16. Tiempo de venganza

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Ha pasado un mes desde que Harry comenzó su nueva vida con sus papás, su padrino y su tío Lunático. Durante ese tiempo, sus padres le mostraron lo mucho que lo aman. Su padrino se desvivió por cuidarlo y mimarlo mientras que Remus disfrutó de horas con su pequeño sobrinito en la biblioteca leyendo y aprendiendo.

Harry quien en un principio era un niño miedoso y solitario, ahora se puede sentir mucho más tranquilo en la presencia de las personas que lo aman. Sabe que sus padres, padrino y tío le quieren. Ellos jamás le dañarían y esto es algo que le tranquiliza. No obstante, a pesar de todos sus progresos un mes no es tiempo suficiente para borrar la huella que dejó el maltrato continuo al que le sometieron aquellos salvajes durante cuatro años de su vida.

Lily está sentada en el salón. Con una sonrisa observa como su hijo juega con Sirius quien está transformado en Canuto. Afuera está lloviendo a cántaros por lo que no pueden jugar en el parque. No le queda otra que conformarse con el salón. Las risas de su pequeño alegran su corazón. Siempre le maravilló la relación de Harry y Sirius. El pequeño desde que era bebé siempre había sentido un cariño y amor inmensos hacia el animago. A Lily le alegra saber que Sirius siempre estará por su hijo. Él es un hombre maravilloso, como padrino es el mejor y está segura de que como padre no tendrá precio. Lily no puede evitar desear con toda su alma ver a Sirius con una mujer que lo quiera. El joven merece superar todo el horror que vio en Azkaban.

- Son muy tiernos, ¿verdad? – Pregunta Remus de repente sobresaltándola. El licántropo se siente en el sofá y le tiende a Lily una de las tazas que se trajo de la cocina.

- Hmmm, ¡qué rico! Nada mejor que un sabroso chocolate caliente – Dice Lily mientras toma un sorbo de su taza. – Muchas gracias, Remi. Y sí, son muy tiernos. - Añade Lily mirándolos enternecida.

- Nunca pensé que Sirius fuera tan bueno con un niño. Pero ya ves, no deja de sorprender. – Dice Remus con una sonrisa.

- Creo que Sirius nunca dejará de sorprendernos. ¿Sabes?

- Dime.

- Creo que será un gran padre. Justo ahora lo he estado pensando. Me encantaría verlo superar todas las desgracias, ¡lo que daría por borrar los últimos cuatro años y verlo con familia e hijos!

- Suerte con eso, no creo que Sirius vaya a ser padre. Ya sabes que es un mujeriego. No quiere saber nada del amor.

- Algunos hombres son así hasta que llega la indicada. No digo que todos cambien, pero los hay que sí lo hacen. Hombres como Sirius cuando se enamoran lo hacen para siempre.

- Veremos. – Sonríe Remus.

- Y tú no sonrías tanto, no te vas a escaquear – Le dice Lily a Remus antes de volver a tomar de su taza.

- A mí no me mires...

- Oh sí, ya te digo. Quiero sobrinos y sobrinas así que más os vale poneros la pilas. – Dice Lily antes de dejar su taza e ir a por su hijo. No puede dejar de pensar en su charla con Remus. ¡Si solo dejara sus inseguridades! Podría ser muy feliz.

¡Ojalá su deseo se haga realidad! Se muere de ganas de tener un sobrino o sobrina al que mimar y proteger. Afortunadamente, ella y James están aquí con sus mejores amigos. Ellos junto a Harry demostrarán a esos dos que pueden disfrutar de una bella vida plena en familia. Entre todos, sanarán sus heridas y saldrán adelante como siempre han hecho.

De repente, las luces de la chimenea se encienden y por ella entra un sonriente James. Sonríe enternecida al ver como Harry suelta el perro para recibir a su papá.

- Hola papi – Saluda Harry a su padre quien lo toma en brazos.

- Hola, cariño, ¿cómo estás?

El retorno de los Potter PAUSADA TEMPORALMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora