Ice And Fire

El primer ataque.

Un año con seis meses después...

En el médio de la ciudad de Elfheim...

Un Ked con cabellos atados, un poco musculoso y un poco más alto que antes (antes: 1,76; ahora 1,80) dice:

—Oye, John ¿Estás seguro que este es el camino a la casa de la dichosa “Bruja”? —dice mientras miraba a los costados pensando que se habían perdido.

Y le responde un John con el cabello más largo y suelto que antes, un poco más de musculatura y también de altura (antes 1,73; ahora 1,78):

—E-Estoy seguro. Si, si, estoy muy seguro... —decía con un tono nervioso. —¡¡¡Demonios, no lo estoy!!! ¿Cómo le digo que estoy perdido? —pensaba.

—Oe... ¿Creés que no me he dado cuenta?

—¿De-De qué? —temblando.

—¡Hemos estado caminando en círculos por esta ciudad desde hace 1 hora! ¿Creés que no me doy cuenta? ¡Ya he visto esa mancha en el piso 3 veces, hasta le puse un nombre! —gritaba Ked desesperado mientras señalaba una mancha en el piso, el cuál estaba hecho de un tomate podrido.

—¿Qué? ¿Por qué no lo dijiste antes? ¡Yo estoy aquí desesperado porque no entiendo este mapa! —contesta John.

—¿Acaso no sabes cómo se utiliza un mapa?

—¡No entiendo todas estas rayas que están dibujadas aquí!

—¡Te había preguntado bien desde el comienzo si no querías que yo guiara! —dice Ked muy nervioso.

—Eh... Eso...

--Flashback de John.--

—¡Oye! ¿Lo entiendes no? ¿Quieres que yo dirija? —preguntaba Ked.

—N-No... Estoy bien. —contestaba John.

--Fin del flashback.--

—Jeje, es que creí que podía hacerlo. —dice.

—¿“Creíste”? ¡Mis bolainas! ¿Sabes cuánta hambre tengo?

—Lo siento...

—*suspiro* También es culpa mía por no haber insistido...

Ked y John siguen discutiendo por unos minutos más, cuando de pronto...

—¡¡¡AAAH!!!

Se escucha el grito de una niña pequeña que se encontraba en un puesto de ventas a unos pasos de ellos.

—¡¡¡...!!!

John mira rápidamente en dirección a la niña y observa como empieza a salir sangre de los ojos a una mujer que se encontraba delante de la niña.

La mujer grita agonizante mientras avalanza su mano derecha para arañar con sus filosas garras a la niña. En el momento que las garras de la mujer iban a llegar al rostro de la niña, Ked saca de su cinturón una daga y lo lanza, logrando incrustarlo en las palmas de la mujer y clavándolo sobre la pared de madera que se encontraba al lado. Deteniendo así el ataque de la mujer.

John va corriendo al lugar, agarra a la niña rápidamente y la saca de ahí, llevandola a unas cuadras del lugar, pero la mujer de un solo salto acorta la distancia entre ellos y apropinandole a John una patada dirijida al rostro lanzándole a las paredes de unas casas hechas de madera.

Ked llega rápidamente desenfundando su espada y tratando de cortarle un brazo, pero lo único que logra es que la espada se rompa por la mitad al impactar en la mujer.

Mientras tanto John se levantaba de dónde había caído, mira su brazo derecho el cual estaba morado, ya que en el último segundo logró defenderse cubriendo su rostro con él.

Ked desesperado intenta una patada al rostro de la mujer, pero ella lo detiene agarrando la pierna de Ked con su mano derecha herida y lanzando a ked hacia la dirección de John, John que se estaba intentando levantar.

La mujer ve que los dos jovenes se encontraban en el suelo, inmóviles, entonces vuelve a fijar su mirada en la niña.

La niña empieza a correr intentando escapar mientras lloraba, pero la mujer rapidamente la alcanza e intenta golpearla. En ese momento llega un hombre con una armadura de cuero color rojo y le da un puñetazo el rostro, mandandola contra el suelo. El golpe era tan fuerte que dejo unas abolladuras al suelo. Luego de unos momentos llega otro hombre con armaduras metálicas y se lleva a la niña.

—¡Lleva a la niña al castillo! —dice el hombre de rojo.

—¡Si señor! —contesta el otro hombre.

—¡También hagan grupos de a 2 y vigilen el perímetro, cualquier actitud sospechosa debe ser avisado!

—¡Si señor!

El hombre fija su mirada en la mujer, ve que la dejó inconciente y dice:

[Heavenly tether]

Al decir esas palabras, alrededor de la mujer aparece un círculo brillante de color amarillo que sujeta todo su cuerpo, impidiéndo que la mujer pueda moverse o utilizar mágia.

—¡Jenipher!

—¿Si capitán?

—Ve a tratar a esos dos niños de ahí, luego envialos a la enfermería. ¡Te los encargo! —dice el capitán.

—¡Si capitán! —contesta ella.

—¡Hm! ¿Estos debiluchos se supone que son los discípulos de ese viejo? —decía el hombre con una voz testaruda y burlona.

—Mal-Maldito Eldran. Estaba a puntod de ganar hijo de p... —ants de terminar de decir toda la oración, Ked cae rendido.

Mientras esto terminaba, a lo lejos, encima del techo de una casa, se encontraba un hombre con una capucha negra que también le cubría la mitad de la cara. Ese hombre mira el desenlace y dice:

—Los discípulos de ese viejo al parecer no son la gran cosa, no creo que representen algún tipo de problema. Supongo... Que tenía muchas expectativas puestas.

Al terminar esas palabras, el hombre baja del lugar con un pequeño salto al frente y desaparece justo en el momento en el que sus zapatos tocan el suelo.