Sentí como si el corazón se me hubiera parado por culpa de aguantar la respiración, como si todo mi cuerpo volviera a funcionar, la sangre volviera a fluir por mis venas, poco a poco mis pulmones iban llenándose del oxígeno que me había faltado. Estaba tan sumergida en mi que escuchaba a Judith a lo lejos riéndose de mí, a pesar de tenerla cerca.
- Ha sido culpa tuya. -comentó sin dejar de reír.
- Lo sé. Pero es que estaba haciendo demasiado ruido. -protesté.
- No hace falta que lo digas... -me sonrojé.
Traté de recuperarme lo más rápido posible, esa niña era peor que montar todos los potros del mundo. No tenía ni fuerzas para devolverle el favor, pero después de como la había dejado, era lo mínimo que podía hacer. Con el dedo índice le hice señas para que se acercara a mí.
No lograba subir a la colchoneta, cada vez que iba a pasar la pierna una ola la alejaba.
- ¿Tienes pensado ayudarme? -dijo poniendo cara de cachorro. Me reí.
- Vale vale ya te ayudo. -me acerqué a ella para darle la mano.
Subió aun con dificultad pero lo consiguió. Hice que se tumbara como al principio, ella en medio de la colchoneta. Gateé como pude hasta ponerme encima de ella. La tenía entre mis piernas, y eso me excitaba, aunque siguiera riéndome de ella. Me miraba con vergüenza, tenía las mejillas sonrojadas por culpa del sol y la excitación, eso hacia que sus ojos se vieran aun más claros. Tan solo verle los ojos, tenían tanta sensualidad que se me escapó un suspiro entrecortado. Y sin esperar más empecé a besarla. Lentamente como sabía que le gustaba, no pude resistirme a succionarle el labio inferior, lo hice fuerte, le faltaba el aire, al soltarlo un leve gemido de dolor se le escapó, entonces volví a cogerlo y lo mordí suavemente. Luego hice lo mismo con su lengua, empecé a succionarla, ese contacto de su lengua dentro de la mía con mis labios cogiéndola me volvía loca. Empezó a removerse a la espera de que hiciera algo más, la colchoneta ya se movía suficiente por culpa de las olas como para que ella empezara a agitarse y se moviera aun más. Los laterales de la colchoneta no cubrían mucho, pero a esas alturas me daba igual, si alguien nos estuviera viendo sabia perfectamente lo que estábamos haciendo. Sin moverme del sitio y como pude fui a su pecho. Esos grandes senos, con esos pezones inmensos que hacían desear a cualquiera el poder meterlos en tu boca.
Ese día tenía demasiadas ganas de morder. Le mordí bastante brusco el seno, sin morder el pezón ya que estaba dentro de mi boca. Ella gimió y alzó la cadera pidiendo más. Dejé la marca de mis dientes alrededor del pezón. Seguí haciéndole mordiscos, solo que cada vez más pequeños hasta llegar justo a morderle el pezón. Allí tuvo una convulsión que de poco no me tiró al agua. Subí de nuevo a su boca y con mi mano derecha emprendí camino por en medio de sus senos hasta abajo, justo por en medio de las dos, sumergí mi mano en las braguitas pero sin llegar a rozarla. Posé mi dedo corazón justo en su entrada, presioné y tracé una línea desde allí hasta el clítoris. Cuando me acerqué al clítoris ella arqueó su espalda, presioné más fuerte. Apretó la mandíbula ahogando un gemido. El calor empezaba a darnos a las dos, por lo que ella estaba sudando completamente. Al menos ella conseguía silenciar sus gemidos al contrario que yo. Quise comprobar si aguantaría en silencio hasta el final, por lo que posé dos dedos más en el clítoris, empecé a trazar círculos grandes. Empezó a morderse el labio demasiado fuerte, podía ver como palidecía el labio inferior debido a la presión. Sutilmente aceleraba el ritmo de sus caderas pidiéndome más. Tracé círculos más pequeños y con más presión. Allí jadeó, pero aun resistía sus gemidos. Me excitaba aun más verla reprimiéndose, eso significaba que cuando se le escapara uno sería de los fuertes e irresistibles.

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La Amazona
Romance¿Es cierto que del amor al odio hay un paso? ¿Y es posible a la inversa? Una compañera de trabajo, fría como el hielo me pondrá la vida del revés, pero un vaquero recién llegado buscara contrastar su frialdad dándome calor. ¿Qué es mejor un calor so...