─Miyeon─solté algo sorprendida por verla.
Realmente había seguido al pie de la letra las palabras que Soyeon le dijo antes de irse de mi departamento.
Yuqi alternaba su mirada entre su amiga y la castaña desconocida, algo confundida y dudosa por la situacion. Minnie no tenía amigos, era simple de entender.
Pero antes de que pudieran decir algo, la mayor de las tres se abalanzó sobre la tailandesa sorprendiendolas a ambas.
Minnie se quedó estática, sorprendida por el repentino cariño y calor corporal. Sentía que la castaña la entibiaba y hacía desaparecer su hambre.
Extrañaba a Miyeon, lo hacía.
Rodeó con sus brazos la espalda de la contraria, correspondiéndole el abrazo.
Y sentí como Miyeon se acomodó hasta enterrar su rostro en el hueco de mi cuello, haciendo un poco de cosquillas al sentir su aliento y su cara caliente.
Me separé despacio del abrazo, despegandome.
No tengo derecho a tocarla.
Al soltarla Miyeon se negó a dejarme, y en cambio se aferró a mi brazo.
─¿Porqué no contestabas mis llamadas?
Yuqi giró a verla atónita, ¿hasta tenían sus números? Claramente se había perdido de algo.
─Me quedé sin batería, y pensé que era Yuqi la que llamaba a la puerta, por eso no fui a abrir.
─¡Yah!─se quejó la china.
Miyeon pareció calmarse, aliviada por el intercambio entre las dos extranjeras.
─Bueno, vamos a desayunar─dijo la mayor tomándome del brazo para encaminarse a la salida─No has comido nada, no creas que te dejaré así.
Miré a Yuqi, quien parecía babear al haber escuchado la palabra desayuno.
─¿Puedo ir yo también?─preguntó clavando sus ojos en mi.
─Claro, yo invito.
Y así las tres comenzaron a caminar hacia la cafetería que quedaba a unas cuadras.
─¿Miyeon..-ssi?─inquirió la china mientras comían unas medialunas─¿Así es como te llamas?
La castaña giró su mirada hacia la menor que tenía sentada en frente, abandonando por unos segundos su actividad favorita de ver a Minnie con las mejillas hinchadas mientras masticaba.
─Sí, lamento no haberme presentado─rió levemente─Cho Miyeon.
─Song Yuqi, de Beijing─respondió devolviendo la sonrisa─Con que eres..¿conocida de Minnie?
Miyeon se detuvo, y giró a ver a la chica a su lado.
No tenía nada cierto sobre su relación con esa chica, la quería demasiado y le hacía sentir muchas sensaciones fuertes. Y la misma tailandesa parecía tenerle ciertas emociones y un lugar importante por ella en su vida también.
Pero decía ser mejores amigas, entonces no estaba segura.
─Mejor amiga─aclaró, y Minnie pareció ahogarse con su medialuna mientras que Yuqi casi escupía su café.
