Jooheon llevó a Changkyun a su habitación.
Las paredes estaban cubiertas de pósters de superhéroes y músicos, y a Changkyun le encantó.
—¿Quién es tu superhéroe favorito? —Changkyun preguntó emocionado, tirándose en la cama de Jooheon.
—Es una pregunta tan difícil —Jooheon se rió.
—Juzgando por tus pósters, es el Hombre Araña.
—También me gusta Iron Man.
—Nunca he visto esas películas.
—¡¿Qué?!
—Nunca las he visto.
—Oh Dios mío, tenemos que verlas.
—¿Ahora?
—Ahora.
Vieron las tres películas. Changkyun adoró las películas, aunque no les prestó atención realmente. Disfrutaba de las reacciones de Jooheon, y eso era todo lo que importaba.
Jooheon le hizo café a Changkyun después de las películas, y ellos volvieron a subir.
Jooheon se sentó perezosamente en su cama mientras Changkyun se sentaba con las piernas cruzadas, en una esquina de la habitación.
—Deberías tocar algo —Changkyun señaló con la cabeza al teclado.
—¿Qué?
—La Quinta Sinfonía.
—No tengo tanto talento.
—Ya te he oído tocar Beethoven antes.
—No soy bueno.
—Tienes razón, Jooheon. No eres bueno, eres fantástico. Ahora tócame "River Flows In You."
—Eres tan mandón —Jooheon se sentó y juguetonamente empujó su hombro antes de salir de la cama. Encendió el piano y posicionó sus dedos, como Changkyun había visto tantas veces antes.
Y luego, Lee Jooheon tocó.
Era tan hermoso.
Era una de las obras más famosas del compositor, pero Jooheon la hizo suya. Changkyun prestó atención a cada uno de los movimientos que hacía Jooheon.
Changkyun sentía su cuerpo tenso, como si estuviera paralizado, al ver la forma en que la escápula de Jooheon se movía, y no pudiera mover sus ojos lejos... de... él.
La dulce y melancolía melodía, resonaba en la mente de Changkyun, y de repente se emborrachó con los hermosos crescendos, fortes, y el mezzopiano, era tan Lee Jooheon. Tan hermoso como Lee Jooheon.
—Eso fue increíble, Jooheon. Increíble —Changkyun respiró cuando terminó.
—Gracias —Jooheon regresó a su lugar en la cama.