A Yoongi, al menos no que recordara en sus apenas veintiocho años de vida, nunca le había interesado mirar el cielo como a muchas personas les gustaba hacer, personas además de los astrónomos obviamente. Y eso se debía a tres sencillas razones.La primera era el dolor de cuello que le provocaría hacerlo. Si mal no recordaba, se llama tortícolis. Eso era lo primero que lo detenía, pues no quería terminar en fisioterapia, mucho más al recordar la ocasión en la que casi obtenía esa famosa lesión, hacía unos cuantos años atrás. En esa ocasión acompañó a Jimin en el patio de su casa, bajo la oscura noche estrellada, únicamente para buscar en el cielo una estrella que Nakyung le había mostrado días atrás. El Park había querido sorprenderla –cómo todo macho alfa que quiere impresionar a su chica para conquistar su corazón–, pero a pesar de las horas transcurridas, nunca pudo encontrar dicha estrella. Aunque al menos aquella aventura juntos había permitido a Yoongi darse cuenta del buen amigo que era al haber soportado a un Jimin sumamente enamorado pasando tanto tiempo enfocando su vista, dando lo mejor de sí mismo buscando las estrellas –que su ahora esposa amaba ver en el cielo–, únicamente porque tenía un interés en ella, en sus gustos y quería hacerla feliz.
Si, definitivamente, Yoongi era un buen amigo, porque ni hablar de lo que tenía que soportar ante un Hoseok enamorado, yendo siempre a la misma cafetería en la escuela para pedir el mismo caramel macchiato, bebida que consumía únicamente porque le recordaba a su primer maravilloso encuentro con Haeri. Y eso era sin contar las miles de pláticas nocturnas donde Hoseok le hablaba de lo mucho que amaba a la pelirroja, mismas veladas que seguían sucediendo aún después de los años. Yoongi esperaba con ansias recibir pronto su premio al mejor amigo.
La segunda razón era que en realidad no le interesaba ver el cielo. Si bien en su época de estudiante hubo ocasiones en las que analizó libros que hablaban del cielo, los planetas y la vía láctea, nunca les había prestado tanta atención, y ni se había dedicado a meditar en ellos. Aunque conocía y tenía memorizados algunos datos interesantes, como que en realidad la vida de las estrellas llegaba a un fin exacto después de algún tiempo convirtiendo aquella creación en algo efímero, o que la Tierra tiene 18 años galácticos, y que la luna no es un planeta, pero no era un fanático de esos temas. Simplemente, tenía otros pasatiempos e intereses, aunque estaba seguro de que las palabras románticas de las canciones y los libros basadas en las estrellas y la luna, solo eran una vaga invención para enamorar y poetizar. Al menos, entender las referencias era divertido.
Y ligada a esa segunda razón venía la tercera: ver las estrellas, aunque fueran en dibujo, constantemente le recordaban todas las cursilerías que Hoseok decía acerca de Haeri, comparando sus "hermosos ojos brillantes y luminosos con las estrellas que iluminaban hasta lo más alto del cielo. Esos ojos alumbraban su corazón y lo guiaban en el sendero de su vida", o al menos así iba la idea de lo que Hoseok siempre decía. Solamente recordarlo le ponía los nervios de punta y le generaba repulsión –de la buena, una a la que ya se estaba acostumbrando después de tanto tiempo aunque lo seguía tomando por sorpresa–. Pero lamentablemente Yoongi se había aprendido de memoria los cursis poemas que su mejor amigo solía escribir para su ahora novia incluso antes de que lo fuera oficialmente, –versos que obviamente nunca entregó o al menos eso era lo que él sabía–, pues en varias ocasiones Hoseok había recurrido a él para que le diera sugerencias de cómo mejorarlos o redactarlos de manera más bonita y poética para conquistar el corazón de Song Haeri.
Pero finalmente y ajeno a sus sentidos, Yoongi hizo todas esas razones a un lado porque en esa noche decidió abrir las cortinas de la ventana de su habitación para observar el hermoso manto oscuro que cobijaba la ciudad en esa noche. Entonces meditó por primera vez en su vida en la inmensidad del cielo, dándose cuenta de lo pequeño que era él a comparación de este. No entendía qué, pero había algo diferente en ese cielo, en esa noche. Abrió bien los ojos, esperando con anhelo ver las mismas estrellas que decoraron su paseo en la rueda de la fortuna, pero estas ya estaban escondidas en el frío de la noche. Se decepcionó ante las brumosas nubes grises que oscurecieron el cielo, anunciando la primer tormenta de la temporada de lluvias del estado. Y ante dicho cambio tan repentino, se sorprendió de lo rápido que transcurrieron los acontecimientos en las últimas horas: cuando todos se estaban despidiendo en el parque de atracciones para regresar a sus respectivos hogares, el cielo estaba despejado y lleno de brillantes estrellas, de diferentes tamaños y colores. En cambio, ahora todo lucía opaco y frío, ni siquiera la luz de la luna podía atravesar las densas nubes grises que amenazaban con derramar toda la precipitación contenida.
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¡Se busca novio para Hanie! • Min Yoongi
FanficMoon Hanyang es el primer amor de Min Yoongi. Pero ella no lo sabe, y nadie lo supo hasta que Jung Hoseok decidió buscarle novio para que ella dejara de ser un mal tercio en su relación con Song Haeri. Sin embargo, Hoseok pronto se dará cuenta de...