Se Busca
Yang JeongIn intentó imaginar con todas sus fuerzas que no estaba en medio de una persecución, sino que corría por el simple placer de sentir los pulmones cargados de fuego.
Lógicamente era mucho más fácil pensarlo que creerlo, especialmente porque comenzaba a pesarle el cuerpo y se sentía próximo a devolver su desayuno.Se metió entre calles estrechas, procurando consultar el mapa en su cabeza para así evitar los callejones. Chocó contra un poste y se detuvo medio segundo para jalar aire con todas sus fuerzas.
- Yo podría estar en cama.- se quejó en voz alta.- Yo podría ser un rollo de sushi en este momento.-
-¡POLICÍA DE SEÚL, QUIETO!- gritó una voz a su espalda.
Aparentemente uno de los policías había decidido iniciar su persecución a pie, y por lo visto tenía mucha mejor condición física que él.
JeongIn puso los ojos en blanco y siguió corriendo, igual que como había hecho desde que las luces bicolor de la patrulla, se iluminaron a su espalda. Corrió como si el mismo infierno lo persiguiera.
Se arrepentía profundamente de no haberse inscrito en el gimnasio cuando le dieron esa propaganda.
"¡Después de seis meses tendrás abdomen de acero y glúteos firmes! ¡Correrás carreras contra guepardos!" Había prometido el chico de la propaganda, pero JeongIn lo tildó de ridículo y respondió que sus glúteos estaban muy bien.Tal vez debió hacerle caso y así no estaría perdiendo velocidad en esa persecución. Cometió el error de meterse en una calle desconocida que desembocaba en una reja de metal para cerrarle el paso.
JeongIn se sujetó el pelo con las manos y gritó con frustración, odiando su pancita de bebé y sus mapas mentales erróneos.-¿Cómo es que terminé así?- se quejó en voz alta.
...
JeongIn ilumina el mundo allí donde pone los pies, y la gente lo sabe.
Aquel día se despertó de grandioso humor, y aún en cama se tomó la molestia de planear su día: Gastaría algo de dinero en un desayuno de McDonald's, regresaría a hacer una siesta, vería una película y después se cocinaría algo delicioso porque lo merecía.
Mientras tomaba su desayuno de panqueques y café cargado, recibió un un mensaje de su jefe:"I.N, se te necesita en el trabajo hoy, a la 1:00 PM. Transferiré tu pago cuando hayas hecho tu parte."
JeongIn arrugó la nariz con desagrado porque su empleador era siempre un total burro amargado, pero le respondió con energía: "Ok, allí estaré, jefe❤ XOXO."
Decidió que podía añadir aquel compromiso a sus planes del día, en vista de la hora, inmediatamente después del desayuno, debería ir y hackear ilegalmente la red de seguridad tecnológica del país, para su empleador.Así que camino allí comenzó a cantar en voz alta la canción más reciente de TWICE, porque su alma de fanático lo obligaba. Las personas en la calle se le quedaban mirando, pero en lugar de creerlo extraño, le sonreían.
Es que Yang JeongIn era demasiado tierno.La genética lo dotó de rasgos finos y agradables, con la forma curiosa de un hermoso zorro del desierto, era delgado y atlético naturalmente, con estatura promedio. Tenía el cabello negro muy oscuro, y los ojos cargados de estrellas, dentadura perfecta gracias a los años que pasó usando brackets.
Era un chico agradable, bastante risueño, la gente fácilmente lo confundía con un adolescente de no más 18 años, y acaban muy sorprendidos cuando se enteraban que acaba de cumplir veintitrés.
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DISTRICT-9 🚨 SKZ
Fanfiction🚨Yang JeongIn tenía planeado aquel día desde principio a fin: Tomaría el desayuno de McDonald's, iría a visitar al más grande traficante de Seúl para hackear algo ilegalmente, vería una película y haría la siesta. No sé suponía que todo saliera mal...