Changkyun detuvo el motor a una cuadra de la casa de Jooheon y cuidadosamente entrelazaron sus dedos.
—Creo que te amo, Lee Jooheon —susurró.
—Yo también te amo.
Esa fue la primera y última vez que lo dijeron.
Changkyun detuvo el motor a una cuadra de la casa de Jooheon y cuidadosamente entrelazaron sus dedos.
—Creo que te amo, Lee Jooheon —susurró.
—Yo también te amo.
Esa fue la primera y última vez que lo dijeron.