Pasiones Ocultas

Capítulo 18

~ELLA~

De vuelta al presente...

Salimos por una puerta diferente a por la que entramos.
-Esta es la cocina, aunque aquí no tienes para que entrar. El servicio te preparará lo que desees.
- Tayler para. No me voy a quedar aquí. -digo firme.
- Lo harás, lo siento. Me gustaría que lo hicieras por voluntad propia y que todo volviera a ser como antes. Pero nada es tan fácil.
-Tú eres quien lo complicaste. Tú decidiste que todo fuera así. Es todo culpa tuya. Me abandonaste sin darme explicaciones. Sin decirme nada. -las lagrimas comienzan a correr por mis mejillas. Me giro rápido y busco la salida de la gran cocina. Corro hacia la puerta de la "casa". En la puerta me encuentro a dos hombre muy grandes vestidos de negro.
- Lo sentimos señorita pero no la podemos dejar salir. -nunca soy violenta pero odio que me vean llorar, me hace sentir vulnerable, y necesito salir de aquí, alejarme de Tayler. Él me confunde. Empiezo a golpearlos pero parece que no les hago ni cosquillas.
Alguien me agarra por la cintura, obligándome a parar.
- Supuse que intentarías salir.
- Suéltame Tayler -le chillo- No quiero que me toques, no quiero que te acerques a mi ni que me hables.
- ¿Te puedo mirar? -intenta ponerle un poco de humor a la situación. Hago todo lo posible por no sonreír.
- Tampoco -digo como una niña pequeña.
- Entonces ¿te rindes por hoy? -me preguntó sacando esa sonrisita que pone cuando se sale con la suya. Normalmente me resulta mona  pero ahora mismo se la quiero borrar de un puñetazo aunque lo único que lograría si le pego es que se riera de que no se ni pegar un puñetazo.
- ¿Donde está mi habitación? -se ríe de mi forma de aceptar la derrota.
-Sígueme.

Lo sigo por una gigantesca escalera en forma de caracol hasta una gran sala llena de puertas.

-Esa es mi habitación -la señala- si me necesitas solo tienes que tocar.
- No te necesito. -él suspira hondo y mira al techo.
- Y esta es la tuya. -dice y abre las puertas dejándome ver una gran habitación muy luminosa, decorada con colores claros y muebles sencillos.
La cama es una fantasía para cualquier persona, siempre y cuando no tengas que hacerla tú. Es mucho más  grande que las camas de matrimonio normales. A pesar de tener un montón de cojines te puedes tumbar debajo de ellos y sigues sin llegar al final de la cama.

- Tienes algo de ropa que te ha dejado Gi para que puedas dormir cómoda hoy. Ya mañana te compraras ropa nueva.
- No me hará falta.
- Buenos noches Maddie.
- Tú ya no me puedes llamar así. -le digo aunque me duela.

~ÉL~

Sus palabras me destrozan. Después de oír eso no soy capaz de responderle y tampoco quiero cagarla más. Me voy a mi habitación y me entretengo un rato con la play para intentar no darle más vueltas al tema.
Su actitud ahora mismo es odiosa pero la puedo comprender. He sido un capullo.
Sobre la doce me quedo dormido porque mañana tengo que madrugar.

Unos gritos me despiertan. Me cuesta levantarme de la cama pero finalmente lo consigo. Corro en busca de la procedencia de los gritos hasta la habitación de Maddie.
Llamo a la puerta antes de entrar pero visto que no me responde decido entrar.
Ella no para de moverse y llamar a su padre. Tiene una pesadilla. Me acerco a ella y la despierto con cuidado para no asustarla más de lo que ya esta.
-Tayler -dice asustada levantándose rápidamente y abrazándome fuerte. Esta temblando del miedo.
- Estoy aquí. Ya pasó. -intentó calmarla lo mejor que puedo pero verla así me afecta más de lo que debería.
Quiero que esté siempre así, entre mis brazos, bajo mi protección. Empiezo a acariciarle el pelo y su respiración comienza a calmarse.

Pasamos un buen rato en esa posición.
-¿Estás mejor?
- Sí pero no te vayas por favor. -me mira con los ojitos llorosos. Esta tan mona.
- No me volveré a alejar de ti. -Ella solo asiente y vuelve a pegar su cabeza a mi pecho. Seguimos un rato en esa posición mientras le acaricio el pelo.

No se que habrá soñado pero sea lo que sea estaba aterrada, incluso temblaba. Lo pase mal al verla así pero me hace sentir bien que se sienta a salvo conmigo. Que me haya buscado como refugio cuando tenía miedo. Me llamo a mi cuando todavía no le había dado tiempo ni a verme.

Empiezo a notar como se está quedando dormida y a mi me está doliendo la espalda de estar tanto rato en la misma postura. Comienzo a dejarme caer lentamente sobre la cama. Una vez tumbado, su cuerpo queda sobre el mío, cojo la manta y nos abrigo a los dos. Por último, la arropo entre mis brazos y, antes de dormirme, disfruto del momento, de sentir su cuerpo cerca del mío, de su aroma...

Duermo increíblemente bien. Pero, para mi desgracia, cuando me despierto el cuerpo de Maddie ya no me abriga. Me despierto con la sensación de que me falta algo.

-Gracias -dice avergonzada cuando me sorprende saliendo del baño con la misma ropa que llevaba ayer.
-No me las des. -sus ojos se van a mi abdomen desnudo. Rápidamente aparta la mirada para disimularlo. Yo hago como que no lo he notado. Me viene bien saber que todavía soy una tentación para ella- Espérate, te traigo ropa de Gi para hoy.
- No hace falta. Hoy me voy a mi casa, allí tengo la mía. -como respuesta cojo una de las millones de almohadas que hay en la cama  y me la pego a la cara  para ahogar un grito. Cuando me destapo la cara puedo ver como le he sacado una sonrisa que quita rápido para que no la vea. Veo que lo de anoche no cambia nada.
- Vamos a desayunar.

Me levanto de la cama y ella me sigue. En el pasillo Maddie se va al comedor con Gi en lo que yo voy a mi habitación a por una camisa.

Cuando estro en el comedor me siento al lado de Maddie.
- Buenos días.
- Buenos días -le respondo a mi madre.
- ¿Que van a hacer hoy chicos? -mi madre intenta que esta escena familiar sea normal pero con tantos problemas es cada vez más difícil. Algún día todo volverá a la normalidad, ella nos tendrá a todos juntos de nuevo como una familia de verdad, llena de amor, como era antes de toda esta mierda.
- Nosotras vamos de compras -responde Gi, refiriéndose a ella y Maddie. Maddie la mira extrañada pero no la rechaza. Es muy buena.
- Yo voy a ocuparme de "esos asuntos" que tengo pendientes.
- Hijo ten cuidado por favor.
- Lo tendré. -me levanto prácticamente sin haber comido nada y le doy un beso a mi madre antes salir del comedor a prepararme.

No me saco de la cabeza que habrá soñado Maddie para estar así de asustada. Me preocupa mucho. Espero que hoy con Gi se distraiga un poco.
Haré todo lo que pueda por solucionar todo con ella lo antes posible. Me conformo con que me vuelva a sonreír.