𝐀𝐝𝐝𝐢𝐬𝐨𝐧 | Gilbert Blythe

4| Reencuentros

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Capítulo cuatro
Reencuentros

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-Y no hablen con extraños. -advirtió Marilla mientras caminaban por el andén-

-Por supuesto. -contestaron las mellizas al mismo tiempo con aire desganado-

-No acepten que las lleven. -prosiguió la señora Cuthbert mirandolas seriamente y volvió a recibir la misma respuesta por parte de las Shirley- Siempre manténganse cerca de Gilbert. ¿Están seguras que llevan todo el dinero para el regreso en Ferry y tren?

-Por supuesto. -respondieron una vez más al unísono, un tanto avergonzadas ya que cierto pelinegro observaba la situación-

-Sólo Dios sabe que les pasará si se quedan varadas. -exclamó Marilla preocupada para luego mirar a Anne- ¡Cielos, Anne!. -con su dedo limpió una pequeña mancha de la frente de la pelirroja de trenza y Addison reprimió una risita por la expresión de su hermana- ¡Tú también, Addison, por favor!.

La diversión se esfumó de la cara de la pelirroja mayor al notar que Marilla limpiaba parte de su mentón, ahora Gilbert era quién aguantaba la risa por la cara de su compañera.

-Son como se presentan, muchachas. -señaló Marilla de forma obvia- Si parecen unas niñas de la calle, Dios sabe que peligros atraerán. ¿Saben que tipos de personas viajan en tren?.

-Viajamos en tren y lo hacemos desde antes que nos conocieran. -trato de tranquilizarla Addison, muerta de la vergüenza-

-Recuerda que tenemos experiencia viajando. -añadió Anne para salir de esa incómoda situación-

-Matthew, dales otra moneda para comida extra. -pidió la señora Cuthbert a su hermano y Addison suspiró rindiéndose- Ya sabes como es en sus aventuras, se olvidan de comer. -habló esta vez dirigiéndose a Gilbert mientras Anne recibía el dinero- Y antes de que te des cuenta, están débiles y boca abajo en una zanja.

-¡Marilla!. -casi gritó la menor de las Shirley por la sorpresa y luego miró a Gilbert mientras Addison se golpeaba la frente con la palma de su mano- Nunca nos pasó eso.

El guardia del tren llamó por última vez a los pasajeros y Gilbert se adelantó tras un saludo con la cabeza a los hermanos Cuthbert.

-Aún con la desconfianza, les agradezco que nos permitan realizar esta búsqueda para saber de nuestra familia. -habló Addison abrazando a los hermanos y Anne la imitó- ¡Adiós! -saludó antes de tomar a Anne por la muñeca y casi correr para subir al vagón-

Pero eso obviamente no fue impedimento para Marilla.

-¡Gilbert!. -lo llamó la mujer y los tres jóvenes se dieron vuelta sobre si mismos para mirarla- Acompañalas para llegar a casa de la señora Josephine.

-Y gracias por acompañarlas. -agregó Matthew apoyado a un poste de la estación-

-Voy cada sábado, no hay problema. -les aseguró el pelinegro mientras las chicas Shirley pasaban a su lado para subir- Y las mantendré lejos de las zanjas.

La mandíbula de Addison casi se cae al escuchar lo último. Los tres entraron al vagón y consiguieron unos asientos enfrentados. Anne se sentó en silencio frente a Gilbert y apoyó su bolso a su lado, parecía un poco molesta y avergonzada por la escena que Marilla les había montado así que a la pelirroja de ojos marrones no le quedó de otra que sentarse a un lado del pelinegro. Addison le dió un codazo leve a Gilbert.