Luego de recuperar bien la consciencia y estar en mis cinco o al menos cuatro sentidos, me quedé estática en mi lugar.
¿Porqué estaba Soyeon en el departamento?
Ambas nos miramos de mala manera, una un poco más dolida que la otra.
Cuando me sentí preparada para recibir golpes, decidí hablar.
─Soyeon─dije mirándola como si la reconociera, en seña de que me dijera lo sucedido.
─Miyeon se niega a irse, y vine para arrastrarla a casa.
La nombrada me miró preocupada.
¿Porqué se niega a irse?
Soyeon se puso de pie y le habló nuevamente.
─Mira Yeonnie, tú y yo nos vamos a casa, la dejamos a ella en paz, y mañana a primera hora estas aquí en su casa si tanto te preocupa.
─Pero..
Ya Miyeon, ya.
─Váyanse─dije con voz ronca, para luego dirigir mi mirada a la castaña─Estaré bien, prometo no hacer nada.
