𝐀𝐝𝐝𝐢𝐬𝐨𝐧 | Gilbert Blythe

11| La fiesta. 1/2

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Capítulo once
La fiesta
Parte 1

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Addison se levantó de la mesa, se apresuró a recoger los platos y entregárselos a la señora Cuthbert que los estaba lavando. Los cuatro acababan de desayunar y las mellizas aprovecharían que se habían portado de maravilla para pedirle permiso una vez más a Marilla para asistir a un evento.

—Nos moriríamos e iríamos al cielo sí cedieras y nos dejarás ir a la fiesta de la tía Josephine. —exclamó Addison parada detrás de Marilla—

La mujer volteó y miró un tanto cansada a la mayor de las mellizas para luego pasar a la menor, el cabello de Anne había crecido bastante al igual que el de su hermana que ya le llegaba a los hombros con facilidad.

—Perdón por decepcionarlas pero ya había dicho no. —contestó la señora Cuthbert sacudiendo sus manos para secarse— No quiero que se emocionen demasiado y se enfermen.

—La emoción no es peligrosa. —explicó Anne mientras veía caminar a la mujer—

—Anne, Addison. Por favor, ya hablamos de esto. —las frenó tomando los trastes restantes de sobre la mesa y llevándolos al lavabo—Las niñas de su edad no deben convivir en sociedad, son muy jóvenes para socializar con adultos.

Anne miró a su hermana y suspiró antes de hablar.

—Jamás hemos ido a una fiesta en nuestra vida y..

—Ya tendrán muchas oportunidades para eso en sus largas vidas. —les sonrió Marilla antes de finalizar la charla—

Ambas muchachas subieron las escaleras sin decir palabra alguna, debían tomar sus cosas para ir a la escuela y partir si no querían llegar tarde.

El trayecto fue rápido a pesar de los juegos de Anne con la nieve y las risas de Addison, incluso habían llegado antes que Diana. La pelirroja mejor rápidamente se juntó con las demás niñas a charlar mientras Addison se limitó a sentarse en su banco y adelantar la lectura de la clase.

—Soy muy trabajador y dedicado, señor. —escuchó la voz de Gilbert en frente y levantó la vista, estaba hablando con el profesor Phillips— Y ya decidí mi vocación, la escuela de medicina.

La muchacha comenzó a prestar atención a la conversación, aunque a el profesor parecía no importarle mucho ya que se encontraba dándole la espalda al chico mientras escribía en el pizarrón.

—Sé que es lo mío.

—Apasionante. —murmuró el hombre dejando la tiza en su escritorio y acomodando sus papeles—

—Y esperaba que pudiera darme ayuda adicional, fuera de la escuela para ponerme al corriente. —Gilbert volvió a tomar la iniciativa— Para compensar el tiempo que no vine.

Addison notó como el Phillips ignoraba al chico y posaba su mirada unos cuantos bancos detrás de ella, no le hizo falta voltear para saber que estaba mirando a Prissy Andrews. El chico de ojos avellanas volteó confundido siguiendo la mirada del profesor, por lo que ella fingió estar leyendo su libro, y luego volvió a hablar.