Pasiones Ocultas

Capítulo 19

~ELLA~

¿Que habrá querido decir Tayler con "esos asuntos"? Tengo la sensación de que todos en esta casa me están ocultando algo, lo que explicaría por que me retienen aquí en contra de mi voluntad. Es o eso o están todas locos, y la verdad, no se que es peor.

En estas circunstancias ir de compras no es mi plan favorito pero no quería decepcionar a Gi. Se la veía muy emocionada y se ha portado muy bien conmigo.

Un chofer nos lleva al centro comercial. Gi le dice que no hace falta que nos espere, que nos tomaremos nuestro tiempo. El chofer duda pero Gi le asegura que vigilará bien para que no me escape.

- Porfi, no te escapes, que si no me llevaré una gran bronca. Bueno con lo que te quiere Tayler seguro me mata. -el comentario hace que me sonroje pero intento hacer como que no lo he oído. No se si creerlo o no.
- No me escaparé. -Gi es muy Dulce y no se merece que le haga eso. Aunque yo tampoco me merezco que me retengan pero... Nah de buena soy tonta.
- Gracias -me abraza- creo que tú y yo vamos a ser grandes amigas.
- No lo dudo. -sonrío.

Ya he perdido la cuenta de todas las tiendas por las que hemos pasado. Al principio me mostraba reacia a comprar nada porque odio que me paguen las cosas pero Gi insistía en que si yo no elegía algo ella me iba a comprar lo que ella quisiera. Ya me veía vistiendo con faldas del tamaño de diademas de pelo. De verdad, me he fijado que le gusta mucho la ropa demasiado pequeña pero como sus padres y hermanos son demasiado protectores y están un poco chapados a la antigua no se visten con ella. A mi en cambio me gusta vestir sexy pero sin enseñarlo todo.

Salimos cargadas de bolsas de cada una de las tiendas a las que entramos. Seguimos comprando hasta que el hambre nos obliga a parar.

Llamamos al chofer y este nos lleva a un restaurante vegetariano. En el camino me cuenta muchas cosas entre las cuales que es vegetariana desde hace un año.

Durante la comida, aprovecho para hacerle preguntas a Gi.
- Sinceramente no entiendo nada -me mira extrañada- ¿como es que tu familia se presta a las locuras de tu hermano?
- No debería hablarte de esto -hace una pequeña pausa antes de continuar- Al principio a todos nos pareció una locura. ¿Retenerte en contra de tu voluntad? ¿Esta loco o que? Pero nos dio muy buenas razones para aceptarlo y ayudarlo. Aunque todos estamos de acuerdo en que debería contarte estas razones, pero él se niega.
- ¿Que razones? ¿Que está loco es una razón válida? ¿O que es un niño mimado que tiene que ser lo que él diga y cuando él diga? -se ríe por mis comentarios sarcásticos.
- Créeme, son muy buenas. Lo hace por tu bien. Se que eres um poco testa... muy testaruda -corrige- pero creo que deberías aceptarlo. No te digo que le perdones, solo que aceptes estar bajo su protección. -me encanta su sinceridad. Intento mostrar indiferencia hacia lo que me acaba de decir. No quiero que se de cuenta de que me ha dado una pista "su protección" ¿de que me tiene que proteger Tayler? o una pregunta mejor ¿por qué?
Llegaré al fondo de todo. Odio quedarme con intriga.  Descubriré los secretos de esta familia. No es por ser chismosa pero se trata de mi puta vida, claro que quiero saber.

Volvemos al centro comercial a seguir comprando. Yo creía que ya era suficiente pero según Gi no. Por u n momento se me van los ojos hacia un bolso de Dior, menos mal que Gi no se da cuenta, si no lo hubiera comprado.

Cuando regresamos a casa me fijo bien en cómo es el exterior de la casa. Se que Gi me ha dicho que lo mejor para mi es quedarme aquí pero no creo que haya una razón de peso para eso. Si la hubiera me la habrían dicho.
Cuando llegamos está Tayler solo en casa, y con solo me refiero a con todo el servicio. Nada más entrar vienen los sirvientes a sacar las bolsas del coche. Yo insisto en ayudar pero no me dejan. Son muy amables aunque supongo que ese es su trabajo.

Cuando entramos encontramos a Tayler parado en la escalera observándonos.

- ¿Compraron mucho? -yo me niego a responderle. Me niego a hablar con él.
- Siii -dice Gi emocionada en lo que yo subo las escaleras, pasando por al lado de Tayler sin mirarlo- Aunque me costo convencerla -logro escuchar decir a Gi bajito mientras me voy.

Ellos se quedan hablando y yo me voy a jaula a la que ellos llaman "mi habitación" a buscar la manera de escapar. Se me ha pcurrido una idea. Bueno en realidad no pero me he acordado de la típica escena de película en las que intentan escapar haciendo una cuerda con sábanas y mantas para descender por el balcón.

Me acerco a las puertas que dan al balcón, las cuales nunca había intentado abrir. Genial están cerradas. Con lo que Tayler no contó es con que mi padre me enseñó a abrir puertas antes de morir. Busco en la habitación un objeto con el que poder abrirlas. No encuentro nada ni un clip, ni una tarjeta, nada... Vaya un asco de ricos, ni horquillas tienen.

Bajo a la planta de abajo. Tayler está en la sala de estar hablando por teléfono, ni se da cuenta de mi presencia. Tiene la cartera sobre la mesita de la sala. Me acerco sigilosa y cojo su tarjeta de crédito.

Consigo abrir las puertas rápido. A pesar de que no hago esto desde antes de morir mi padre, no he perdido la técnica. Me hace estar orgullosa que las enseñanzas de mi padre hayan tenido sus frutos.

Tengo muy buenos recuerdo de cuando mi padre me enseñaba trucos de supervivencia.

Doy gracias a que el balcón está en el segundo piso y no en el tercero. Ahora solo espero que la hierba amortice la caída. Haría lo de la mantas pero mirando si tenía suficientes mantas, que no era el caso, se me ocurrió una idea mucho mejor.

Comienzo a tirar los miles de cojines de la cama por el balcón, intentando que queden formando una montaña. Más o menos lo logro. Me lo pienso bastante antes de saltar pero finalmente lo hago.
Salto y caigo sobre la torre de cojines. No me hago ningún daño.
Me tapo la boca para no reírme fuerte. Ha sido muy divertido. Me gustan las emociones fuertes. Me quedo unos instantes disfrutando del momento.
El cielo estrellado me distrae.

Sin perder tiempo me levanto y corro hacia el alto muro que rodea la mansión. Trepar es difícil pero avanzó poco a poco.
Me asusto cuando alguien me agarra de la cintura. Me muevo rápido en un intento de hacer que me suelte y ambos caemos al piso. Caigo sobre su duro abdomen. Solo con su aroma y su calor ya se que es Tayler. Antes de que pueda levantarme hace un movimiento rápido que me deja debajo de él. Me agarra las muñecas sobre mi cabeza y me inmoviliza con su peso. Me quedo paralizada mirándole a esos hermosos ojos, al igual que hace él, hasta que vuelvo en mi.

- Tayler suéltame. Me quiero ir -chillo y me remuevo sin lograr nada.
- No te puedes ir. -dice calmado.
- ¿Por qué? Dame una buena razón y me quedo.
- No te puedes ir y punto. -se le ve un poco de miedo en la mirada.
- Eso no es una buena razón. -se queda pensando un rato sin soltarme. La posición en la que estamos me incomoda un poco. Espero no sonrojarme. Él está demasiado cerca.
- Hagamos un trato. -suelta de repente.
- ¿Qué trato? -pregunta intrigada.