Ⅰ: El Ojo de la Vista de Dios (2)

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Dios es omnipresente, Eye in The Sky también lo es. Dios es omnipotente al igual que mi Stand. Eye in The Sky está en la cúspide de todos los demás pero, pese a eso . . . hay algo que hace que no pueda ver el futuro . . . pero en cuanto al pasado, el pasado puedo verlo a la perfección . . .

( . . . )

Cabo York, Groenlandia

La nieve nublaba en parte la vista, siendo guiados únicamente por unas cuantas luces de linternas en el camino.

El grupo de hombres abrigados de forma algo elegante eran escoltados por otros más de invierno. Con el abrigo y gogles cubiertos de nieve.

—Por aquí señor Escobar —indicó uno de abrigo—

—Bien —José Emilio Escobar Gaviria. El mismísimo. El hombre. La Leyenda. El NarcoStar antes de que existiese el título de NarcoStar, se encontraba ahí, siendo escoltado— según Miguel Ángel aquí es donde cayó el meteorito con ese virus mortal capaz de hacer drogas aún más fuertes, ¿no?

—Correcto, Escobar-Sama~ —mencionó un chico de cabello rosa muy descolorido y unos ojazos verdes moquito—

    —Claro —Pablo miró a un momento al muchacho a su lado— tú también Mike Mishidara . . .

    —Ya estamos cerca patrón —avisó otro de los de abrigo, aunque este, era negro y el hombre hablaba algo rápido y con cierto acento—

La poca visibilidad poco a poco se iba aclarando hasta llegar a un campamento junto con una estación de radio en medio de la nada.

( . . . )

En alguna selva de Colombia.

    —¡Jefe, el ejército está afuera!

    —¡El jefe aún sigue en cama! Por culpa de ese meteorito el señor Escobar está en ese estado . . .

    —¡Carajo! ¡¿Quién fue el sapo-jueputa?!

    —No se preocupen, me encargo yo.

Popeye armado con solo un lápiz fue hasta la sala principal donde la resistente puerta de roble con todos los candados posibles resistía el ariete de las fuerzas militares colombianas.

Cuando de repente, al lado de Popeye que estaba en unas escaleras echando un vistazo al vestíbulo, un militar le asaltó rompiendo la ventana y cayendo encima suyo. De paso, cortándole con uno que otro fragmento de vidrio.

Popeye no había cambiado ni un poco su expresión fría y fija. Cuando el militar disparó en su boca pensando que lo había asesinado y se había ido sorpresa fue la suya cuando escuchó como algo metálico y pequeño caía al suelo detrás suyo.

Al voltear a ver, una bala algo abollada por sus lados estaba en el suelo y un hombre relamiéndose un poco los labios con una mueca de molestia junto con una fría y tensa aura estaba frente suyo. En el momento en que iba a volver a disparar, Popeye de adelantó hacía él y sin molestarse en lo racional, enterró el lápiz que traía en el ojo del militar.

Este chilló mientras disparaba el fusil automático pero Popeye tomó su brazo desde cierto ángulo con el que no pudiese dispararle y le tronó este mismo, haciendo que su brazo girase a un lado que no debía, el contrario.

Cuando el militar estaba acabado y debatiendo entre sacarse el lápiz del ojo o huir. Aunque no importaba, en verdad era presa del terror.

Popeye lo agarró por detrás de la cabeza y lo estampó contra la pared. Enterrando por completo el lápiz, asesinando al militar.

    —Nadie se acercará al patrón . . . —mencionó mientras iba al vestíbulo de nuevo. Adornado con una que otra cosa de oro y con las paredes color rojo acre y un candelabro grande colgando arriba fue irrumpido con el portón abriéndose y un grupo de militantes entrando— . . . nadie es digno de acercársele . . . —apretó de una forma excesivamente fuerte sus puños haciendo que sus músculos se tensasen incluso haciendo resaltar sus venas— . . . ¡Con toda mi Voluntad, protegeré al NarcoStar! —Popeye respiró de una forma algo rara haciendo un aura naranja alrededor suyo . . . —

( . . . )

En la selva, montones de camiones acorazados estaban siendo retenidos por un solo hombre.

Popeye con la camisa algo agujereada de balas y con manchas de sangre seguía erguido mirando a los militares que tenía enfrente suyo apuntándole con sus fusiles.

El hombre pellizco uno de los agujeros de bala y de ahí salió rebotando una bala.

—Estas balas no son nada contra mi Voluntad...y mi Voluntad es indestructible —justo al terminar sus palabras, se lanzó contra los militares y con unos movimientos rápidos combinados con patadas y golpes, desarmándolos en el proceso, los terminó juntando a todos en un auto y ahí, los acabó . . . — ¡ZOOM PUNCH-OVERDRIVE!

Popeye con su grito de guerra y esa aura que había pasado del amarillo o naranja para pasar a ser un dorado golpeó a los militares. El arte del Hamon en pocas palabras y simplificado, a través del torrente sanguíneo del usuario es capaz de simular ondas parecidas a los rayos UV en las extremidades del usuario, llegando al punto en que dependiendo la intensidad con la que se aplica a un sujeto, lo puede dejar noqueado o con quemaduras de 3 grado.

Y ésta fue la ocasión.

Los aullidos de los militares no tardaron en llegar y Popeye, tampoco se demoró en terminar su trabajo.

( . . . )

Al volver a entrar a la Narco Mansión manchado en sangre, Popeye se topó con una niña pequeña corriendo a donde estaba el Sicario.

El hombre puso una mueca de sorpresa al verla.

—¡¿Niña, qué haces aquí?! —le espetó—

La niña se sobresaltó un momento. Pero aún así no se fue. La niña tenía unos bonitos ojos morados pero tenía el cabello negro.

-   P-papi se levantó señor . . .

-   ¿E-el patrón . . . ? ¡Tengo que ver eso!

( . . . )

- MeeEeerry -le removía el hombro Sheryl a la dicha hasta que ésta le volvió a ver algo aturdida aún- ¿estás bien? . . .

- . . . si.

Sheryl le miró fijamente con preocupación pero al ver a Merry como siempre, sonrió.

- Merry~ -dijo cariñosa- vámonos, nos están esperando -le tomó de la mano para salir del baño-

Justo al salir, de forma entre discreta y discriminada, Alder y Sam habían estado paseando alrededor del aeropuerto pero cerca de ahí. Como Alder leyendo un libro como Sam metiéndose entre la gente para vigilar.

Ahora mismo, estaban en tierras europeas . . .






Empieza la búsqueda...A LA LUZ DE LA LUNA . . .

"NarcoStar" (JJBA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora