La Ciudad de los Elfos

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Una vez que habían agarrado y amarrado a John y a Ked, los elfos bajan sus armas demostrando así que los capturados ya no representaban una amenaza para ellos.

-¿Por qué nos hacen esto? -gritaba Ked pero nadie le responde...
»¡¡¡Oigan!!! ¿Acaso no me escucharon? ¿por qué nos...

-¡¡¡Silencio!!! -exclamó un elfo que se encontraba a unos pasos frente a el.

-¿Eh?

-Puede ser que ustedes dos no sean los culpables, pero el simple hecho de ser un humano y estár en nuestro território es condenado a muerte. -dice el hombre con un tono enojado y una mirada penetrante como si tuviera un rencor inmenso.

Al escuchar esas palabras John queda sorprendido, porque el no entendía que estaba sucediendo y por ello no entendía el porqué de esas palabras, pero sin embargo Ked con esas palabras se tranquilizó y cerró los ojos, ya que no le quedaba de otra.

Luego de estár caminando horas en el bosque y bajo las ojas de sus enormes árboles, la elfo lider detiene el paso y dice:

-¡¡¡Acamparemos aquí y luego a primera hora saldremos de vuelta para el reino, se harán patrullas de 3 personas cada 2 horas y si pasa algo o los dos prisioneros escapan, deben despertar a todos. ¿Entendido?

-¡¡¡Entendido capitán!!! -gritaban los demás elfos.

Los elfos rápidamente encendieron una fogata mientras un hombre con una mochila de madera tallada en diseño a rayas las cuáles Ked y John no entendían, él saca unas semillas rojizas, los coloca en la tierra y dice:

-Madre, tú que siempre nos cuidas y acompañas, permitenos alimentarnos de tus frutos y consumir tu poder en este largo viaje que hemos emprendido.

Mientras decía ésas palabras, las semillas comienzan a ser tragadas por la tierra húmeda y luego de unos segundos empiezan a crecer unos árboles rojizos con muchas frutas de diferentes tipos. Una vez que todas fueron arrancadas, el árbol comenzó a secarse rápidamente para luego a desaparecer.

John al ver esto queda sorprendido y con los ojos realmente abiertos, ya que el núnca vió nada semejante.

-Se llaman semillas "vics", es una semilla que se utilizan en los viajes de nobles o gente de alto rango, así disminuyen la carga y pueden viajar más tranquilos.

»Lo peor de todo esto es que eso indica que esta gente están bajo órdenes del Rey de los Elfos. Supongo que algo realmente malo sucedió. -decía Ked.

-¿Tienes algúna idea? -Pregunta John al comprender mejor la situación.

-No, pero sé que estámos bajo un gran peligro.

Luego la noche se volvió fría y pasó tranquilamente, sin ningún problema.

A la mañana siguiente, justo al amanecer, todos los elfos comenzaron a levantarse, preparando sus espadas y creando flechas con ramas gruesas que se encontraban por todo el bosque. La forma en la que se preparaban demostraba que eran una unidad bastante eficiente y leales a su líder.
Un elfo que se encontraba en la fogata preparando el desayuno para toda la unidad, se acerca a Ked y a John con unos recipientes qué contenían el desayuno caliente que el preparaba.

-Ustedes dos ¿Quieren?

-S-Si. -dice John un poco incómodo ya que no sabía si confiar o no pero él no se resistió gracias a el hambre que sentía.

-Esto es para ustedes. -dice el hombre tirando todo el resipiente y la comida sobre John y Ked, también causando risas y burlas de los elfos.

-Esto las pasa por ser humanos. -es lo que les decían los elfos que se encontraban alrededor de lo sucedido.

-¡¡Te arrepentirás hijo de perra!! Todos ustedes se arrepentirán. -gritaba Ked mientras miraba con rabia a todos los elfos a su alrededor.

-Deja de hacer el payaso y ve a prepararte de una vez. -gritaba la elfo líder al hombre cocinero.

Los elfos ya se habían preparado por completo así que decidieron comenzar a caminar para así poder llegar en ese mísmo día. Luego de que hayan caminado muchas horas se podía observar como el bosque se volvía más y más espeso, hasta que llegaron en un lugar dónde se encontraba un árbol enorme, era tanta la inmensidad del árbol que podía sujetar una puerta hecha de hierro y de más de 10 metros de altura.

-¡¡¡Abran la puerta!!! -gritaba una elfa, demostrando así su carácter como líder.

Luego de ese grito, se podían escuchar los engranajes de la puerta chocando y deslizándose poco a poco el uno al otro y posteriormente abriéndose por completo.

Una vez que la puerta se encontraba abierta, los elfos comenzaron a ingresar al lugar, a medida que John y Ked ingresaban por la puerta, se podía observar una ciudad extremadamente extensa, los pisos hechos de piedra refinada y muy bien cuidadas, mientras que las casas estaban hechas de madera lijada pero eso no quitaba para nada el encanto a la ciudad. Pero sin duda lo que más destacaba en la ciudad era una fuente de água cristalina hecha de raíces de árboles, y una escultura tallada en piedra, el cuál era una escultura hecha a imágen de la Madre Naturaleza.

John queda sorprendido al observar todo esto ya que el núnca salió de su pueblo, pero lo que más sorprendió y llamó su atención son las adas, en ese lugar se podian observar pequeñas criaturas brillantes volando por todo el lugar como si fuera eso algo común para los elfos, pero no le llamó la atención eso, sinó que realmente existían los seres de los cuentos el cual su madre le contaba desde pequeño.

Ice And FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora