. – Le dijo Remus mientras se agachaba para poder mirar a su sobrino a los ojos.

Harry le dirigió una tímida sonrisa.

- Me gustaría ser tu tito, ¿me dejarías? – Preguntó Remus. Él no podía evitar sentir miedo al rechazo. ¿Y si su sobrinito no quería estar con él por su aspecto? ¿Qué pasaría si su pequeño cachorro descubriera que era un monstruo y quisiera alejarlo de él? James quien presentía por donde se dirigían los pensamientos de su mejor amigo le fulminó con la mirada.

- Me encantaría que fueras mi tito – dijo Harry suavemente. Remus cogió a Harry en brazos y lo abrazó. Llevaba tiempo queriendo hacerlo pero no quería asustar a su pequeño cachorro.

- Gracias, pequeño.

James y Lily miraban la escena enternecidos. Les alegraba ver a Harry aceptando llamar a alguien su tío. Su pequeño poco a poco irá superando todo el daño que aquellos le hicieron. Su verdadera familia le ayudará a conseguirlo. Ahora estaban juntos y unidos, solo faltaba una persona más para que fueran felices completamente.

- ¿Crees que le tenemos que decir? – Preguntó James refiriéndose a Sirius y toda la historia de lo que pasó aquel Halloween.

- No sé, temo por él. Es algo muy duro para un niño pequeño. Sin embargo, tarde o temprano se enterará. – Resopló Lily. – Creo que son muchas emociones para él. Vamos a dejar que tome un respiro. Quizás mañana le podamos contar lo que pasó. Ahora vamos a dejar que disfrute de su primer día en su casa. Todavía no le hemos enseñado su habitación.

- Tiene que ser la mejor habitación del mundo – Dijo James con entusiasmo - Aquellos desgraciados lo tenían metidos en una alacena debajo de las escaleras. – Gruñó el azabache al recordar el estado en el que se encontraba su hijo cuando lo fueron a recoger.

- No se van a ir de rositas, eso te lo puedo asegurar. - Afirmó Lily decidida a hacer pagar a aquellos miserables todo el daño que hicieron a su hijo. 

El retorno de los Potter PAUSADA TEMPORALMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora