La vida es dura... Un dia estás bién y la otra estás mal, nada está decidido... Los seres humanos son frágiles, en un abrir y cerrar de ojos ya perdiste a todos.
¿La muerte?
Al estár rodeado de ella... le pierdes el respeto.
Esta es la história...
No podía creer que su hermana ya no se encontrara en ese lugar, el juraba haberla visto siendo atravesada por esa jabalina.
Con una pequeña gota de esperanza, se levantó y miró al cielo diciendo:
—¡Si aún sigues viva, te encontraré!
Al verse en ésta situación, piensa:
—Entonces supongo que lo primero que debo hacer es ir a la oficina de caballeros en la capital.
El no sabía como ir hasta la capital, pero recordó un fragmento de su infancia, donde su madre siempre le señalaba un camino y le decía que al final se encontraba el trabajo de su hermana.
El decide prepararse para ir a la capital del reino para ver si su hermana no se encuentra en ese lugar, ya que el no creía que pudieran haberse llevado a su hermana, al menos sin dejar rastros.
John vivía en un pueblo muy pequeño en las tierras del reino de Kateran, un reino pequeño que se encontraba en el corazón del continente rodeado por cuatro reinos, El reino de Cantre'r Gwaelod por el norte, El reino de Bledford por el este, el reino de Ked por el oeste y el reino de Avalon por el sur. Al haber preparado un arma, comida y agua para unos días sabiendo que el viaje duraría quizá semanas, el decide empezar a caminar ya que el camino era muy largo o al menos para alguién sin habilidades como él.
Ya pasaron 2 días caminando por el sendero cuándo de pronto a lo lejos del paisaje se divisaba una sombra, no una sombra cualquiera, sinó la de una persona corriendo en dirección contraria a la de John. A medida que la persona se acercaba cada vez más, se podía ver que era un hombre Jóven,de pelo rubio, quizá de la misma edad que John y con las ropas manchadas con mucha sangre, a su derecha una espada salpicada de sangre y muy desgastada, en la ropa tenía una insignia que revelaba su procedencia.
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la insignia era ésta...
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—¡¡¡Corre!!! ¡¡¡Lárgate de aquí si quieres vivir!!! —grita el hombre dirigiéndose claramente a John.
—¿Por qué debería correr? ¡¡No lo entiendo!! —contesta.
—Ellos... Ellos vienen... —Al terminar de decir esas palabras, el hombre cae inconsciente frente a John.
Al no saber que hacer con el hombre, decide arrastrarlo hasta las fronteras del bosque que se encontraba cerca del lugar.
—¿Dónde... Estoy?
El hombre despierta muy mareado, mira a sus alrededores y lo único que logra ver es el verde de las hojas del bosque en donde se encontraba descansando. Luego de un tiempo mira a su izquierda y logra ver una silueta oscura, que no se podía ver claramente ya que la luz del sol daba justo en él.
