Perfect timing.

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¿Con Hanyang-noona al cine? ¡Sería algo súper genial, hyung!

A Hoseok le faltaban las palabras para lograr expresar la inmensa felicidad y paz que lo embargaron en cuanto su buen y adorable amigo, Kim Taehyung, soltó con alegría aquella respuesta desbordante de emoción a través de la bocina de su teléfono celular.

Y no era únicamente por nada, pero que el menor le hubiera respondido exactamente eso, –esas palabras que Hoseok ansiaba escuchar desde la mañana, y agregando sin exagerar, desde días antes–, le había dado mucha más esperanza para poder solucionar su más reciente y grave problema: encontrar a alguien que los acompañara el sábado al cine, tal como le dijo a Hanyang que sucedería.

En sus mas de veinte años de vida, nunca se había enfrentado a un dilema de la misma magnitud que ese en el que se encontraba. Ni siquiera en su trabajo, en aquel pequeño taller de autos, se había visto envuelto en tantos aprietos como se sentía en esos instantes, mientras sostenía firmemente en su mano su teléfono celular y lo pegaba con violencia a su oído. Trataba de escuchar con suma atención a Taehyung hablar y hablar tan fluidamente de la última vez que él convivió con Hanyang. Hoseok lo recordaba. Fue en una cena que tuvo lugar en la casa de la familia Park, y Taehyung recalcó lo mucho que se había divertido porque la castaña era muy, muy graciosa, bromista, ocurrente y relajada, claro, y eso era por el bullying que le gustaba hacerle a los demás. También agregó muy emocionado que ambos tenían mucho en común y que tenía muchos videojuegos que recomendarle. Aunque la verdad era que a Hoseok le estaba costando mucho esfuerzo prestarle la atención necesaria, pues estaba su mente estaba queriendo adelantarse a escuchar la confirmación que necesitaba mientras usaba la mitad de su concentración en trazar un buen e increíble plan para que todo saliera bien el sábado, para poder trazar un esquema de lo que harían el sábado, incluyendo el papel que cumpliría el acompañante de Hanyang para que así, el pelirrojo y Haeri pudieran tener mucho más tiempo a solas que en compañía de la castaña.

Jung Hoseok conocía muy bien –de derecho y al revés–, esa historia que Taehyung con una gran emoción y fuertes carcajadas relataba, ya que él y Haeri también habían sido testigos de esos momentos. Ellos habían visto a Taehyung y a Jungkook –ambos buenos amigos suyos desde hacía años atrás–, competir contra Hanyang y Nakyung en una intensa partida de Smash Bros, mientras que el mayor de todos, Jin, gritaba de emoción –pues era un gran amante de la entrega, y además, era su consola en la que jugaban–, y reía a la par de los comentarios sarcásticos que ambas mujeres soltaban cuando los otros perdían algún golpe o movimiento. Aquella ocasión Namjoon, Haeri y él habían soltado un enorme suspiro al verlos divertirse como si se tratara de pequeños adolescentes que atravesaban la pubertad, mientras Jimin y un Yoosung más pequeño animaban a Nakyung y a la tía Hanyang. Yoongi solo sonreía de lado con diversión, atento a la batalla virtual en la pantalla y mirando de vez en cuando a las personas que participaban en el duelo, perdiéndose incontables minutos en la dirección donde estaban sentadas Nakyung y Hanyang. Si, innegablemente el recuerdo aún le causaba la misma gracia tanto a Hoseok como a Taehyung.

Por eso, optó por dejar de prestar atención a la narración de Taehyung y se centró en lo que realmente importaba en ese instante. Ansiaba poder soltar un suspiro de alivio al escuchar a su amigo preguntarle la hora y el lugar de encuentro para el sábado, el día que irían al cine y después proceder a checar si tenía el día libre. Lo demás serían solo detalles. Solo rogaba por finalmente escuchar esas palabras que su corazón tanto anhelaba para conseguir estar en paz después de largas noches en vela sufriendo por la ansiedad, y poder ordenar su comida antes de que Yoongi llegara y lo sometiera a otra sesión de miradas frías con el fin de convencerlo de que eliminara el perfil de Hanyang en la página de citas. Por favor, solo le rogaba al cielo por eso, por una mínima oportunidad de que Taehyung accediera y Yoongi ya no lo acusara con sus ojos felinos que le desgarraban el alma.

¡Se busca novio para Hanie! • Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora