►Díada◄

Zamboni

Palabra del día: Zamboni/Una especie de máquina para pulir el hielo.

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-¡Perfecto!

Aunque jamás lo admitiría en voz alta, agradecía que su querido amigo Poe le haya ayudado con su esmerada sorpresa en el hielo, de todo modos él no sabía manejar la zamboni.

Ese día era muy especial para la joven pareja, y es que en un par de horas se cumpliría su primer año de relación. Ben lo sabía perfectamente, y estaba seguro de que a Rey le gustaría lo que tenía planeado.

Primero la llamaría para acordar su punto de encuentro y luego se encargaría de que la pasaran bien sin nadie que los moleste, un plan simple e infalible. En todo ese tiempo juntos, el muchacho había descubierto que, desde que era muy pequeña, a la chica le fascinaba el patinaje sobre hielo, pero que lo había dejado de practicar porque le recordaba a la época donde sus padres aún estaban con ella, antes de su aparatoso accidente de carretera.

Con esta cita le enseñaría que no siempre un lugar puede traer malos recuerdos, no cuando uno está decidido a formar nuevas memorias con la persona que ama.

-Ya llegué, ¿estás ahí, Ben? -preguntó una voz tras la puerta.

-¡Cariño, llegaste! Adelante, puedes pasar.

Y como buen caballero, le abrió la puerta y dejó que entrara al establecimiento, la joven se llevó las manos a la boca automáticamente asombrada, conocía muy bien el lugar.

Una pequeña lágrima rodó por su mejilla, eran tantos los recuerdos, que le causaron un terrible nudo en la garganta. Ben se le acercó y la abrazó por detrás para reconfortarla y también para protegerla del frío ambiente.

-Yo... este lugar, está igual de reluciente como la última vez que estuve aquí -comentó, con una diminuta sonrisa melancólica.

-Así es, es todo nuestro por hoy -se paró frente suyo, sonriéndole con cariño y le tendió una mano enguantada en lana - Así que... ¿patinamos?

Rey no dudó y lo tomó de la mano enredando también sus brazos.

Sin esperar, se colocaron sus respectivos patines y salieron a la pista, uno al lado del otro. Al principio tropezaron mucho por la falta de práctica, pero pronto se acostumbraron y patinaban a la par, jugando entre ellos, probando quien era más veloz o simplemente mirándose con mucho amor, ambos disfrutando de la agradable compañía del otro.

Tomándolo desprevenido, Rey comenzó a dar vueltas a su alrededor, dejándole confundido y regalándole suaves besos en sus mejillas en repetidas ocasiones.

-No es justo, tú eres más rápida -clamó enrojecido de la vergüenza.

-Y tú muy lento -se burló.

Lo que no se esperaba era que, en uno de sus "acercamientos", Ben la agarrara de los brazos y la detuviera para luego acariciar con sus dedos sus mejillas sonrosadas y besar sus labios con un deleitante dulzor que ella correspondió.

-¿Y ahora quién está haciendo trampa?

Se miraron cómplices y se sonrieron simultáneamente. Era como un secreto, uno que solo ellos sabrían.

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He aquí otra vez, con una nueva palabra y un nuevo dulce microfic que espero que les fascine al igual que a mi.

Literalmente desde que oí la palabra cuando estaba en plena clase virtual, mi cerebro no pudo evitar imaginar un precioso AU entre ellos que no dude en retratar a penas estuviera libre.

Bueno, los veré el sábado con la próxima palabra.

Se despide Solana. Adiós.