Llevaba días sin salir.
Desde que te quedaste en silencio mirándome y Soyeon me pidió que me fuera.
No volví a salir por la puerta de mi casa.
Llovió y lloviznó toda la semana.
A veces los relámpagos se hacían escuchar, y me recordaban a tus gritos de hace unos días.
Mi móvil sonaba y sonaba durante los días, miraba la pantalla y le daba una ojeada rápida a las notificaciones.
Eran todas del trabajo, buscando razón en mi ausencia.
Preguntando porqué no se me había visto, o que había ocurrido.
Y no les podría responder con la verdad.
Estaba recostada boca arriba sobre las sábanas blancas de mi cama.
Escuché sonar mi teléfono una vez más en el día, a lo que levante la pantalla para ver qué era lo que consecuentemente ignoraría.
¿Porqué me llamaba un número que no conocía?