967 138 9
                                    

[por favor lean el aviso del final] 🥺

“はい”

Caminaba entre los árboles serenamente, pues la ceremonia de Asuma e Itsuki había concluido, lo que significaba que podía visitar su helecho tranquilamente y de manera solitaria. Una de mis cejas se arqueó y me detuve al notar la cabellera gris de Kakashi detenida en una de las tantas criptas que había en el lugar. Había dejado de llover, pero las ramas de los árboles continuaban escurriendo pequeñas gotas de los residuos de la lluvia.

¿Debería ignorar su presencia y simplemte buscar la lápida de Itsuki y Asuma?

Mirando las silvestres flores que había recolectado durante mi trayecto, solté un suspiro y caminé hacia su dirección, llegando finalmente a un lado suyo.

“Sakumo Hatake”

Leyeron mis ojos la placa de metal que se ubicaba en el helecho. No era más que la lápida de su padre.

— Es bueno recordarles —comenté después de un breve silencio. Yo ni siquiera tenía idea del paradero de los restos de mis padres. Kakashi se mantuvo en silencio, sin siquiera mirarme. Decidí dejarle solo, no sin antes depositar una linda flor en el florero de la cripta de su padre. Retome mi camino hacia las más nuevas lápidas que fueron fácil de ubicar porque era las que más flores tenían. Dejé mis flores sobre el helecho de Itsuki y después... Recién me percataba de la presencia de Kurenai. Pasé con dificultad saliva al notar lo pálida y lo desorientada que su mirada estaba.

— No te vi en la ceremonia, Nashiro-chan —comenta ella en un tono de voz ronco. Deposité ahora las flores en un espacio libre que encontré sobre la cripta de Asuma.

— No me agradan esta clase de eventos —contesté cuando me paré a un lado suyo, admirando las lápidas. La verdad es que no sabía que decirle, sabía que ella y Asuma estaban en una relación amorosa. No quería llenar más su día de lamentos y pena.

— Ya veo... —murmuró para después voltearme a ver — ¿te importa acompañarme por un café a mi hogar?

***

Me encontraba sentada en una de la sillas del pequeño comedor que se encontraba en su cocina. El olor a café comenzaba a esparcirse dentro de todo su apartamento. A los pocos minutos ella me entregó una taza de café y tomó asiento a un frente mío. En silencio lleve la taza para cuidadosamente darle un trago, pues ésta estaba muy caliente.

—Estoy embarazada —al escuchar aquellas palabras provenir de ella, aparté la porcelana de mi boca y algo torpe la reposé sobre la mesa porque estaba comenzando a atragantarme con el café.

¿Embarazada? ¿Kurenai estaba esperando un hijo de Asuma? Tomé una servilleta y limpié suavemente mis labios, intentando de disimular mi tos.

— ¡Eso es genial, Kurenai! —exclamé maravillada, sin despegar mi mirada de ella.

— Después de todo, Asuma no me dejó sola —una triste sonrisa se forma en su rostro.

— ¿Cuanto tiempo llevas? —pregunté curiosa, contorneando la circunferencia de la taza.

— Recién he cumplido dos meses —me contesta en un ligero tono de emoción.

— ¿Y que se siente? ¿Tienes síntomas? ¿Te da más hambre? ¿Náuseas..? —le interrogó energíca. Una suave risita escapa por sus labios y niega con su cabeza.

cursed; Kakashi Hatake [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora