Loki en el mundo oscuro

Capitulo 1

Katherine Parbatti, una joven de 24 años, cabello largo y rizado color fuego, de ojos color avellana. Es una extraña chica de Nueva York que lucha constantemente con criaturas malignas acompañada por su mejor amiga, Luna Azul, su ángel guía, quien la ayuda a combatirlas.

Luna, al contrario de Katherine es un poco baja, de cabello castaño y lacio de ojos café oscuro. Como ángel, tiene el poder de orbitar de un lugar a otro, así como también puede hacer orbitar a otros con un movimiento de su mano, puede curar y reconstruir objetos, también manipular las energías entre otras.

En una de sus tantas misiones, les toco perseguir a un demonio que tenía la capacidad de absorber la energía vital de los humanos al punto de dejarlos sin vida. Se dirigieron a Stuttgart- Alemania; el lugar que les indicaron las llevo hacia un museo que en esa noche tenían una fiesta con políticos importantes y gente de alto estatus, no fue difícil entrar, ya que gracias a Luna orbitaron hacia adentro. Luna llevaba puesto un hermoso vestido ajustado al cuerpo, largo, con cuello y sin mangas color azul marino brillante con un tajo en la pierna. Kathe llevaba puesto un vestido un poco más suelto de la cintura para abajo y ajustado arriba, era largo, con cuello y sin mangas pero color violeta oscuro.

Según les habían informado, el demonio que buscaban se escondía detrás de la apariencia de un humano.

Luna y Kathe se separaron para buscarlo. Kathe buscaba con la mirada al objetivo, alguna actitud sospechosa que le indicara algo, estaba tan concentrada al observar actitudes sospechosas de los invitados que sin darse cuenta tropezó con alguien. Ella alzó la vista para verle el rostro de la persona de la cual había chocado, era un hombre alto, su cabello era lacio y negro azabache y peinado hacia atrás, con los ojos más verdes que jamás hubiese visto, sí, un hombre verdaderamente apuesto.

_ Discúlpeme. Estaba distraída_ dijo ella un poco avergonzada.

El hombre la miró con arrogancia, respiró hondo y quitando la mirada sobre ella le espetó:

_ Fíjese por dónde camina_ en un tono molesto e irritado y prosiguió su caminar.

"Pero que antipático" pensó Kathe para sí, pero continuo con su búsqueda sin darle demasiada importancia a lo sucedido con ese señor. Ella se camuflo entre un grupo de personas que observaban al toro de Creta que tenían como exhibición. De repente vio a alguien, vio a un doctor con actitud sospechosa. Se encontraba unos pasos cuando...el hombre con el que había chocado antes, golpeo a otro hombre que se había acercado a él para intercambiar unas palabras (tal vez para saber de quién se trataba) con una especie de cetro que llevaba en la mano, y luego intercepto a aquel hombre tomándolo del cuello y arrastrándolo hacia el toro de Creta y con un rápido movimiento, levantó al hombre haciéndolo girar sobre si (una vuelta carnera) colocándole encima del toro, sacó un artefacto y se dispuso a introducirlo...

_ ¡Hey! ¿Qué estas...?_ le gritó Kathe

Pero él la ignoró y simplemente le introdujo el extraño artefacto en el ojo del hombre haciendo que este, empezada a convulsionar y a gemir del dolor. Luego alzo su vista a Kathe y se le quedó mirando fijamente junto con una sonrisa sádica que hizo que ella sintiera escalofríos en toda su columna vertebral.

Ella se quedó helada ¿Quién rayos era ese hombre? ¿De dónde había salido? Él luego de terminar con aquel hombre se le fue acercando lentamente a ella que continuaba inmóvil y su apariencia comenzó a cambiar: de traje pasó a tener una vestimenta extraña con armadura dorada y verde; el cetro pasó a ser más largo y también le apareció un casco dorado con unos grandes cuernos curvados hacia atrás.

Ella solo lo miraba directo a los ojos."¿Otro... demonio?" pensó aun sin moverse. "No, algo mucho peor..." se respondió así misma, algo le decía que aquél sujeto que tenía en frente era más poderoso que un simple demonio. Justo en el momento en el que él había levantado su cetro con la intención de dispararle apareció Luna de la nada, y se la llevó puesta de un golpe esquivando el tiro del extraño artefacto que parecía un cetro.