La Mate Del Alpha

Capitulo 30

Una vez lista salí de la habitación. Mire al frente y Dominic me miró de pies a cabeza.

— ¿No crees que es un poco provocativo?.

— Yo pienso que no pero, ¿Tu alma perversa piensa que si?.— tomo mí cintura y yo apoyé mis manos en su pecho.

— Si, es muy provocativo.— Rodé los ojos y le pegue con mí dedo del medio en la frente.

— Vamos que nos están esperando abajo.— Tomé su mano y comenzamos a bajar las escaleras.

Al llegar al comedor ambos nos sentamos.

— Daniela— me llamo el señor Cooper captando mí atención.— ¿Pensaste en lo que te dije?.

— Si... Puede que tenga razón, pero mí respuesta sigue siendo la misma.

— ¿Que cosa? ¿De qué hablan?.

— Es algo entre el y yo. No te metas lobito.— sonreí al ver cómo bufo desviando su mirada al plato que tenía frente a el.

— Dominic, nos llegaron unos rumores sobre una reunión de Alphas.

— ¿Que rumores?.

— Quieren acabar con tu maté, Michael me advirtió. Que si no le entregábamos en las próximas dos semanas a Daniela correrá mucha sangre.— Solté un suspiro de lo estresante que se está volviendo esto.

— Entonces correrá sangre.— Hablo firme logrando que la mesa quedé en completo silencio.— Si quieren ver sangre entonces la verán, pero ni en el mismísimo diablo logrará alejarme de Daniela.

— No pienses así, no pondrás a tu familia en riesgo por una completa desconocida.— todos voltearon a verme desconcertados menos Antoni.

— Mí hermana tiene razón, no dejaremos que estás inocentes personas pierdan la vida por un par de lobos insignificante.

— Daniela cariño— enfoque mí vista en Amelia— Ya no eres desconocida.

— Mí esposa tiene razón, eres parte de esta manada ahora.

— Yo hasta te siento como una hermana.— hablo muy sonriente Nina.

— Eres nuestra cuñada ahora.— me guiño un ojo Apolo.

— Eres el amor de mí vida.— termino Dominic—, y no dejaré que pases por esto sola.— sentenció tomando mí mano mientras entrelazaba nuestros dedos.

Solté un suspiro y les di una sonrisa a todos— Gracias, pero el echo de que ustedes se pongan en riesgo por mí no me gusta en lo absoluto.— está vez conecte mí mirada con Dominic— así que tengo un plan.

— Hablen después eso ¿Si? Es hora de almorzar.— todos asentimos y comenzamos a devorar la comida.

— Después hablaremos de algo importante.— susurro bajo y con voz ronca. Lo observé de reojo y tenía el ceño fruncido.

<< ¡Genial Está molesto!. Por el dios de los pasteles que sea su periodo el causante de su malhumor.>>

***

Después de almorzar todos nos separamos, los señores Cooper se fueron a su habitación, Nina se fue a la casa de una amiga, Apolo junto a Raquel salieron al pueblo y no tengo ni puta idea donde se metió Antoni.

— Daniela.

— ¿Si?— despegue mí vista del televisor para voltearlo a ver

— Acompáñame.— se dio vuelta y salió al patio trasero a pasos firmes

¿Crees que esta molestó?

Obvio no, solo tiene su periodo del mes.— contestó sarcástica mí loba— ¡Claro que esta molestó pedazo de cucaracha!  Al decir frente a su familia y el que eras una completa desconocida y que eran insignificantes, seguramente pensó que tú no le importas y que el no toma en cuenta tus sentimientos u opiniones.

Por la mierda yo y mí gran boca.

Si, eres una idiota de acá al infinito.

Y así ella cerró conexión conmigo, no tarde mucho y corrí afuera. Al salir la espalda de Dominic me recibió, camine hasta llegar a su lado y seguir su vista al bosque.

— Dominic...

Intente hablar pero me interrumpió— Sígueme.— y dicho eso comenzó a correr dentro del bosque y en menos de un segundo se perdió entre los grandes árboles que nos rodeaban.

¿Como se supone que corra a esa velocidad?

¡Solo corre normal estúpida!

Siguiendo las órdenes de Zoe comencé a correr y en menos de lo que tardó en el baño cagando me encontraba en el bosque siendo golpeada por unas ramas.

Luego de correr más de dos kilómetros creo yo frene de golpe, frente a mí se encontraba una bajada poco amigable, la colina era muy inclinada y creo que tiene más de treinta metros de bajada. Voltee a ver a todos lados para ver la silueta de Dominic pero no había nada, ni huellas de sus pisadas.

—¿Dominic?— pregunté casi en un susurro, la idea de que pasará de largo por la colina y se rompiera el cuello o se lastimara por mí culpa me callo como elefante encima.— ¡Dominic!— está vez grite para que me pudiera contestar— ¡Dominic responde!— sin obtener respuesta no lo pensé ni un segundo más.

Hiba a Saltar la colina.

Cuando estaba en posición para tirarme de cabeza una fuerte mano tomo mí cintura dándome vuelta.

Y sus ojos celestes se conectaron con los míos.

— ¿Pero que demonios haces?.

—¿Que que hago? ¡Pensé que te habías ido rodando colina abajo! Quise ir a ver si estabas bien.

—¿Aterrizando con la cabeza? ¡¿Estás loca?!.

— ¡Pues si! Me vale lo que me pasé— dije desviando mí vista de sus ojos— de todos modos estás bien, eso es lo que importa.

— Daniela...— antes de que siga hablando una rama se rompió, volví a conectar mirada con el. Pero duro solo unos segundos ya que el se apresuró a abrazarme y esconderme detrás de esos fuertes brazos.

Entonces sentí como el suelo debajo de nuestros pies desapareció.

Por instinto cerré los ojos y sentí como el cuerpo de Dominic estampó contra el suelo y ambos nos encontrábamos rodando colina abajo.

Sentía y escuchaba como se rompían ramas y quizás algunos huesos de Dominic.

Me aferre a su remera deseando que parará de rodar entonces fue como sucedió luego de unos cinco minutos o más, el cuerpo de Dominic dejo de rodar.

Lentamente abrí los ojos y con mí corazón latiendo a mil por segundo levanté la vista.

—¿Dominic?— susurré nerviosamente, sus ojos estaban cerrados — Estúpido Sera mejor que abras los ojos.— hablé un poco más fuerte por los nervios, su respiración era lenta, tenía su cara embarrada y con heridas. Su ropa estaba rota y sus manos llenas de raspones.— ¡Dominic abre los putos ojos!.—Pero el no me contestó ni reaccionó, entonces el pánico  invadió por completo mí cuerpo.

Me levanté rápidamente y me tape la boca. Mis manos temblaban y mí mente se quedó completamente en blanco, me arrodille a su lado y me acerque para inspeccionar mejor su rostro.

— Vamos maldito imbécil despierta.— dije tocando su rostro delicadamente— tienes que decirme esa cosa importante, sabes que no me gusta que me dejen con intriga.— dije pero obtuve silencio de su parte, entonces fue cuando mís ojos comenzaron a derramar lágrimas.

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¡Nuevo capítulo! Espero que les guste.

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