𝐀𝐝𝐝𝐢𝐬𝐨𝐧 | Gilbert Blythe

17| El plan

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Capítulo diecisiete
El plan

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Todo había ido de mal en peor luego del incidente; Cole había sido castigado por sus padres haciéndolo trabajar duramente en sus tierras y la señorita Stacy estaba a prueba siendo muy factible que abandonara la escuela por petición de muchos adultos. A falta de profesores, todos los niveles de la escuela se juntaron y las clases las impartía el profesor de primaria.

El salón de los mayores ahora también albergaba los pupitres de los más pequeños, apenas si había espacio en el salón para circular y en la pizarra yacía la palabra silencio, privandolos a todos de cualquier minimo sonido si no era avalado por el profesor.

—Los niños de primeros grados empezarán con el capítulo uno del libro Oxford de deletreo. —habló el adulto que llevaba la clase, Addison ni se molestó en aprender su nombre— Los niños de grados más altos comenzarán por el capítulo nueve.

—Pero ya leímos ese capítulo cuando estuvo aquí el señor Phillips. —habló Addison rompiendo el silencio—

—La repetición es la clave del aprendizaje. —habló el hombre restandole importancia— Trabajemos con su cursiva.

La pelirroja volteó a ver a su hermana cuando el profesor empezó a revisar la tarea de los cursos inferiores, Anne y Diana la miraban incrédulas ante la situación, estaban impartiendoles clases de primaria.

—Seguro podemos hacer algo para salvar a la señorita Stacy. —exclamó Anne ni bien se sentó en la bodega junto a su hermana, Diana y Ruby cuando el receso comenzó— Si fuera un cuento, ¿qué haría el heroe?.

—Pero no somos heroínas, Anne. —habló Ruby con un tono de obviedad— Somos niñas.

—No seas ridícula. —le contestó Diana a la rubia en forma de reproche—

—No soy ridícula. —se defendió Ruby volteando hacia la muchacha Barry—

Como otras veces, ambas amigas comenzaron a discutir sin dejar hablar a la otra, formando un lío de palabras. Addison se enderezó en su lugar para detenerlas.

—Los héroes aceptan el llamado a la aventura. —exclamó la melliza mayor haciendo que las tres acompañantes la miraran— Tenemos que hacer que el pueblo acepte a la señorita Stacy y se quede.

La puerta de la bodega se entreabrió y un tímido Moody apareció tras ésta.

—Ahora no, Moody. —pidió Diana de forma amable y el muchacho se mantuvo de pie allí—

—Mañana en la noche se reunirá el pueblo en la alcaldía. —comentó Ruby cruzándose de brazos sobre uno de los pupitres del lugar—

—Después de intentar y ganar, lo mejor es intentar y fallar. Como sea, yo diría que lo intentemos. —prosiguió Anne—

—Lo que planeen, yo participaré también. —volvió a hablar Moody entrando a la habitación y cerrando la puerta tras él— Todo salió mal después de que tiré la bombilla.

Click, ese fue el sonido con el que Addison describiría la forma en la que todos los engranajes de su mente comenzaron a trabajar juntos. La pelirroja miró a Moody unos instantes y luego dirigió su vista hacia las demás, repitiendo la última palabra del chico.

—Ya sé lo que haremos. —habló Addison con una sonrisa en el rostro— Ven, Moody, acércate. Esto es lo que haremos mañana...

El plan era muy arriesgado pero los jóvenes estaban dispuestos a darlo todo de si para llevarlo a cabo. Irían a Charlottetown, conseguirían los materiales necesarios para recrear el experimento de la profesora Stacy y lo mostrarían en la junta de los adultos.