✔Jungkook es un omega gruñoncito, al que no le gusta que su alfa sea tan empalagoso con él. Pero todo eso cambia cuando se da cuenta que está esperando a un bebé, los síntomas del embarazo lo hicieron cambiar toda su actitud.
. Habían pasado dos horas y Kook seguía esperando a que Tae volviera al cuarto.
— ¿Por qué no sube? — Decidió ir al primer piso y él mismo, buscar al alfa.
. Al bajar, escuchó la risa del mayor y fruncio el seño.
— Está bien Sana, luego te hablo, debo ir a ver a Jungkook — Dijo Tae con una sonrisa en su rostro —
. Kook caminó hacia Kim, cogió el celular y colgó la llamada.
— ¿Qué haces Jungkook? — El omega lo ignoró y fue a la cocina —
— ¿Quién es Sana?
— Dame mi celular.
— ¿Quién es Sana?
— Es la novia de Dahyun, mi hermana— Kim agarró de la mano al castaño — Ahora que ya sabes, dame mi celular.
— ¿Y-ya no estás m-molesto conmigo?
— No Jungkook — Kookie olfateo al mayor — Déjame.
— No quería que lo tomaras así Taehyungie, sé que nosotros somos tu prioridad — Kookie miro con ojitos de cachorrito al alfa, quien cerró sus ojos — ¿Por qué haces eso?
— Porque no me voy a poder negar a nada si te veo así — Kookie tomó la carita de Tae y trató de abrir sus ojos — N-no Jungkookie.
— Perdóname alfa — Kim se rindió ante la voz empalagosa de Kook y asintió —
— Ya no vuelvas a decir eso o a la próxima... a l- — Tae no pudo terminar su oración por los labios de Kook sobre los suyos.
— Ahora te ayudaré a preparar la cena — El menor se puso un mandil y ayudó al alfa a ponerse otro — ¿Preparamos Kimchi?
— Está bien — Ambos se pusieron a cocinar, aunque la mayor parte la hizo el alfa.
. Ahora se encontraba comiendo y viendo las noticias.
— Taehyungie no quiero ver eso, sólo logran alterarme — El omega cubrió sus ojitos.
— Ya amor, ya lo cambié, no tengas miedo — Kim bajó las manitos de Kook de sus ojos —
— Mejor vayamos a dormir — Tae asintió y llevó su plato con el de su esposo al fregadero — Quisiera ir a comprar nueva ropa alfa, mi pancita está creciendo.
— Te vas a ver muy adorable con tu pancita amor — El castaño negó — Voy a poder acariciar tu pancita y no vas a poder tocar tus pies, luego vas a molestarte y yo estaré ahí para ayudarte.
— ¡Ya alfa! No quiero estar gordito, me veré horrible — El menor empezó a renegar — La ropa no me quedará y no podré hacer nada, ¡Seré inútil!
— No serás inútil amor, te verás adorable y tendrás nueva ropa — Lo último hizo que el omega sonriera— Mañana podemos ir de compras.
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